A simple vista parece que las sociedades modernas hace
poco que hemos inventado el ecologismo, ambientalismo o como queramos llamarlo.
Pero, en realidad, el respeto a la naturaleza como madre que nos sustenta es
algo que llevamos dentro desde siempre y que las llamadas sociedades
desarrolladas parece que hemos olvidado o que no queremos ver.
El siguiente artículo fue publicado en el blog de La Llanura, el 29 de marzo de 2011 con el título "Cuando se cae un mito", sobre el texto atribuido al jefe Seattle, nativo de América del Norte, en el que contestaba al presidente de los Estados Unidos sobre la compra de los terrenos donde vivía su pueblo en el actual estado de Washington, en la costa noroeste del país:
El siguiente artículo fue publicado en el blog de La Llanura, el 29 de marzo de 2011 con el título "Cuando se cae un mito", sobre el texto atribuido al jefe Seattle, nativo de América del Norte, en el que contestaba al presidente de los Estados Unidos sobre la compra de los terrenos donde vivía su pueblo en el actual estado de Washington, en la costa noroeste del país:
Todo comenzó hace treinta y tantos años, cuando leí una carta escrita por un jefe indio al presidente de los
Estados Unidos de América. Supongo que ya era ecologista, aunque imagino que
entonces ni siquiera sabía que lo fuera. El caso es que aquel texto me
impresionó y lo he recordado todos estos años. Lo consideré como un documento
entrañable, actual, con bellas y duras verdades. En él se decían cosas como que
la tierra no pertenece al hombre, sino que es el hombre quien pertenece a la
tierra. Que el agua, el aire, los animales y las plantas son nuestros hermanos.
Que todo está relacionado, que el hombre no es más que un hilo de la red de la
vida, y que todo lo que haga a la red se lo hace a sí mismo, Que todo lo que
nos rodea es un préstamo que debemos devolver íntegro a nuestros hijos.
Muchas veces he pensado en este texto.
Muchas veces he utilizado en mis escritos frases sueltas que recordaba. A veces
pensé en buscarlo para recordar cada frase, pero siempre se me olvidaba o no
daba con él. Hace unos años, gracias a Internet, he podido buscar y al final lo
he encontrado. Sólo tuve que recordar que ese texto era una carta escrita por
un jefe nativo de Norteamérica al presidente de los Estados Unidos.
Jefe Seattle
Ese documento es uno de los más
preciados por los ecologistas, se trata de la carta que, supuestamente, envió
el jefe nativo Seattle, al presidente de los Estados Unidos Franklin Pierce en 1855, en respuesta a la oferta
de compra de las tierras de las tribus Suquamish y Duwamish en el noroeste de
los Estados Unidos, lo que ahora es el Estado de Washington. En numerosos
ámbitos ecologistas se le considera como "la declaración más hermosa y
profunda que jamás se haya hecho sobre el medio
ambiente".
Desde el movimiento ecologista son
muchos los que creen que esta carta existió realmente pero, para hacer honor a
la verdad, he de decir que no es así. He consultado referencias, distintas
fuentes y he averiguado que, aunque el jefe Seattle sí existió, nunca escribió
dicha carta, al menos tal y como yo la recordaba. Lo que en verdad hizo el jefe Seattle
fue pronunciar un discurso el 10 de enero de 1854, ante Isaac I. Stevens, el
nuevo Gobernador y Comisionado de Asuntos Indígenas para los Territorios de
Washington en respuesta a la oferta de compra de las tierras de los Suquamish.
Este discurso fue escuchado por el Dr. Henry A. Smith, el cual publicó un
resumen en el semanario Seattle Sunday Star, en 1887, es decir 33 años después,
a partir de las notas originales que tomó.
Semanario Seattle Sunday Star de 1887
Ochenta y cinco años después, en 1972, este
artículo fue recreado para un documental sobre medio ambiente "Home"
que fue producido en Estados Unidos por la Convención Bautista del Sur. Sólo
que los productores hicieron algunos cambios y convirtieron el discurso
pronunciado por el jefe Seattle en una carta enviada al Presidente Franklin
Pierce. El Jefe Seattle jamás escribió dicha carta. Su discurso, tal y como fue
reproducido por Smith, tiene muy poco que ver con el texto creado para el cine
que, aunque basado en hechos reales, se crea para la ficción. El documento de la
versión cinematográfica es el que más ha circulado, y fue escrito por Ted
Perry, profesor de teatro en la Universidad de Texas, para el documental “Home”.
Perry jamás imaginó que este guión fuera utilizado como una bandera por el
movimiento ecologista, convencidos de su veracidad.
Aunque comete algunos errores
históricos al poner en boca de Seattle las matanzas de bisontes en las praderas
desde el ferrocarril, ya que el ferrocarril llegó a esos territorios cincuenta
años después de la fecha en que se pronunció el discurso, no quita veracidad al
hecho documentado de que esas matanzas se produjeron realmente. Lo cierto es
que el texto de Perry relata hechos que sucedieron y describe con un bello
lirismo costumbres y formas de pensar de una buena parte de los nativos
americanos. Lo único que hizo fue poner todos los sentimientos de varios
pueblos en boca de un solo jefe nativo.
Montaña a base de cráneos de bisontes después de la matanza
Entre la ficción y la realidad, el
texto de Perry basado sólo levemente en el discurso que el jefe Seattle
pronunció hace 156 años, sigue siendo una obra que impresiona y que a casi
nadie deja indiferente. No es la primera vez que una película se convierte en
abanderada de algo o contra algo. Ahí tenemos destacados ejemplos como
“Apocalypse now” (1979), por citar sólo uno.
Aunque al reencontrarme con esta carta
he descubierto que no todo lo que yo creía era verdad, me he dado cuenta de que
lo importante es el mensaje que encierra, que es lo que al fin y al cabo se
quedó grabado en mis recuerdos. Ahora ya no me preocupa tanto si lo que en ella
se dice fue escrito para una película, lo que realmente importa es que lo que
expresa a mí me resulta bello y emotivo y que representa la sabiduría de un
pueblo que convivía con la naturaleza y que respetaba y amaba a todo aquello
que le rodeaba y que por este motivo estorbaba al hombre blanco y por ello fue
recluido en reservas.
De hecho Perry bien pudo basar parte de
su guión en la vida y obras de Búho Gris. Un hombre nacido en Inglaterra en
1888 con el nombre de Archibald Stansfeld Belaney pero que quiso marcharse a
Canadá a la edad de 17 años, para vivir como un salvaje. Y que para ello se
hizo pasar por un mestizo de padre escocés y madre apache que había huido de
los Estados Unidos para unirse a la tribu Ojibwa. Vivió como un nativo, y
adoptó la identidad y modo de vida de los ojibwa con los que convivió toda su
vida. Se rigió por un lema: la especie humana pertenece a la naturaleza.
Búho Gris, jefe Ojibwa
El jefe Seattle cedió sus territorios
al gobierno y murió en la reserva. Fue un jefe querido y respetado, de hecho la
capital del Estado de Washington, Seattle, lleva su nombre.
He oído que el guión escrito por Perry
es la “biblia” del ecologismo y que en ella todo está escrito. He leído que
esta es la bandera del ecologismo. He de deciros que yo no creo en libros
cerrados sino en los que están por escribir, en aquellos que se escriben en
cada momento y que a todas las banderas las ondea el mismo aire, el que respiró
el jefe Seattle, que es el mismo que ahora respiramos nosotros.
Arévalo
a 29 de marzo de 2011
Luis
José Martín García-Sancho.
Comparad
vosotros mismos ambas versiones:
- La
versión original de 1887 escrita por Henry Smith:
- Guión
de Ted Perry (1972) para el documental Home:
Artículo publicado en el blog de La Llanura, el 29 de marzo de 2011