jueves, 27 de julio de 2017

ARÉVALO OLVIDA A MARUJA MALLO

MARUJA MALLO EN ARÉVALO.

Maruja Mallo (Foto: Internet)


Ana María Gómez González, conocida por su nombre artístico de Maruja Mallo, nació en Viveiro, Lugo, en 1902 y murió en Madrid en 1995, después de haber padecido un largo exilio. Pintora surrealista de la denominada “Escuela de Vallecas”, es la pintora más extraordinaria de la vanguardia española, comparable e, incluso, equiparable a artistas españoles de la época como Miró, Dalí o Picasso, pero también la más desconocida y olvidada, ¿tal vez por ser mujer?, injusto, ¿verdad?
Durante el curso de 1933 -1934, esta mujer, adelantada a su tiempo, pasó por Arévalo como profesora del Instituto de Enseñanza Media.
El arevalense Adolfo Yáñez hace una magistral descripción de la artista Maruja Mallo en su libro “Heterodoxos y olvidados”.
Fue esencialmente mujer y esencialmente artista. Y, como artista y como mujer, fue transgresora, de las que no aciertan a pasar inadvertidas por la existencia. Gozó violando cánones, riéndose de mitos, saltándose a la torera viejas costumbres y profanando dogmas sacrosantos. No titubeó ni un instante a la hora de infringir, con el mayor descaro, creencias, pautas y preceptos. Lo hizo siempre y por doquier. Lo hizo en España, su país de origen, o en América, continente que la acogió durante largas décadas de destierro. Lo hizo mientras vivió en Madrid o cuando residió en Arévalo, ciudad que tuvo el privilegio de conocer a este huracán desatado, representante insigne no sólo de un determinado movimiento pictórico, sino de una época de convulsión y rebeldías. Ni siquiera como pintora es fácil clasificarla, aunque los estudiosos la encasillan dentro del surrealismo figurativo”.
(…)
Rafael Alberti joven (foto Internet)

“Supo despertar entregas y amores. La amaron, en el más pleno sentido de la palabra, hombres como Rafael Alberti, poeta del mar, con el que mantuvo una tórrida relación pasional desde 1925 hasta 1930 –relación que sufrió breves interrupciones- o como Miguel Hernández, pastor de Orihuela al que Maruja reveló las dulzuras de la carne femenina cuando el tímido “perito en lunas” era todavía inexperto en temas amorosos. Ella terminó con las inhibiciones, tabúes y prejuicios religiosos de Miguel. De su persona y quehacer creativo se ocuparon con entusiasmo cuantos escritores o intelectuales tuvieron ocasión de conocerla en épocas en que España era un hervor magnífico de búsquedas y de tendencias, de vanguardias y de hallazgos, de ansias de cultura y voluntad de cambio. Fue venerada, entre otros, por los creadores de la generación del 27. Fue original y rebelde. Fue valiente y estuvo en las trincheras de un feminismo dispuesto a acabar con atávicas discriminaciones de la mujer. Fue aplaudida y agasajada. Fue temida también. Fue referencia y paradigma. Fue heterodoxa, distinta y desafiante. Fue lo que quiso ser. En definitiva, fue… Maruja Mallo”.

Con la caída de la monarquía de Alfonso XIII y la instauración democrática de la II República española se abrieron nuevos caminos para la libertad, para la ilusión, para el campo, para el trabajo, para la cultura.
Es en esa época cuando Maruja Mallo llega a Arévalo como profesora de dibujo en el Instituto situado en la calle de Santa María. Así describe Adolfo Yáñez su breve, pero intensa estancia en Arévalo.

Con la caída de la Monarquía, un hambre intensa de revolución invadió las fábricas, el campo, la calle, el arte y la docencia, Sí también la docencia y el arte, pues ambos se convirtieron en armas revolucionarias. Eran tiempos, como escribía Fernando Díaz Plaja, en los que la política teñía y matizaba cualquier manifestación espiritual, incluso literarias o artísticas. Una prueba de esto último la tenemos en esa joven pintora que, al finalizar el verano de 1933, después de una vida intensa en Madrid, llega hasta Arévalo para dar clases de dibujo en el Instituto Elemental de Enseñanza Media –plaza que había ganado por oposición- y para hacer avanzar allí ideas republicanas. Llega sin saber que su corta estancia en la pequeña localidad de Castilla iba a servir para que ella encontrara caminos nuevos en el quehacer artístico que había desarrollado hasta entonces y, por otro lado, para que su presencia impactara como una auténtica pedrada en las aguas tranquilas de una sociedad bonachona, pero excesivamente conformista, pueblerina y cloroformizada.
Antiguo aspecto de la calle arco de Ávila en el tramo en que debió de vivir Maruja Mallo.

Maruja Mallo se instaló en el hotel Jardín, situado en el número 7 de la calle Arco de Ávila. Pronto quedó impresionada por la afabilidad de la dueña. Contaría más tarde en sus memorias que esa señora le daba el apelativo de “majeta”, mientras preparaba los domingos para su joven pupila un desayuno excepcional a base de buñuelos. El instituto había sido inaugurado recientemente por el nuevo régimen en la calle de Santa María, cerca de la plaza del Real, y, porque la enseñanza constituía una obsesión para los gobernantes de entonces, el centro estaba dotado de buen mobiliario, de excelente material pedagógico, de museo, laboratorios, gabinete de física y salón de proyecciones.
Maruja solía recorrer en bici la distancia que mediaba entre el Hotel Jardín y el instituto, aunque a los pudorosos arevalenses de entonces les resultara chocante y un tanto escandaloso que una señorita se desplazase dando pedales y moviendo sus muslos sobre las dos ruedas. Pero a la joven profesora le importaban un rábano los dimes y diretes de la escandalizable gente con la que se topó. Iba muy por delante de los tiempos en los que le tocaba vivir y lo menos que le apetecía era detenerse ante habladurías aldeanas y casi medievales.
Maruja Mallo (Internet)

Cuando el invierno comenzó a hacer de las suyas, Maruja Mallo se percató de lo insoportable que podía ser el frío mesetario. Le castañeteaban los dientes al levantarse, por lo que, exorcizando enfriamientos y en lo que utilizaba la jofaina o la palangana para asearse, murmuraba en latín macarrónico: Arevallus, mazmorra Siberiae… Sin embargo, no era la climatología lo más negativo que tuvo que afrontar. Ella que se sentía obrera de la revolución y de cambios que consideraba imprescindibles, que utilizaba los pinceles y el dibujo como herramientas con las que construir otra sociedad más justa, que se sentía feliz en esos momentos de excitación y prisas, se percató pronto de que chocaba frontalmente con gentes que, en su inmensa mayoría, conformaban un pueblo muerto, petrificado, sin nervio ni ganas de vivir.
Por la fiesta de Todos los Santos, vio que las mujeres de Arévalo, vestidas de negro perpetuo, iban como un reguero de hormigas hasta el cementerio situado a las afueras de la ciudad. Y, en el cementerio, parecían encontrar su destino natural. Era gente de una tumbofilia declarada, manifestó después en sus memorias. Le repugnaba en grado sumo que la ciudad entera se hallase gobernada por la Iglesia, por la santa mafia, como Maruja denominaba al sector clerical. Y un día, ni corta ni perezosa, decidió hacer un gesto absurdo e inútil, pero que permitiera reventar a su modo el mundo necrófilo y beatón en el que se encontraba: ¡montada en bicicleta, se metió hasta el altar mayor de la iglesia de San Miguel en lo que allí se celebraba misa solemne! Los feligreses –había muchos padres de sus propios alumnos- la observaban escandalizados. Sin comprender la actitud provocadora de la muchacha y presos de un alucinamiento que a Maruja Mallo no le impedía mirar de frente y de forma alternativa a la concurrencia y al cura que oficiaba en el presbiterio. En esos breves instantes constató que, aunque los tenía al alcance de su mano, se hallaba a mil años luz de aquel sacerdote que mascullaba oraciones en un idioma de otras épocas y de aquellas gentes que decían amén a todo y para las que el tiempo nada contaba. Se vio ajena a sus mitos y ritos, a sus conductas y usanzas, a sus modos de entender la vida… Y volvió a desandar en bicicleta el pasillo central de la iglesia para retornar al Hotel Jardín”.


Maruja Mallo y Andy Warhol. (Internet)

Maruja Mallo, antes y después de llegar a Arévalo, gozó y gozaría de la amistad de la élite intelectual del momento: Rafael Alberti, Miguel Hernández, María Zambrano, Ortega y Gasset, Federico García Lorca, Luis Buñuel, Salvador Dalí, Melchor Fernández Almagro, Ramón Gómez de la Serna, Benjamín Palencia, Joan Miró, Pablo Picasso, Max Ernst, André Breton, Pablo Neruda, Gabriela Mistral, Andy Warhol... Y, además, había expuesto su obra en París con notable éxito, hasta el punto de que el gobierno francés adquiere una de sus obras para exponerla en el Museo Nacional de Arte Moderno.
Así explica Adolfo Yáñez su relación con Arévalo y su Tierra:

¿Qué hacía, pues, en un lugar como aquel? ¿Qué hacía en ese pueblo de múltiples desolaciones, de rudo clima y rudas mentes? ¿Merecía la pena estrellarse contra el paredón ancestral e infranqueable de las costumbres políticas, sociales y religiosas que allí imperaban?
(…)
Como ella escribiría más tarde se dejaba perder “por la sobria llanura de Castilla, sobre las eras y las huertas, cerca de los trillos y las norias, los graneros y las chozas que encierran las cosechas” (…) le interesaban “las bodegas, los establos, las paneras solidarias de la mies, las vides, los rebaños y los ganados”… le estremecen “las faenas de los campos, las noches y los días, la compenetración de arados y lunas, soles y hoces, graneros y estrellas”. A veces, coge su bicicleta y recorre los pueblos de alrededor de Arévalo. “Son pueblos que dialogan con los astros, que colaboran con las constelaciones, pueblos que en otros tiempos fueron dominadores del mar, tierra y aire, héroes en la naturaleza, edificadores de ciudades”. Encuentra que “en los campos de labor, las tierras aradas, sembradas, recolectadas, son manifestaciones que giran con el año como una esfera”. (…) Castilla se le ofrecía con otro pulso, con otro ritmo, con una sugerencia espiritual inédita que otros literatos y pintores no supieron descubrir.
Tras dejar el instituto de Arévalo, saldrá transformada como mujer y como pintora. Pronto alumbrará un lienzo desconcertante y famoso: “La sorpresa del trigo” que recorrerá España llamando la atención del público y de la crítica. (…) Ensoñaciones arevalenses puede tener también “El canto de las espigas”, pintado en 1939 y que hoy se expone en el Museo Reina Sofía de Madrid.
La sorpresa del trigo (1936). Oleo sobre lienzo de Maruja Mayo (Internet)

Como vemos una mujer que, teniendo una íntima relación con Arévalo y su Tierra, ha pasado y pasa desapercibida injustamente. Una artista de primera línea, de la vanguardia cultural de una España que renacía y que ha quedado sumida en el olvido.
No nos equivoquemos, Maruja Mallo tuvo y tiene un papel destacado en la historia del Arte, y ese arte tuvo parte de inspiración en Arévalo y su Tierra.
Pero, como de costumbre, Arévalo olvida a sus hijos a los que destacaron, a los que sobresalieron, a los que despuntaron del rancio rasero del inmovilismo reaccionario. Esta historia de gloria y olvido se repite una y otra vez.
Debe ser endémico.

Algunas obras de Maruja Mallo:


El canto de las espigas (Museo Reina Sofía)

Antro de Fósiles de la serie Cloacas y campanarios (Museo Reina Sofía)

La verbena (Museo Reina Sofía)

Cabezas y Atletas (Galería Mayoral)



sábado, 22 de julio de 2017

TORO ANTITAURINO

TAUROMAQUIA DE COBARDES:
Así presentaba el artista español su obra realizada el pasado mes de mayo sobre un toro de Osborne situado en las Salinas de Santa Pola:
El monstruo de la guerra fue retratado en 1937 y Guernica es sólo uno de sus nombres, le gusta pastar donde hay inocentes y desarmados. Tauromaquia de cobardes. Reverencia a Picasso”.

Con esta obra, Sam3 une dos acontecimientos históricos como el bombardeo de Guernica y el cuadro de Pablo Ruiz Picasso con el mundo de la tauromaquia representada por el toro de Osborne. Con ello ha conseguido hacer un alegato contra el horror de la guerra y contra cualquier tipo de violencia, incluida la tauromaquia “tauromaquia de cobardes”.

Antecedentes:
1:
 El 26 de abril de 1937 se produjo el bombardeo de la localidad vizcaína de Guernica, es decir, este año se han cumplido 80 años de aquella horrible acción de guerra que tenía como misión principal, no la de debilitar objetivos militares, sino la de causar el mayor daño posible entre el pueblo llano.
El bombardeo tuvo lugar durante la guerra civil española y lo realizó el bando del general Franco, sublevado contra el gobierno de la Segunda República Española constituido democráticamente. Técnicamente la operación se llamó “Rügen” y la llevaron a cabo aviones de los ejércitos italianos y, principalmente, alemanes que luchaban a las órdenes del general golpista.
Resultados del bombardeo de Guernica. (Foto Agencias)

El bombardeo, a lo largo de la historia, se ha llegado a denominar como “experimental” y tenía la finalidad de causar la mayor destrucción posible y el mayor número de bajas entre la población civil. Según Wolfram von Richthofen, comandante de la legión Cóndor alemana, en Guernica se probó nuevo armamento y munición que años más tarde se destinaría para en la II Guerra Mundial por parte del ejército alemán. Se utilizaron primero bombas explosivas, seguidamente bombas incendiarias, mientras se ametrallaba desde aviones cazas a la población civil que huía.
Guernica después del bombardeo (Foto Efe)

Esto fue lo que escribió el comandante de la legión Cóndor tras el ataque: “Guernica, villa de 5.000 habitantes, ha sido literalmente asolada. (...) Las bombas de 250 kilos derribaron buen número de casas y destruyeron las cañerías. Las bombas incendiarias tenían ahora tiempo para desplegar su eficacia. Las casas estaban construidas con cubiertas de teja, galerías de madera y entramado del mismo material, por lo que fueron completamente aniquiladas. (...) Aún se ven hoyos de bombas totalmente increíbles. (...) Así pues, sólo un completo éxito técnico de nuestras bombas de 250 y de las EC.B.1.

2:
Acto seguido, entre mayo y junio de 1937, el artista malagueño Pablo Ruíz Picasso pintó el óleo conocido mundialmente como Guernica con el que quiso  reflejar el horror de aquella acción bélica. Lo realizó a petición del gobierno legítimo español de la II República y fue expuesto en la exposición internacional de París de 1937.
Pablo Ruiz Picaso (Foto Arnold Newman)

Una vez terminada la guerra civil, e instaurada la dictadura franquista, el cuadro pasó a exponerse desde 1940 en el Museo de Arte Moderno de Nueva York, pero con el deseo explícito del autor de que fuese llevado a España una vez fuera restaurada la democracia. Picasso no llegó a ver cumplido su deseo pues murió en 1973 en Francia, cuando aún reinaba la dictadura franquista en España. Tras la llegada de la democracia, después de años de trámites la obra llegó al Casón del Buen Retiro en 1981 y, finalmente, en 1992 se instaló definitivamente en el Museo Reina Sofía de Madrid.
El Guernica de Picasso (Foto Museo Reina Sofía)

Esta impresionante obra de Picasso es considerada como un icono antibelicista pues refleja el horror de las acciones de guerra sobre la población civil. Es un óleo sobre lienzo con unas dimensiones de 7,75m de largo por 3,49m de ancho. Se han cumplido, por tanto, también 80 años de la creación de esta impresionante obra pictórica.

3:
Por otro lado la valla publicitaria conocida como el toro de Osborne es obra del publicista español Manolo Prieto creada en 1956 por encargo de este conocido grupo empresarial. En principio más pequeñas y de madera, en 1962 se instalan en metal y con las dimensiones actuales que alcanzan una altura de 14 metros.
Aspecto inicial de las vallas publicitarias (Foto Internet)

En 1988 Se prohíbe la publicidad en las carreteras y tras una larga controversia, finalmente, las vallas del toro se mantienen pero sin ningún tipo de rotulación publicitaria. Tras varias denuncias y sentencias, finalmente, el toro de Osborne es declarado por el Congreso de los Diputados “patrimonio cultural y artístico de los pueblos de España”. Y en 1997 el Tribunal Supremo dicta sentencia a favor de su mantenimiento en las carreteras debido a su “interés estético o cultural”.
En muchos sitios de la geografía española las vallas han sufrido la acción de aquellos que no aceptan que la figura del toro represente al patrimonio cultural de nada y menos de todos los pueblos de España. Multitud de mutilaciones, pintadas y hasta derribos se han venido produciendo desde que se instalaron estos carteles publicitarios y se han incrementado desde que se declararon patrimonio cultural y artístico.
La reparación y el mantenimiento de las vallas corresponde al grupo empresarial para el que fueron creadas y propietario de las mismas.

Hasta aquí enciclopedia e historia. Ahora tirando de prensa y observación propia:
El Pasado 18 de mayo de 2017, es decir 80 años después del bombardeo y de la creación del Guernica por Picasso, el artista urbano conocido como Sam3 reprodujo partes del cuadro en un toro de Osborne situado en la localidad alicantina de Santa Pola.
Estado actual de la valla publicitaria de Santa Pola. (Foto LJM)

Esta fue la presentación oficial de Sam3 de su obra en las redes sociales: “El monstruo de la guerra fue retratado en 1937 y Guernica es sólo uno de sus nombres, le gusta pastar donde hay inocentes y desarmados. Tauromaquia de cobardes. Reverencia a Picasso”.
"Guernica es guerra y todo lo que esto significa: horror, abuso, desastre, muerte, víctimas, espectáculo, esto mismo es la tauromaquia." Este es su tributo antitaurino basado en el horror que emana del cuadro de Picasso.
Detalle de la obra de Sam3 que reproduce el Guernica de Picasso. (Foto LJM)

A nivel biográfico, el artista se llama Samuel Marín, nació en Elche en 1980, creció en la provincia de Murcia y actualmente reside en Madrid. Estudió Bellas Artes en la Universidad de Granada e Ilustración en la Escuela de Diseño y Arte Eina, adscrita a la Universidad Autónoma de Barcelona.
A nivel artístico sí hay más documentación ya que sus obras pueden contemplarse en Atenas, París, Quito, Lisboa, Atlanta, Belén, Buenos Aires, Nueva York, entre muchos otros lugares, y en España en Murcia, Alicante, Barcelona, Castellón, Elche, Madrid…
El creador ilicitano/murciano critica el mundo de la tauromaquia sobre el toro que se encuentra en las Salinas de la localidad alicantina. Es visible desde la carretera N332, concretamente en las inmediaciones del área de descanso situado en el Km. 84 de esta carretera nacional en dirección a Santa Pola, dentro del parque natural de las Salinas de Santa Pola.
El Ayuntamiento de Santa Pola se ha mostrado a favor de que la obra permanezca sobre el toro de Osborne y así se lo ha hecho saber al grupo empresarial. Pero la casa Osborne sólo admite retrasar el momento de pintar la valla "en atención a la petición de su Ayuntamiento y a la reputación del artista urbano".
Detalle de la obra de Sam3 sobre el toro de Santa Pola. (Foto LJM).

Dado el interés de la obra de Sam3 y su prestigio a nivel internacional, sería conveniente que desde el ayuntamiento de Santa Pola o, incluso, desde la Generalitat Valenciana se adquiriera esta valla publicitaria para preservarla en el tiempo como un icono antitaurino y antibelicista. También sería un detalle por parte del grupo empresarial propietario de la valla que cediera sus derechos sobre ella al ayuntamiento santapolero.

En Arévalo, a veintidós de julio de 2017.
Luis José Martín García-Sancho.

Algunos titulares de la prensa:
El País: “El toro de Osborne de Santa Pola, convertido en lienzo para un Guernica antitaurino”.
El diario.es: “El artista urbano Sam3 pinta el Guernica en un toro Osborne en Santa Pola como denuncia antitaurina”.
El Mundo: “Pintan escenas de cuadro de Picasso en una de las vallas publicitarias de Santa Pola”.
Diario información.es: “Sam3 le dedica un toro de Osborne al "Guernica" de Pablo Picasso. El reconocido artista urbano ilicitano cuestiona el mundo de la tauromaquia sobre este icono publicitario”.
El periódico: Un grafitero pinta el 'Guernica' de Picasso en un toro de Osborne.

Estas son algunas de las obras del artista urbano Sam3:
Esta obra de Sam3 está realizada sobre el muro que separa la localidad palestina de Belén del resto del territorio israelí. Representa una escalera mecánica que supera el muro y lleva hacia un territorio libre. (Foto Naiara Galarraga)

Obra se Sam3 que se puede ver en Murcia.

esta impresionante obra se encuentra en Lisboa.

en Besanzón, Francia.

En Castellón (Foto Pascual Arnal).

Imagen creada para el festival internacional FAME que se puede ver también en Valencia.

El columpio en Murcia.

"Ánfora" en el Instituto público 14º del barrio de Koukaki en Atenas. (Foto Sam3)


Icaro construyendo la torre de babel en Schwäbischhall, Alemania. (foto Sam3)

La Sagrera, Barcelona. (foto, Fernando Alcalá Losa)

domingo, 16 de julio de 2017

DECIDME




Decidme, por qué tiemblan bosque y río
cuando por la llanura se os ve venir,
por qué huyen los pájaros del camino
y volando se alejan raudos de allí.
Por qué manantiales y fuentes de siglos,
sin más, se quedan secos, les llega el fin,
y grandes cauces con ruinas de molinos
son solo un lecho de arena y polvo vil.
Decidme por qué aquel pueblo querido
antaño bullicioso y trabajador febril
ahora se encuentra abandonado, vacío,
ya a nadie le importa ni octubre ni abril
pues se han ido o se han muerto los vecinos,
olvidado queda hogar, techo, cubil,
por qué el mañana no existe, se ha ido
con el aire del agricultor gentil.
Dónde está el agua que bebían los cultivos,
dónde la fuente, el prado, el rebaño, el redil,
dónde queda ahora el orgullo campesino
el pueblo que labraba su destino
trazado a golpe de arado y surcos mil.
Decidme por qué el vergel ahora es hostil,
Decidme quién borró aquel recto camino
que iba hacia un horizonte sin fin.

En Arévalo, a dieciséis de julio de 2017.
Luis José Martín García-Sancho.

martes, 4 de julio de 2017

HABLANDO CON LAS GAVIOTAS




Me lo dijo un día de invierno un anciano sentado en una terraza frente al puerto de Santa Pola: "Si realmente quieres conocer este lugar hazte amigo de las gaviotas. Ellas mejor que nadie saben todos los secretos de esta tierra, de este mar y de estas salinas. Escúchalas, nunca hablan en vano".
Le busqué este verano en la misma terraza y en todas las del paseo marítimo. Pregunté por él, pero nadie le conocía. Nunca le volví a ver, pero le hice caso, escuché a las gaviotas. Ellas me hablaron del mar, de las salinas, de la tierra.

JUNIO DE 2017

- Somormujo lavanco (Podiceps cristatus)

- Zampullin cuellinegro (Podiceps nigricollis)


- Zampullín común (Tachybaptus ruficollis)

- Avetorillo común (Ixobrychus minutus)

- Garcilla cangrejera (Ardeola ralloides)

- Garcilla cangrejera y garceta común (Egretta garcetta)
- Garceta común (Egretta garcetta)

- Garceta grande (Ardea alba) a la izquierda con garza real y fumarel cariblanco.

- Garza real (Ardea cinerea)

(vistos u oídos: avetoro, martinete, garcilla buellera, y garza imperial, todas las especies de garzas presentes de forma regular en España).

- Flamenco común (Phoenicopterus ruber)
inmaduros y subadultos:
Flamencos y gaviotas picofinas
Adultos y subadultos
 Adulto con muda rara.
 Adultos alimentándose


- Malvasía cabeciblanca (Oxyura leucocephala)



- Cerceta pardilla (Marmaronetta angustirostris)

- Tarro blanco (Tadorna tadorna)

- Pollo de pato colorado (Netta rufina)

- Calamóm común (Porphyrio porphyrio)


- Focha común (Fulica atra)

el baño de la familia focha.

- Polla de agua (Gallinula chloropus)

- Avoceta común (recurvirostra avosetta)

 Pollo

Reflejos

- Cigüeñuela común ( Himantopus himantopus)
 Reflejos

Gaviota cabecinegra (Larus melanocephalus)


- Gagiota reidora (Larus ridibundus)

- Gaviora picofina (Larus genei)

- Gaviota de Audouin (Larus audouinii)

Una de ellas estaba anillada en su pata derecha con las letras "AMI V"

- Gaviota patiamarilla (Larus michahellis)

Pollos de patiamarilla
detalle de los dedos palmeados
 Dos estampas características


- Charrán común (Sterna hirundo)
 colonia de cría


- Charrancito (Sterna albifronts)
 El celo del Charráncito, el macho ofrece un pez a la hembra antes de las cópulas.

- Fumarel caribñanco (Clidonias hybridus)

- Tórtola común (Streptopelia turtur)

- Tórtola turca (Streptopelia deacaocto)

- Críalo europeo (Clamator glandarius)

- Golondrina común (Hirundo rustica)

- Lavandera blanca (Motacilla alba)

- Alcaudón real (Lanius meridionalis)

- Gorrión común (Passer domesticus)

- conejo (Oryctolagus cuniculus)
Cuando un conejo cae a un canal muere ahogado al no poder salir

Todas las fotografías han sido tomadas entre Elche y Santa Pola entre el 17 y el 24 de junio de 2017.

Salinas del Pinet:
 Dunas del Pinet
 Salinas de Santa Pola 
  Salinas de Santa Pola 
  Salinas de Santa Pola 
  Salinas de Santa Pola 
  Salinas de Santa Pola 
  Salinas de Santa Pola 
 Embalse del Hondo
 Embalse del Hondo
 Embalse del Hondo
 Embalse del Hondo
  Embalse del Hondo
 Embalse del Hondo
 Embalse del Hondo

 Clot de Galbany
 Clot de Galbany
 Clot de Galbany
 Clot de Galbany

Montes del Cabo de Santa Pola
 Montes del Cabo de Santa Pola

Paseo marítimo de Santa Pola
  Playas de Santa Pola
  Playa de Levante
 Playa Lisa
  Puerto de Santa Pola

Recorrí también todas las playas buscando a aquel anciano, las calas de Santa Pola este, las de Santiago Bernabéu, playa de levante, gran playa, playa lisa. Ya había desistido cuando decidí seguir buscando en la playa del Tamarit que se extiende por el cordón de dunas hacia el oeste, bordeando las salinas.
Allí encontré a un grupo de pescadores que, caña en mano, estaban cruzando la desembocadura del río Vinalopó. Les pregunté, dijeron que no le conocían, casi todos eran jubilados de Madrid. Uno de ellos se quedó algo más rezagado y me dijo:
“Quizás usted pregunte por el Braulio, un viejo marinero jubilado del puerto de Santa Pola . Sus sobrinos le han ingresado hace un par de meses en un centro de salud mental, ya sabe uno de esos manicomios modernos. Se había vuelto loco. Últimamente aseguraba que hablaba con las gaviotas”.


Antes de irme me despedí de las gaviotas.

En Santa Pola, junio de 2017.
Fotos y texto: Luis José Martín García-Sancho.