Paseo por el pasado
Texto y fotos Luis J. Martín
En el municipio segoviano de Domingo García, en medio de la llanura cerealista castellana, entre los valles del Eresma y del Voltoya, se encuentra el cerro de Cuesta Grande con una altitud máxima de 986 msnm.
Cerro de Cuesta Grande
Como otros cerros que hay por los alrededores, se trata de una elevación con afloramientos rocosos de pizarras y cuarcitas, desde donde se domina toda la planicie circundante. La peculiaridad de este otero es que ha sido utilizado por el hombre para expresar diferentes formas de arte desde el paleolítico superior hasta nuestros días, ya sea representando figuras en forma de petroglifos, es decir grabadas sobre piedra, como construcciones de carácter religioso o funerario.
Petroglifos sobre pizarra
Ermita de San Isidro
Entre los petroglifos, destacan los de dos épocas muy concretas:
- Paleolítico superior: son grabados realizados en un periodo que se remonta entre 22.000 y 13.000 años. Los hay de dos estilos distintos: piqueteados sobre la roca o de trazado continuo que se distinguen peor que los anteriores. Son de representación naturalista, principalmente caballos, cabras, ciervos y bóvidos. Destacan dos grandes caballos piqueteados de mayores dimensiones que el resto de los grabados.
Grabado paleolítico que representa a un caballo, realizado por la técnica de piqueteado.
cabra piqueteada sobre pizarra
- Post paleolítico: Multitud de petroglifos representando tanto figuras aisladas, como escenas realizadas en un periodo que comprende desde la edad del bronce hasta el siglo XI de nuestra era. Datándose los más antiguos hace unos 3.200 años. La mayoría son figuras humanas a pie o a caballo y, muchas de ellas, nos muestran escenas de lucha, caza o pastoriles. En este grupo destacan grabados de jinetes en actitudes bélicas provistos de espadas, lanzas y escudos.
Escena bélica de dos jinetes con escudo y espada
Jinete provisto de lanza y espada
Por otro lado, en una elevación menor se encuentran las ruinas de la ermita de San Isidro, que data del siglo XII y que da nombre al cerro sobre el que se levanta y que, como otras muchas de la época, se piensa que pudo ser construida por los templarios, ¿teoría o leyenda? A los pies de la ermita se pueden ver tumbas antropomorfas escavadas sobre roca, que algunos autores datan como visigodas, y que, inicialmente, estarían tapadas por una gruesa lápida de pizarra.
Restos de la ermita de San Isidro
Tumbas antropomorfas escavadas en roca
Muy cerca de allí, en el municipio de Ortigosa de Pestaño, se pueden observar dos signos evidentes del pasado y como los avances del "progreso" castigan especialmente a los pequeños núcleos rurales:
Por un lado, lo que fueron antiguos tendidos eléctricos cuyos postes se construyeron en piedra y que hoy quedan como un pintoresco y original recuerdo de antiguos usos. Guardando las distancias, si en Italia se puede visitar la torre inclinada de Pisa, aquí se puede ver el famoso poste inclinado de Ortigosa, desafiando la misma ley que la renombrada torre: la de la gravedad.
Famoso poste inclinado de Ortigosa
Antiguos postes de tendido eléctrico en Ortigosa de Pestaño.
Y por otro lado la olvidada y abandonada estación de ferrocarril con sus andenes, vías sin raíles, silo... Presenciando, tal vez con cierta envidia como justo al lado del pueblo pasa el Ave que va a Valladolid, pasando olímpicamente de pequeños pueblos como Ortigosa y condenándolos al olvido y a la desaparición. El Ave es el paradigma de un progreso que une ciudades con rapidez a costa de hundir pueblos lentamente.
Estación de tren de Ortigosa de Pestaño
VISITA AL CERRO DE CUESTA GRANDE:
Petroglifos y ermita de San Isidro:
- Fecha: 3 de febrero de 2013
- Lugar de encuentro: plaza del Arrabal de Arévalo
- Hora de salida: 9:45 de la mañana
Actividad propuesta por el Grupo de Medio Ambiente de La Alhóndiga de Arévalo:
Localización del cerro de Cuesta Grande
Entrevista en radio Adaja: