viernes, 23 de diciembre de 2011

LA SONRISA

Miraba atentamente como salía el chorro del grifo. El blanco de aquellos ojos tan abiertos contrastaba con el moreno de su cara.
Acababa de llegar a casa y no se había fijado en el árbol iluminado lleno de regalos. Tiró la bolsa de golosinas y se fue directamente al baño donde Paco se afeitaba con el grifo abierto. Casi no llegaba al lavabo, pero estiró el brazo todo lo que pudo hasta rozar el agua con la punta de los dedos. Después se los llevó a la boca y sonrió.
Desde que llegó a España era la primera vez que le oían reír.

Por: Luis José Martín García-Sancho

martes, 29 de noviembre de 2011

NEOLIBERALISMO ECONÓMICO. Definición:

1. Fraude por el cual personas tremendamente ricas, se convierten en propietarios del dinero de otros, con el cual especulan y siempre ganan ellos, cuando ganan, y siempre pierden otros, cuando pierden.                                                 
                                                                                                             
2. Actividad financiera especulativa por la cual los beneficios son siempre privados y las pérdidas son siempre colectivas y, por tanto, hay que socializarlas a través de fondos de salvación que pagamos entre todos. Y aún socializando las pérdidas, las ganancias siguen siendo privadas.
                                                                                       
3- Actividad económica que enriquece a los ricos cuando los negocios que hacen con dinero ajeno les salen bien y que empobrece a los pobres cuando a esos ricos, muy ricos, los negocios les salen mal.                                                            

4- Actividad económica que consiste en hacer ver que son necesarios recortes sociales y económicos que afecten al 99% de la población para que los que son tremendamente ricos lo sigan siendo.

Sinónimos: Capitalismo salvaje; capitalismo neoliberal.
España es, hoy día, un buen ejemplo de esta práctica salvaje e insolidaria.


Enlaces relacionados:
Paro:
Plutocracia:
Las mamandurrias de la condesa:
A pie de calle:

viernes, 18 de noviembre de 2011

HE BUSCADO




He buscado un partido que no sólo pida sacrificio al pueblo llano en tiempos de crisis, sino que sea el primero en dar ejemplo: renunciando a una parte de los salarios de los políticos electos o cargos dentro del partido. Y todos los millones de euros ahorrados se destinen a la creación de puestos de trabajo, pues con lo que gana uno de ellos en un mes, vive una familia humilde un año entero.


        He buscado un partido que no manipule la información de tal manera que un 1-0 nunca se convierta en un 0-1. Que haga lo que dice y no lo contrario. Que no sólo diga lo que va ha hacer sino cómo lo va a hacer.


        He buscado un partido que no exija militancia a sus miembros para que estos puedan reprochar a sus dirigentes que se están equivocando. Que no maquille sus fallos con peroratas incomprensibles. Que no convierta lo blanco en negro y lo negro en blanco a su antojo.


        He buscado un partido que no sea azul ni rojo, porque la paleta de colores es interminable y el verde también existe. Que no valore más a un hombre por ser hombre o a una mujer por ser mujer. Que no castigue al eficiente desobediente y premie al obediente ineficaz. Que no priorice la verborrea falaz ante el comedimiento certero.


      He buscado un partido que sea más social que socialista, más común que comunista, más del pueblo que popular, más independiente que independentista, más libre que liberal. Pero unos pueden y no quieren otros quieren pero no pueden y otros ni quieren ni pueden.
        He de seguir buscando.
Por: Luis José Martín García-Sancho




   

martes, 1 de noviembre de 2011

PAZ APAGANDO LA GUERRA

Ganó un prestigioso premio periodístico con aquella simpática e impactante fotografía que le hizo famoso en poco tiempo. Ahora se podía equiparar y codear con los mejores reporteros gráficos de todo el planeta.
Cuando el periódico le envió a aquel país de Latinoamérica para cubrir la ayuda que su ejército estaba prestando a la lucha contra las guerrillas, Lewis Nikan, jamás hubiera imaginado que una situación como aquella, le proporcionaría tal popularidad.
Él la tituló “Paz apagando la guerra” y esa fotografía unida a ese título dio la vuelta al mundo en pocos días y se hizo una de las imágenes más famosas, reproducida en multitud de medios y una de las más visitadas por internet.
Así contó Lewis Nikan la historia de esa fotografía:
Al tercer día, a media mañana, llegamos a una aldea perdida en el bosque. En estos momentos la tensión entre los soldados crecía. Se notaba en sus movimientos, en sus gestos. De pronto a lo lejos se oyeron voces y lo que podría ser un disparo. El sargento hizo una señal con su mano. Todos los militares tomaron posiciones defensivas. A mí, la verdad, el corazón me latía con tal fuerza, que parecía que se me iba a salir por la boca.
Todas las casas de la aldea, estaban construidas en alto, por lo que cada vivienda tenía unos cuantos escalones para acceder a la puerta. Recuerdo que Fran, el soldado que iba delante de mí, se agazapó con su arma junto a una de esas escaleras. Yo hice lo propio en la esquina de esa misma vivienda. El barullo lejano continuaba.
De pronto, ocurrió algo inesperado. La puerta de la casa se abrió sin ruido. Un niño de unos tres años salió, se asomó a la escalera y, bajándose ligeramente el pantalón, se puso a orinar sobre el casco del soldado, mientras decía: “Mama quiero paz”. Yo llevaba la cámara en la mano y pude inmortalizar ese momento. Parecía que el niño con su gesto y su orina, quisiera apagar el fuego de la guerra para que su aldea viviese tranquila y sin miedo.
Fran se volvió violentamente con su fusil entre las manos. Yo me quedé mudo, pero podía escuchar las voces que varios compañeros daban a aquel soldado para que parara. Afortunadamente Fran no llegó a disparar pero mientras se levantaba y giraba, pude adivinar el miedo y la agresividad en su rostro.


El niño se había quedado inmóvil. Todo había sucedido en unos segundos, pero yo los recuerdo como una eternidad. El pequeño levantó su dedo índice señalando el casco del soldado mientras repetía: “Quiero paz, mama quiero paz”.
La tensión se convirtió en carcajada. Todos, los militares reían y se burlaban de su compañero. El sargento se acercó y ordenó a aquel soldado que regalara su casco al niño. Felizmente, todo había acabado y yo todavía no era consciente del valioso documento gráfico que acababa de tomar.”

Así lo contaba Lewis Nikan. Pero lo cierto es que el pequeño Nazario salió corriendo con el casco entre las manos y se metió en su casa para enseñárselo a su madre: “Mama, mama, ya he encontrado el orinal, me lo había quitado un señor”.
Hacía algo menos de un año que el pequeño Nazario e Itzel, su madre, habían ido a visitar a la tía Marieta a Itocal. Recordaba la larga caminata hasta San Fernando para coger el bus hasta la capital del Departamento. Recordaba también el autobús como lo más grande que jamás había visto. Tras dos largas horas de viaje, llegaron a la capital. Una señora, que a Nazario le pareció enorme, les esperaba en medio de la calle, entre el bullicio de bolsas, cestas y maletas, de la multitud de viajeros que llegaban o partían. Aquella ciudad nada tenía que ver con su pueblo. Allí las casas hacían que la selva se abriera, casi desapareciera.
Al llegar a casa de Marieta, ya era casi de noche - Aquí no se hace pis en la calle, aquí se hace pis en el orinal. Ten Nazario este es el tuyo - le dijo la tía. Aquella especie de taza gigante cautivó a Nazario. El color verde como el de la selva y la decoración de hojas, le parecieron preciosas.
Tal fue la atracción que el orinal causó en el niño, que al regresar a su casa se negó a soltarlo, repitiendo que se lo había dado la tía. Así que la tía Marieta dijo que no importaba, que se lo llevara ¡Faltaría más! ¡Angelito!
En el autobús llevaba una amplia sonrisa abrazado a su orinal. Y en su pueblecito tampoco lo soltaba nunca. Lo malo era que a veces iba lleno de orina y su madre le regañaba porque lo ponía todo perdido y le repetía que hiciera pis en la calle como todos sus hermanos.
Una tarde, mientras el pequeño Nazario dormía, su hermana mayor cogió el orinal y lo tiró a la selva lo más lejos posible para que no lo encontrara. Los primeros días se los pasó llorando y repitiendo sin cesar: “Mama, quiero pis, mama, quiero pis”. Pero pronto se le olvidó.
Hasta aquel día en que Lewis Nikan y los soldados aparecieron por su pueblo. Tumbado en el suelo de su casa miraba pasar a los militares a través de las rendijas, pero sólo los veía de cintura para abajo, Nazario nunca había visto soldados. De pronto el que pasaba por su campo visual, se agachó y al niño se le abrieron los ojos como platos - Mi orinal - pensó Nazario.
Abrió la puerta, se acercó al borde de las escaleras, se bajó ligeramente el pantalón y se puso a orinar sobre el casco de aquel soldado diciendo: “Mama, quiero pis”. Ni siquiera notó el fogonazo de un flash. Luego empezaron a oírse voces primero y carcajadas después. Él no paraba de repetir: “Quiero pis mama, quiero pis” señalando con su dedo el casco del militar.
Su insistencia fue recompensada. Aquel soldado le devolvió lo que Nazario pensaba que era su orinal. Más tarde se dio cuenta que no era el suyo, sólo era parecido, le faltaba el asa, pero se podía agarrar igual de bien por una cinta que tenía.
Lo cierto es que Lewis Nikan confundió la palabra castellana “pis” con la inglesa “peace” que se pronuncian igual pero que significa paz.
Nazario nunca supo que gracias a esta sencilla historia se hizo famoso, ni falta que le hacía. Con el casco del soldado en la mano, corrió a meterse dentro de la casa y con una sonrisa de oreja a oreja se puso a mear dentro del casco.

En Arévalo, del 16 al 31 de octubre de 2009.

Relato de: Luis José Martín García-Sancho.

En memoria de Tomás Martín González (1998-2009)

lunes, 31 de octubre de 2011

LA HUCHA DE TOMÁS



Por Ignacio Martín García-Sancho

La hucha de mi hijo era una pequeña caja fuerte. Recuerdo la sonrisa de Tomás cuando atesoraba pacientemente todo el dinero que le proporcionaban amigos y familiares mientras estaba enfermo. Nunca me confesó que quería comprar. Sus esperanzas inmediatas se centraban en lo que iba a comer cuando saliera del hospital y en las películas con las que pretendía amenizar los largos días de monótona convalecencia. Tenía una pequeña libreta en la que apuntaba todo ello, derrochando una imaginativa generosidad a la hora de escribir con faltas de ortografía. En cuanto a sus anhelos más trascendentales, a Sonia, la chica de la Fundación Pequeño Deseo, la confesó, tras varias semanas de terco silencio, que quería tirarse en paracaídas.
No disfrutó del tiempo suficiente como para cumplir su sueño. Cuando murió y conseguí abrir su hucha, tras un puñado de meses de doloroso aplazamiento, me encontré con 752 euros. Deseaba que la memoria de mi hijo perdurara más allá de mí propia vida y concebí un proyecto para fomentar la investigación en Oncología Pediátrica. Lo nombré "La Hucha de Tomás". Nunca sabré si mi hijo aprobaría este propósito, pero en la hucha también había una cartera en la que se escondía su carnet de identidad. Hallé el rostro inmortalizado de Tomás justo antes de enfermar por segunda vez. En sus ojos descubrí la madurez de un niño que ha derrotado al cáncer en una ocasión y la sonrisa grave de un adulto que confía en sí mismo.
           
El Microrrelato titulado "La Hucha de Tomás" de Ignacio Martín García-Sancho ha ganado el concurso "Escribe Vida" patrocinado por el Centro Comercial Sexta Avenida a beneficio de la Fundación Cris. Espero que os guste.
ENLACE A LA HUCHA DE TOMÁS:
Investigacion - ASION - Asociación Infantil Oncológica de Madrid


sábado, 22 de octubre de 2011

OTOÑO


Estaba extasiado mirando al sol poniente.
Los colores proyectados encendían nubes que antes fueron blancas. Convertían en filón de oro la pequeña chopera del arroyo.


Sobre su cabeza cientos de grullas volaban en uve hacia la laguna. Sus alegres gritos rompían el silencio de la tarde. Parecían felices por haber alcanzado un lugar de descanso. Mientras, el potente graznido de la hembra de azulón, celebraba el encuentro.
Olía a menta.
Sonrió.
¿Quién ha dicho que el otoño es triste?

domingo, 16 de octubre de 2011

AMEAL: EL LÉXICO OLVIDADO

Hay palabras de uso habitual que no vienen registradas en el diccionario de la Real Academia Española (DRAE).

Algunas son comúnmente utilizadas por personas de diferentes provincias. Otras son de uso más local o comarcal. Pero hay palabras que pertenecen a un determinado oficio que desaparecerán probablemente con él:

Telena”, es una palabra de uso muy extendido pero que no existe en el DRAE. Yo creo que todos sabemos lo que significa: membrana que se forma en la leche caliente o en la sopa al enfriarse. Incluso cuando nos referimos a las cataratas, si alguien dice: “El abuelo tiene una telena blanca en los ojos”, creo que todos sabremos a qué se está refiriendo.
Panija”, es otra de las palabras que no recoge el DRAE. Utilizada en el medio rural para definir la porción de alimento en forma de grano o harina que, mezclado con agua, se da de comer al ganado. Parece de uso extendido por Castilla, especialmente en Ávila y Segovia, donde es de uso común. Si alguien dice: “Voy a echar la panija a los cerdos”, Entenderemos perfectamente que los va a dar de comer.

Ameal”, una palabra preciosa utilizada en las diferentes serranías y valles abulenses para definir a un pajar al descubierto formado por un montón de heno o paja que se aprieta alrededor de un palo vertical y que se suele rodear de un murete de piedra para evitar que el ganado acceda a él. De hecho, uno de los picos más famosos y hermosos de la Sierra de Gredos, el Ameal de Pablo, cumbre de 2489m. muy buscada por los escaladores, recibe este nombre por el parecido que tiene con este pajar utilizado por las gentes del campo desde tiempos ancestrales. En este caso, el DRAE sí recoge una palabra para definir este uso agropecuario: “almiar”. Pero como abulenses debemos reivindicar el uso de ameal para que esta hermosa palabra no desaparezca.
Ameal en Navalperal de Tormes (Ávila). Foto: Luis J. Martín
 
La leche caliente, siempre hará telena al enfriarse. Afortunadamente, gracias al tirón del cochinillo de Arévalo, las marranas seguirán comiendo su correspondiente panija. Pero en los pueblos de las serranías abulenses, ya casi no se hacen ameales. La gente de los pueblos envejece y con ellos desaparecen muchos usos y costumbres ancestrales que, a pesar de los siglos que llevan realizándose, nadie ha reparado en que una determinada palabra, extendida por una amplia zona, ni siquiera existe en nuestro diccionario. Lástima que los abulenses seamos tan pocos y con escaso apego a nuestras raíces. Lo peor de todo es que este uso ganadero tradicional desaparecerá en pocos años y la palabra ameal, repito preciosa, sólo será un recuerdo de lo que pudo ser pero que nunca fue.


domingo, 11 de septiembre de 2011

NO CALLARÉ

Me pediréis que calle,
no lo haré.
Me ordenaréis que calle,
tampoco callaré.
Me gritaréis que calle,
continuaré hablando.
Sólo la muerte callará mis palabras.
Pero vosotros seguiréis escuchándolas.
Por Luis José Martín                  
 









 

 
Foto: Reporteros sin fronteras
 

jueves, 11 de agosto de 2011

¡FUEGO!

Sólo en las milésimas de segundo que transcurrieron entre el grito de “¡Fuego!” y el impacto de las balas en su cuerpo, tuvo claro que el hombre que le había preguntado que si quería confesarse y el individuo que le había denunciado, en realidad, eran la misma persona.
Daniel González Linacero y Palmira Perotas

viernes, 29 de julio de 2011

ELIMINAR

Eliminar
Contundente palabra. Tiene varias acepciones:
- Quitar, separar algo, prescindir de ello.
- Matar, asesinar.
- excluir a una o a muchas personas de una agrupación o de un asunto
Tiene significado de irreversible, definitivo. Por eso cuando el ministro de Educación, Ángel Gabilondo, ha anunciado que la RAE ha llevado a cabo la modificación del término “rural” y, por lo tanto, eliminará en la próxima edición del diccionario cualquier acepción peyorativa como “tosco” o “inculto”. Me ha producido sensaciones contrarias. Por un lado alegría por el respeto y reconocimiento hacia el medio rural que puede suponer esta acción y por otro el sentimiento de pérdida de términos que reflejan una parte de nuestra historia, sea justa o injusta, pero historia al fin y al cabo.


           
Eliminar palabras o asociación de las mismas a la carta o a gusto de cada colectivo me parece, cuanto menos, peligroso para nuestro idioma, el castellano, que si es rico y variado es gracias a la multitud de términos y vocablos que pueden usarse para expresarse de una manera correcta.
Por eso, desde mi incultura, me atrevo a sugerir que en lugar de eliminar una o varias acepciones del diccionario de la RAE simplemente se anteponga al significado: “antiguamente y en desuso, inculto, tosco”, tal y como vienen actualmente recogidas muchas acepciones. Por la sencilla razón de que si eliminamos palabras de nuestro diccionario perdemos en riqueza léxica, en historia, en comprender cómo lo rural evoluciona, se dignifica y se convierte en algo meritorio y sabio, tal y como siempre ha sido en realidad. Porque, ¿hay mayor sabiduría que la de conocer los secretos de nuestra madre tierra para aprovechar los recursos que nos brinda de forma inteligente y racional? Sencillamente si comemos, vivimos. Si no comemos, morimos. Y hay que reconocer que comemos gracias al medio rural.

Pero, por favor, no caigamos en la tentación de intentar eliminar vocablos que puedan molestarnos porque de ser así deberíamos solicitar una revisión integral de nuestro imponente e importante diccionario de la RAE. Dejo como muestra de lo dicho sólo unos pocos ejemplos:
- Campesino: Que vive y trabaja de ordinario en el campo. Silvestre, espontáneo, inculto.
- Rústico: Perteneciente o relativo al campo. Tosco, grosero.
- Patán: Aldeano o rústico. Hombre zafio y tosco.
- Aldeano: Natural de una aldea. Inculto, rústico.
¿Hasta dónde deberíamos eliminar?
¿No sería mejor simplemente revisar y dignificar aquellas acepciones en desuso que vayan contra algún colectivo, anteponiendo: “Antiguamente y en desuso”?
En Arévalo a 28 de julio de 2011
Texto y foto: Luis José Martín García-Sancho

sábado, 25 de junio de 2011

JUAN MARTÍN, PROTAGONISTA CON "SECUNDARIOS"


Pequeñas pinceladas biográficas.

Durante la presentación de su novela “Secundarios” en la Casa del Concejo de Arévalo el 17 de junio de 2011.


Juan es hijo de César y Candelitas.
Es el tercero de mis hermanos que, como la mayoría de vosotros sabéis, somos seis.
Juan nació en Arévalo en 1965, un día antes del día de los burros, es decir el 16 de enero. Más adelante comprenderéis porqué digo esto.
Vivió toda su infancia y parte de su juventud en el paseo de la Alameda. A donde todavía acude con asiduidad a visitar a nuestros padres.

A los tres años, empezó sus estudios en el Colegio Amor de Dios. Tal vez por haber nacido un día antes del día de los burros de pequeño era muy terco. En el colegio permaneció de pies una buena parte del curso. Cuando las monjas le preguntaban que por qué no se sentaba Juan respondía muy serio: “Porque no estoy cansado”. Poco más lograron hacerle decir. Lo intentó alguna que, haciéndose la simpática, le preguntaba “¿Cómo te llamas rico?” Él respondía “Juan”, “Juan qué más” insistía la monja. “Juan sólo”. Muy serio, zanjando definitivamente el asunto.

Desde muy pequeño se sintió atraído por la música, y antes de aprender a leer ya conocía todos los discos que había en casa. Esta afición, no sólo la ha mantenido, sino que la ha ido cultivando a lo largo de los años. Siendo ahora un buen melómano.

Después pasó a la escuela que regentaba don  Hilario, en el antiguo instituto, donde hoy están los juzgados. Y más tarde a los Salesianos. Época en la que ya comenzó a destacar como buen estudiante.

En el barrio se juntaba con los hermanos, primos y amigos para jugar al bote, o a policías y ladrones hasta que caía la noche y los gritos de las madres comenzaban a llamar a sus respectivos hijos por puertas o ventanas. Desde muy pequeño, ha tenido la habilidad de trepar a los árboles con sus dos hermanos mayores. Los altos y longevos olmos, no suponían ninguna dificultad para él. Hasta llegamos a construir “cabañas” en alguno de esos gigantescos negrillos, ahora desaparecidos por la grafiosis y que se necesitarían tres envergaduras como la tenía Juan en aquella época para poder abarcarlos.

Pronto comenzó su afición por la lectura, quizás contagiado por nuestro padre y nuestro hermano mayor que tenían y tienen la buena costumbre de leer con asiduidad.
En el instituto siguió siendo muy buen estudiante pero también desarrolló su faceta más irónica, incluso cómica. Es decir se convirtió en un guasón. Hay decenas de anécdotas relacionadas con su paso por el instituto pero, para no alargarme, sólo contaré ésta: En una ocasión se metió en el armario ropero de la clase de sus amigos Carlos Hebrero, Pedro Martín y Ángel Sanz, vestido con gabardina y sombreo, al estilo de las películas de Humprey Bogart. Cuando llegó el profesor, Juan Golpeó la puerta desde dentro del armario. El Profesor gritó: “Adelante”, pero no entró nadie. La clase siguió. Al rato volvió a golpear. “Adelante”, repitió el docente, pensando que llamaban desde el pasillo. Pero la puerta de la clase no se abría. Sólo a la tercera y ante el tono enojado del profesor, Juan abrió la puerta del armario, de donde salió acompañado de sus tres amigos y, al asomarse a la clase, dijo: “Perdón esta no es mi película”. Abandonando el aula ante el estupor del profesor y las risas del resto de la clase. Se puede decir que, pese a su reconocido carácter heterosexual, Juan fue pionero en eso que, bastantes años después, se dio en llamar “Salir del armario”.
Las actuaciones de la fiesta de fin de curso con su amigo Hebrero nada tenían que envidiar al humor absurdo de Tip y Coll. Quizás con estos pequeños guiones comenzó su vena creativa, ante el rotundo éxito de las veladas.

En esta época siguió cultivando su afición a la lectura, sin dejar nunca la música y comenzó a interesarse por el cine. Se pasaba horas en  casa devorando libros con pasión. Su madre tenía que recordarle que saliera a dar un paseo. Juan entonces solía coger nuestra vieja bici y se iba hasta la Pradera de los Huevos. Y digo nuestra bici porque, con tantos hermanos como éramos, teníamos que compartir bici y muchas cosas más.

A los 18 años comenzó sus estudios de medicina en la Universidad de Salamanca. Ante la gran oferta cinematográfica de la ciudad, allí pudo cultivarse más como cinéfilo al tener la buena costumbre de ir una vez a la semana al cine. A los 24 años acabó la carrera con excelentes notas y aprobó la oposición de MIR. Eligió la especialidad de Inmunología en el Hospital madrileño de la Paz. Allí estuvo siete años, hasta 1994. Cuatro de residente, uno con beca y dos años más en paro, aunque acudiendo a diario al laboratorio para no perder el contacto con una profesión que casi tiene novedades día a día. Allí también conoció a Carolina, persona que será muy importante en su vida.

En su etapa madrileña, tampoco pierde el contacto con Arévalo donde acude cada fin de semana. Sus familiares, amigos y los diferentes bares de chateo o de copas pueden dar buena cuenta de ello.
Durante los dos años de paro que pasó en Madrid, se le reavivó la vena creativa y se apuntó a un curso de guiones cinematográficos.

Después aprobó la oposición y, desde entonces, trabaja como médico inmunólogo en el Hospital Universitario de León, ciudad donde reside desde hace 13 años.
En la actualidad está casado con Carolina, su antigua compañera de trabajo de la Paz, y ahora compañera de su vida. Tienen dos hijos, Juan y César. Que, según sus propias palabras, son lo mejor que le ha pasado. A esta etapa la define como la más plena de su vida. Porque el trabajo de padre le ha hecho acabar de madurar como persona.

Aunque “Secundaros” es su única novela publicada ha escrito otras dos novelas, un libro de relatos y un guión cinematográfico.
Le gusta decir que, aunque no lo necesita para vivir, tiene la necesidad de contar historias, crear personajes. E intenta inculcar la afición por la lectura a sus hijos leyéndoles cuentos siempre que puede.
La trama de Secundarios es un retrato de una serie de personajes que se entrecruzan en un microcosmos plagado de egoísmo, miseria, racismo, crueldad…Todo ello untado con el bálsamo del humor, del que, como ya os he contado, Juan es un buen practicante. Así consigue una realidad menos dolorosa, pero sin dejar de ser cruel.
Con “Secundarios” quedó entre los finalistas de los Premios Azorín de novela y Río Manzanares de novela. Lo que demuestra que es un buen escritor, pero también es cinéfilo, melómano, buen conversador, buen hermano, pero siempre mejor persona.
Y ya os dejo con él porque aquí hemos venido a hablar de su libro: “Secundarios” de Juan Martín García-Sancho, hijo de César y Candelitas, mi hermano.

En Arévalo, a 17 de junio de 2011.

Luis José Martín García-Sancho

jueves, 24 de marzo de 2011

SECUNDARIOS


Quiero compartir con vosotros el lanzamiento de la novela “Secundarios”, la última obra de Juan Martín García-Sancho, que quedó finalista del Premio Azorín de 2002 y del Río Manzanares de 2008. Narra el acoso que sufre Queque por dos personas marginales, Pinky y Albino, que le persiguen siendo testigos varios vecinos del barrio. Mientras, la historia principal transcurre por otros cauces, cada buen vecinio nos abre las puertas de su propia historia. Puertas sucesivas que nos dejan al descubierto pasajes desolados. Cuando todo confluya y se mezcle con la historia principal, quizás ya nada tenga remedio.
Es una narración magistral sobre las relaciones humanas, prejuicios y apariencias. Os recomiendo su lectura. A nadie dejará indiferente. 
Os adjunto enlace donde se puede adquirir:

lunes, 7 de marzo de 2011

FLORES

Flores


            Levantó la tapa y la dejó caer hacia atrás. Comenzó a remover las bolsas mientras un olor nauseabundo comenzaba a surgir del interior. Su escasa estatura le impedía llegar a las más profundas. Si tuviera unos cuantos años menos y un poco más de fuerza volcaría el contenedor para rebuscar con mayor comodidad. Pero tenía que conformarse con lo que sus cortos brazos alcanzasen.
            No parecía haber nada que mereciera la pena. Hacía tiempo que el supermercado no tiraba nada aprovechable. Se puso de puntillas y alargó el brazo todo lo que pudo para mover una última bolsa ayudado por su cachava. Por fin encontró algo debajo: un cartón de huevos y unos champiñones ennegrecidos. Apiló varias bolsas de basura para subirse a ellas y poder alcanzar aquel manjar metiendo medio cuerpo dentro.
           
- Hoy cenaré revuelto de champiñones –pensaba mientras se le hacía la boca agua-. Lástima, de unos trigueros para acompañarlos.

            Andaba despacio, arrastrando los pies bajo miles de luces de colores. Pero él ni las miraba, avanzaba cabizbajo con la mirada perdida en el suelo. Al pasar por la frutería de Gómez, se quedó clavado en el escaparate. Junto a las granadas, escarolas, turrones, nueces y demás frutas y hortalizas, había un manojo de trigueros. Entró. Una de las clientas le miró con desagrado al mismo tiempo que hacía un gesto al tendero tapándose la nariz.

- Pepe, ¿me puedes vender medio manojo de trigueros? –preguntó el anciano.
- No, se vende el manojo entero –contestó el frutero.
- ¿Y cuanto cuesta?
- Tres cuarenta.
- ¿Euros?
- Claro, no van a ser pesetas.

            Florencio, se metió la mano en el bolsillo y examinó unas cuantas monedas. Volvió a guardarlas y salió de la tienda arrastrando los pies. Mientras parecía musitar algo parecido a un adiós.

- Menos mal, qué pestazo. No sé como puede haber gente tan cerda. Con lo barato que es el agua y el jabón –repuso la clienta agitando su mano derecha-. Me estaban dando unas arcadas… Dame también cuarto de aceitunas pardas.

            La puerta volvió a abrirse y apareció de nuevo Florencio con una leve sonrisa en su rostro.
           
- Pepe, he pensado que me vas a dar ese manojo de trigueros ¡Qué coños! Para un capricho que tengo… Pero acaba de despachar a la señora que yo espero mi turno.
- No Pepe, despacha a Flores que tendrá más prisa que yo – mientras suplicaba al frutero con la mirada que lo atendiera para que se marchara cuanto antes.
- No señora, por favor, no quiero colarme, que la despache a usted primero que estaba antes. Además yo no tengo nada que hacer.
- Ten, Flores –cortó Pepe tajante-, tus trigueros. Son tres cuarenta.

            Al llegar a casa se cruzó con Paco en el portal, el presidente de la escalera, que le advirtió que ese mes se había vuelto a retrasar en el pago de la comunidad y que ya eran dos los recibos que debía. Florencio le contestó que no se preocupara que en cuanto cobrara la pensión se pasaría por el banco. Aunque luego pensó que difícilmente podría pagar los dos recibos pues la mitad de la paga se la llevaba el alquiler del piso. Entonces lamentó haber comprado los trigueros. Pero bueno, ya estaba hecho.
            Ya en su pequeña casa, se quitó los zapatos, se puso las zapatillas y un mandil. Lavó cuidadosamente los champiñones cortando las partes ennegrecidas, los partió en cuartos y los echó a una vieja sartén con una miaja de aceite y un diente de ajo en finas láminas. Luego troceó la mitad de los trigueros y los añadió al guiso. Cuando comenzó a espesar la salsita, los revolvió con dos de los huevos caducados que había cogido de la basura y añadió una pizca de sal. Mientras los cuajaba pensó en Lola, su mujer. Cuántas veces había hecho ese mismo revuelto para Clarita y para él. La mueca de sonrisa que tenía mientras guisaba se tornó en puchero. Se limpió las lágrimas, derramó el contenido de la sartén en un plato. Se sirvió medio vaso de vino y se sentó a la mesa camilla frente al televisor apagado. Alzó el vaso hacia el retrato en que aparecían Lola y Clarita abrazadas y comenzó a comer despacio, saboreando cada bocado, recuperando la sonrisa.
            Esa noche, Florencio cenó como un rey.

En Arévalo, a veintitrés de enero de 2011.

por: Luis José Martín García-Sancho

Publicado en la llanura en febrero de 2011:

Dicen que las comparaciones son odiosas:
- Esperanza Aguirre (PP): "No tener pagas extra me tiene mártir, las he tenido toda mi vida y las echo de menos en Navidad y en verano. No es que haga números a final de mes, ¡es que muchas veces no llego!".
- Leire Pajín (PSOE): como secretaria de Organización del PSOE, como senadora y como ex secretaria de Estado de Cooperación ha cobrado 200.000€ en 2010 (20minutos.es)
Dos pequeñas flores de nuestra clase política aunque hay cientos. A ellos y a ellas, políticos poco solidarios, dedico este relato, minúsculo ejemplo de realidad social.

P.D.:  Una vez escrito este relato, algunos políticos tuvieron una idea brillante: multar a aquellos que rebuscaran en la basura. Típico entre la clase política: pretenden solucionar un problena sin buscar la causa.

lunes, 24 de enero de 2011

AVES DE LA MORAÑA

EN LACE AL VÍDEO: http://www.youtube.com/watch?v=o7lQ-N3ForQ


         
La Moraña y Tierra de Arévalo es una comarca eminentemente agrícola. La aparente monotonía de sus paisajes, conocidos como estepa cerealista, se ve interrumpida por pequeños hábitats que provocan un notable aumento de la variedad biológica de esta comarca situada al norte de Ávila y a caballo de las provincias de Segovia, Valladolid y Salamanca.
         La interminable llanura es recorrida por los ríos Adaja, Arevalillo, Voltoya, Zapardiel y Trabancos. El cauce del Adaja representa la columna vertebral de la comarca, recorriéndola de sur a norte en busca del Duero. Su soto continuo supone un oasis de vida y verdor entre la aridez de los campos circundantes. El valle que este río ha horadado a lo largo de los años es verdaderamente hermoso y valioso. Representa una considerable fractura vertical de la planicie dominante. Proporcionando al paisaje parajes de gran belleza, como los Cortados Rojos, donde los campos de cultivo del campo de Pajares se desploman bruscamente hacia el cauce del Adaja en una caída vertical de algo más de cincuenta metros.
         Acompañando al Adaja y al Arevalillo se encuentra la única y última masa forestal de importancia: son pinares de resinero y piñonero conocidos como el corredor del Adaja que representan una auténtica senda vegetal que es utilizada por multitud de especies de flora y fauna para desplazarse desde el Duero hacia el sur de la región o viceversa.
         Las tierras de cultivo se ven salpicadas de vez en cuando por pequeñas formaciones forestales, la mayoría de las veces minúsculas, conocidas como bosques isla, generalmente pinares y en menor medida encinares. Estos pequeños bosquetes son auténticas islas de árboles en el mar de cereales circundante.
         De la misma manera las pequeñas lagunas, lavajos o charcas que aparecen de forma periódica y estacional, representan hábitats muy valiosos para la diversidad de especies animales y vegetales, es decir para la biodiversidad. Así como para los viajes de las aves migradoras que utilizan estos pequeños humedales como auténticas áreas de servicio para descansar y reponer fuerzas. De hecho más del cincuenta por ciento de las aves observadas en la comarca están relacionadas con estos pequeños hábitats con presencia de agua como lagunas o ríos.
         Por último los pequeños núcleos rurales que salpican aquí y allá toda la comarca, sirven de morada para muchas especies que utilizan las construcciones humanas para vivir, reproducirse o, simplemente, refugiarse.
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Avutarda macho en plumaje de celo (Foto: David Pascual Carpizo)

                  Como podemos ver la aparente monotonía de los paisajes, no es tal, lo que ha producido una rica biodiversidad. Concretamente, 230 especies de aves se han observado en La Moraña y Tierra de Arévalo, lo que la convierte en un auténtico paraíso para las aves. El resultado de esta diversidad es que en esta comarca se puede observar una importante fauna esteparia, muy amenazada a nivel mundial, con una más que destacable población de Avutarda, junto con especies forestales tan gravemente amenazadas como el Águila Imperial  Ibérica, el Milano Real o acuáticas como la Cigüeña negra, la Grulla o la Barnacla Cariblanca.
         El siguiente vídeo se puede observar una pequeña muestra de esta riqueza ornitológica, se muestran 55 especies de aves en bellas y espectaculares imágenes.
         Que disfrutéis:
EN LACE AL VÍDEO: http://www.youtube.com/watch?v=o7lQ-N3ForQ