martes, 29 de agosto de 2023

Me importa un bledo.

 

Amaranthus retroflexus, bledo o amaranto común.


“Me importa un bledo” es una expresión coloquial utilizada para referirse a algo de muy poca importancia, insignificante, de poco o ningún valor. Otras frases similares son: me importa un huevo, un pimiento, un comino, una mierda o tres pares de cojones. 

El término bledo proviene del blitum romano, que significa destello.

Amaranthus deflexusbledo rastrero

En realidad, el bledo es una planta anual, de la familia de los Amarantos (Amaranthaceae), procedente del continente americano, y que en España tiene varias especies representadas, bastantes. Dos de las más corrientes y abundantes son Amaranthus deflexus, conocido como bledo rastrero, muy frecuente tanto en zonas urbanas como silvestres, y Amaranthus retroflexus, conocido como bledo o amaranto común. Otra especie muy frecuente, y de la misma familia que las dos anteriores, es Chenopodium vulvaria, conocido como cenizo urbano por la frecuencia con que crece en pueblos y ciudades, en cualquier grieta del suelo. Acompañando a estas líneas, les muestro una imagen de cada uno de ellos.


Floración de Amaranthus retroflexusbledo o amaranto común.

Chenopodium vulvaria, cenizo urbano.

Aunque en España, actualmente, no se consume, al menos no de manera generalizada, en algunos países americanos sí. De hecho, varias especies de bledos, en América reciben el nombre de quelite, que en castellano significa verdura. Allí se utilizan las hojas jóvenes para comer en ensalada o guisadas y las semillas se muelen para hacer harina. Aunque, en realidad, el consumo excesivo de varias especies de bledos puede ser tóxico por el alto contenido en nitrógeno, en especial, para los herbívoros que pasten varios días en terrenos con abundancia de bledos.

Antiguamente, sí debió usarse para consumo humano en España, pues Don Miguel de Cervantes ya utiliza el término bledo en El Quijote con el significado de planta comestible, a través de un refrán dicho por Sancho para rechazar una penitencia que, a modo de broma, querían hacerle los duques. Reproduzco para usted, amigo lector, un fragmento del Capítulo LXIX, correspondiente al pasaje de la fingida muerte de Altisidora, donde aparece el vocablo bledos:

“Apenas hubo dicho esto Minos, juez y compañero de Radamanto, cuando levantándose en pie Radamanto dijo:

—¡Ea, ministros de esta casa, altos y bajos, grandes y chicos, acudid unos tras otros y sellad el rostro de Sancho con veinte y cuatro mamonas, y con doce pellizcos y seis alfilerazos brazos y lomos, que en esta ceremonia consiste la salud de Altisidora!

Oyendo lo cual Sancho Panza, rompió el silencio y dijo:

—¡Voto a tal, así me deje yo sellar el rostro ni manosearme la cara como volverme moro! ¡Cuerpo de mí! ¿Qué tiene que ver manosearme el rostro con la resurreción desta doncella? Regostóse la vieja a los bledos... ¡Encantan a Dulcinea, y azótanme para que se desencante; muérese Altisidora de males que Dios quiso darle, y hanla de resucitar hacerme a mí veinte y cuatro mamonas y acribarme el cuerpo a alfilerazos y acardenalarme los brazos a pellizcos! ¡Esas burlas, a un cuñado, que yo soy perro viejo, y no hay conmigo tus, tus!”

El refrán que Sancho deja incompleto es: “Regostóse la vieja a los bledos, ni dejó verdes ni secos”, se aplica a los que se aficionan desmedidamente a algo. Siendo el significado de regostarse: aficionarse a algo, tomarle el gusto, enviciarse en ello. Es decir: tanto se envició la vieja a comer bledos, que no dejó ni verdes ni secos.

Grabado de Pablo Picasso sobre el Quijote.

En este mismo pasaje del Quijote, sí se utiliza una frase con un significado similar al que aquí se trata y es: “Estimar en dos ardites”, expresión caída en desuso, siendo el ardite una moneda de muy poco valor que hubo en Castilla: “Mirábase Sancho de arriba abajo, veíase ardiendo en llamas, pero como no le quemaban no las estimaba en dos ardites.” Es decir, aquellas llamas a Sancho, como no quemaban, no le importaban un bledo.

Para otros autores, un bledo es una acelga o remolacha. Según recoge Covarrubias en el año 1611 en su diccionario: "Bledos. Hortaliza conocida: hay dos especies de ellos, unos son blancos y otros rojos, son de suyo desabridos, si no los guisan con aceite, agua, sal y vinagre y especias". Se trata de la acelga silvestre, Beta vulgaris, perteneciente a la misma familia de los bledos que aquí estamos tratando: Amaranthaceae. La Beta vulgaris, o acelga silvestre, es la especie natural de la que derivan diversas variedades de hortalizas tratadas genéticamente para mayor producción agrícola, como la acelga, la remolacha roja, la remolacha forrajera y la remolacha blanca o azucarera, alguna de ellas, como sabe, amigo lector, muy utilizada en la actualidad.

Beta vulgaris, variedad de remolacha azucarera.

Seguramente, la definición de Covarrubias “son de suyo desabridos” es la que nos da la llave del uso de la sentencia “me importa un bledo” que aquí tratamos. Pues la primera acepción de desabrido que recoge nuestro diccionario de la RAE es: “Dicho de una fruta o de otro alimento: Que carece de gusto, o apenas lo tiene, o lo tiene malo.”

Para terminar, en la actualidad hay algunas tendencias sociales o políticas a las que les importa un bledo los logros conseguidos a lo largo de los años contra la violencia machista, a favor de la igualdad de género o entre heterosexuales, homosexuales, transexuales, bisexuales o intersexuales. Tendencias discriminatorias radicalizadas que hacen peligrar la convivencia, el respeto y la tolerancia y que generan odio hacia el diferente, a todo aquel que piense, crea o actúe de forma distinta a la que ellos postulan. Tendencias peligrosas a las que les importa un bledo el artículo 14 de la Constitución que dice: “los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social”.

Pero mucho más peligroso aún es que a una buena parte de la población española le importe un bledo el odio, el retroceso y la inseguridad que esas tendencias provocan.

En Arévalo, a seis de agosto de 2023.

Luis J. Martín García-Sancho.

Detalle de floración de Amaranthus retroflexusbledo o amaranto común.

Beta Vulgaris, variedad de remolacha azucarera.

lunes, 21 de agosto de 2023

ÁGUILA CULEBRERA.

 


Circaetus gallicus, águila culebrera o culebrera europea.

Es una rapaz grande, con una envergadura alar entre el metro y medio y los dos metros y unos 65 a 70 centímetros de altura.

Posada, por su parte dorsal predominan los tonos marrones más bien oscuros y por la ventral los tonos crudos, excepto cabeza y cuello más oscuros hasta el principio del pecho a modo de babero. En individuos adultos el vientre es casi blanco con motas marrones. (Imagen 1).

Imagen 1: Vista ventral del águila culebrera.

La cabeza, proporcionalmente, es de mayores dimensiones que en otras rapaces, donde destacan unos grandes ojos amarillos con posición más frontal que en el resto de sus parientes. Puede erizar las plumas de la cabeza, dándole un aspecto más grande y fiero.

Imagen 2: Vista ventral del águila culebrera.

En vuelo, ventralmente, es decir, por la parte inferior, es muy clara con un listado muy visible en alas, concretamente en las rémiges, y, también, en la cola, en especial en individuos adultos como el de las imágenes. (imagen 3).

Imagen 3: Vista ventral del águila culebrera en vuelo.

En vuelo, dorsalmente, es decir, por la parte superior, es de tonos marrones, más bien oscuros, salvo en las coberteras mayores y medianas, que presenta una zona visiblemente más clara. Igualmente, las plumas timoneras de la cola presentan unas motas o cuadradillos muy claros, que contrastan con el marrón oscuro dominante. (Imagen 4).

Imagen 4: Vista dorsal del águila culebrera en vuelo.

Como su propio nombre indica, su dieta principal son los ofidios, a los que ingiere enteros después de haberlos dado muerte.

Es una especie escasa y, como todas las rapaces, protegida.


Camino del Lavajuelo. Aldeaseca, 20/08/2023.

Textos y fotos: Luis J. Martín.