sábado, 25 de marzo de 2017

ESCUCHAR MIRADAS


Ya no escuchas su mirada
no hueles sus pasos lentos,
no degustas sus palabras,
no tocas su silencio quedo,
ni ves a sus pensamientos.
Entre estas cuatro paredes
o en el campo abierto y fresco,
por las calles concurridas
o en este río ahora seco,
dónde están vuestras pisadas,
ya no queda ningún resto.
Puedes volverte más mudo,
puedes quedarte más ciego
y sumirte en la sordera,
pues todo te importa un bledo.
Ahora miras y no ves,
por no decir, con el dedo
sellas tus labios resecos
y tus oídos taponas
con los puños entreabiertos.
Pero no digas que calle
a quien expresa deseos,
críticas o sugerencias,
denuncias o mamoneos,
deja que hable y exponga
el soliloquio del lego
o el discurso del experto.
Pero no mandes callar
a quien escucha miradas,
a quien huele pasos lentos,
a quien palpa los silencios,
a los que saborean versos,
o pueden ver pensamientos.
Porque no puedes dictar,
sumido en tu silencio,
quien habla y quien es mudo,
quien mira y quien es ciego,
quien escucha y quien es sordo,
quien es necio y quien es cuerdo.

En Arévalo, a 25 de marzo de 2017.
Luis José Martín García-Sancho.



martes, 21 de marzo de 2017

DUENDES

Macho adulto de corzo y corcino.


Texto y fotos: Luis José Martín García-Sancho.

         Soy Capre, me llaman el duende del bosque por lo difícil que resulta verme. Me he pasado toda la noche ladrando. Ayer, los cazadores lograron separar de mi lado a Preola, mi compañera, y a mi hijo Canos. No sé si habrán conseguido abatirlos o si seguirán vivos.
         No debimos salir del bosque. Pero Canos se empeñó en ir a pastar al campo de cebada que hay entre los dos pinares, sin darse cuenta de que los cazadores nos estaban esperando. Su madre le siguió sin hacer caso a las insinuaciones de peligro que les hacía desde el borde del bosque.
Corcino y corza adulta

         Nada pude hacer cuando oí los disparos, salvo correr hacia la espesura. No deberían haber disparado, no está bien. Los cazadores deberían saber que si nos acosan Preola puede perder el corzo que lleva en sus entrañas.
         Realmente, cubrí a mi compañera a principios del verano pasado, cuando el pequeño Canos perdió todas sus motas blancas. Sin embargo el embarazo no se hizo efectivo hasta que comenzó el invierno. Este retraso en la gestación, nos proporciona a los corzos mayor éxito reproductor que a la mayoría de los cérvidos silvestres.
Corza adulta.

         Pero ahora parece que los he perdido, el alba me indica que empieza un nuevo día y que debo encamarme en la espesura del pinar. Al atardecer seguiré buscando, aunque el tiempo corre en mi contra. Todo parece indicar que he perdido a mi familia y que me encuentro solo una vez más.
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         Un pequeño grupo de personas desafiaba a la niebla y al hielo del amanecer. Dejaron sus coches en el camino y se acercaron andando hasta el borde del río. El incipiente sol intentaba levantar la niebla sin conseguirlo del todo, lo que provocaba una luz especial en los grandes cortados rojizos y verticales del río. “Seguramente estaremos en uno de los lugares más bellos y desconocidos del Adaja”. Se oyó decir a uno de aquellos individuos.
Cortados rojos del Adaja al atardecer.

         Hicieron muchas fotos. El lugar lo merecía. Y decidieron cambiar de orilla para observar el impresionante paisaje desde el lado opuesto, desde el gran pinar. Así que montaron nuevamente en sus vehículos y entraron al corredor del Adaja por las calles de una urbanización fantasma y paralizada. “Esto es una monstruosidad”. Comentó uno de aquellos visitantes. “¿Cómo se puede consentir que se destruya un paraje como este?”.
Pinar de Villanueva de Gómez herido por unas calles fantasmas.

         Llegaron a una enorme balsa, impermeabilizada con un grueso plástico negro. Los que no conocían el lugar quedaron impresionados. Pero, entre la niebla se distinguía otra diez veces más grande que la anterior, con la escasa visibilidad, no se veía el final. “¿Para qué es esto?”. Se atrevió a preguntar uno de ellos. Otro les respondió que eran balsas para regar los tres campos de golf que estaban previstos construirse en el pinar y en el valle del río que tanto les había gustado y que se hubieran llevado a cabo si la Justicia no hubiera ordenado la paralización de las obras.
Gigantesca balsa construida en el pinar de Villanueva de Gómez.

         Retornaron a los coches para observar in situ el lugar destinado a los campos de golf y a las urbanizaciones. Discutían vivamente sobre la innecesaria destrucción de aquel paraje tan valioso, sobre la falta de protección del lugar, sobre la desidia de la consejería de Medio Ambiente por no haber intentado acabar con la destrucción antes, siquiera, de que esta hubiera empezado. Que habían tenido que ser los ecologistas los que denunciaran aquella aberración para que la Justicia actuara.
         En estas estaban, cuando un poco más adelante, surgieron dos siluetas entre los pinos cercanos. “¡Son corzos!”. Gritó uno de ellos, al mismo tiempo que se los señalaba a los otros coches. En escasos segundos desaparecieron entre la espesura del pinar. “¡Qué suerte hemos tenido! Los corzos son dificilísimos de observar. Por eso los llaman los duendes del bosque”. Todos se alegraron de aquella fugaz visión. 
Joven corzo y corza adulta 

         Preola y Canos se habían encamado demasiado cerca del camino y, al notar la presencia de los coches, huyeron con sus colas erizadas en señal de alarma, aumentando así la extensión del blanco y llamativo escudo anal característico de la especie.
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         Antes de verlos, me levanté de mi encame. El aire me traía fragancias conocidas. Salí a su encuentro en silencio. Al rato los vi. Afortunadamente los cazadores no han herido a nadie. Nuevamente estamos juntos. Aunque antes del verano deberé expulsar a Canos del grupo para que se independice. Ley de vida. Mi padre hizo lo mismo conmigo hace tres años.
Corzo adulto y cuartos traseros de una corza

En Arévalo, a 26 de enero de 2011.

Publicado en el número 22 de La Llanura de Arévalo de marzo de 2011.




lunes, 20 de marzo de 2017

EN MEMORIA DE ÁNGEL RAMÓN




Por qué me dicen que te has ido
si aún escucho tus palabras
sobre pueblos ya perdidos.
Por qué me dicen que no existes
si aún leo tus escritos
sobre caminos antiguos, revividos.
Por qué me dicen que no vuelves
si en la ribera del río
aún tus recuerdos guardo
y en los pinares tan vivos.
Si cuando verdean las viñas
oigo que me hablas del vino,
si cuando recorro los campos
siento tus pasos conmigo.
Por qué me dicen que te has ido.

En memoria de Ángel Ramón González.
En Orbita, a 18 de marzo de 2017.

Luis José Martín García-Sancho.


El sábado 18 de marzo de 2017 La Alhóndiga rindió un sencillo homenaje en recuerdo a Ángel Ramón González  en la plaza de Orbita, su querido pueblo.
Para ello se instaló una escultura del artista arevalense Juan Jesús Villaverde. Representa un libro, un arado y unos surcos donde se leen las palabras: PUEBLO, ORBITA y unas letras sueltas a modo de simiente de donde nacerán sus palabras. Y en la placa:
Su amada tierra.
A Ángel Ramón González.
“La Alhóndiga” Asociación de Cultura y Patrimonio.

Participaron en el acto en primer lugar la alcaldesa y sobrina del homenajeado Mari Luz González Muñoz:

A continuación intervino su nieta Inés que leyó un sentido texto:


Después intervino el autor de la escultura Juan Jesús Villaverde que explicó con detalle su obra y su relación con Ángel Ramón:

A continuación intervino el presidente de La Alhóndiga, Juan Carlos López, que habló de sus recuerdos sobre Ángel Ramón:

Siguió la intervención del escritor arevalense Segundo Bragado que recitó un poema dedicado al homenajeado y otro sobre el campo:

Para finalizar el acto, José Fabio López leyó un poema de Javier S. Sanchez dedicado a Ángel Ramón y un artículo del homenajeado publicado en la Llanura, revista de la que era redactor:

A la derecha con jersey granate Javier S. Sanchez autor de uno de los poemas leídos.

Algunos momentos del acto:











AL MAESTRO ÁNGEL RAMÓN GONZÁLEZ

Era el tiempo y ya no era.
Era el tiempo de la flor primera;
y, aún, el invierno glacial, entumecido,
guardaba en este último latido
una sombra feroz.
Fue tu postrera verdad.
Se fue con ella
el manojo de soles de la viña,
el alcaraván volando en la campiña
anidó en la paz de alguna estrella.
Aprendimos que al fin, de esa manera,
surcaba tu voz lenta la llanura,
y emprendiste una nueva andadura,
regalándonos tu eterna primavera.

Javier S. Sánchez.

Fabio atrapa las palabras de Ángel Ramón para después soltarlas, pues la palabra de un amigo siempre es libre.


En Orbita, a 18 de marzo de 2017.

jueves, 16 de marzo de 2017

ÁRBOLES DE FLOR SIN FLOR



El cerezo de flor, normalmente Prunus pisardi, es una especie ornamental que se utiliza habitualmente en jardinería para dar un poco de color primaveral a calles, plazas, jardines y parques. Se puede usar la variedad injertada sobre un cerezo autóctono o alguna especie híbrida adaptada al clima local. Se caracteriza por las flores de color rosa pálido y por sus hojas granates.


Grupo de cerezos en el paseo de la Alameda de Arévalo.

Veamos el estado de estos cerezos ornamentales en distintos puntos de Arévalo en pleno periodo de floración:

ARÉVALO, 16 DE MARZO DE 2017:


Grupo de cerezos de flor en el paseo de la Alameda.
Grupo de cerezos en el paseo de la Alameda de Arévalo.


Estos árboles no han sido podados el pasado otoño por lo que la floración se produce en toda la copa. Pero comparemos ahora con otros árboles de la misma especie que fueron podados excesivamente en otoño:


Grupo de cerezos ornamentales podados en otoño en la calle Teso Nuevo.

Grupo de cerezos ornamentales podados en otoño en la plaza del Arrabal.

Como se puede apreciar en esta secuencia de fotos los cerezos de flor podados en exceso el otoño pasado apenas dan flor porque las ramas de floración no se desarrollarán hasta el año que viene. las pocas flores que se aprecian han brotado de las ramitas de la temporada pasada que se han salvado de la poda.

Veamos ahora en detalle el ramaje de árboles podados y no podados:


Arriba :Copa de un cerezo de flor sin podar. 
Abajo: copa de un cerezo de flor podado.

Sólo las ramitas del año pasado que se han salvado de la poda tienen flor:

En un amplio círculo de la población existe la creencia de que las podas son necesarias para el árbol, que sin podarle se debilita y muere. Nada más lejos de la realidad, este tipo de podas que despojan al árbol de su copa son consideradas por profesionales en la jardinería como brutales y abusivas y debilitan al árbol que, en un intento desesperado para sobrevivir genera gran cantidad de ramas. Entre profanos en la materia, todavía hay mucha gente que piensa que con estas podas brutales se regenera el árbol, se le da nueva vida pero nada más lejos de la realidad, estas podas debilitan innecesariamente al árbol y le exponen a varias enfermedades.
Además se da la paradoja que en Arévalo en los últimos años se vienen plantado árboles ornamentales de flor por bastantes calles pero se les poda de tal manera que no dan flor, lo que, al menos, parece una práctica absurda.

Elijan ustedes mismos si prefieren árboles ornamentales de flor sin flor:



O árboles ornamentales de flor con flor:



Todas las fotos han sido tomadas en Arévalo el 16 de marzo de 2017 en plena época de floración del cerezo.

Enlace relacionado:  PODA, TERCIADO Y DESMOCHADO

martes, 14 de marzo de 2017

ESPACIO NATURAL RAZO BALDAIO

Bandada mixta de limícolas compuesta por aguja colipinta (Limosa lapponica), chorlito gris (Pluvialis squatarola) y correlimos común (Calidris alpina) en la playa de Baldaio. (Carballo, A Coruña) el 12/03/2017.


Luis José Martín García-Sancho.

El litoral coruñés al norte de la conocida costa da morte, tiene grandes playas atlánticas y algunos humedales interesantes.
La mañana del día doce de marzo de 2017, la lluvia nos dio una tregua y  David, Helena, Ana y yo, acompañados también por Jara, fuimos a visitar el espacio natural de Razo Baldaio, compuesto por una de las playas más grandes de Galicia y una antigua ensenada, separada actualmente del mar por un cordón de dunas litorales, donde desembocan varios ríos locales como el San Miguel o el Castelo, formando una marisma de más de cien hectáreas sometida al ciclo de las mareas. Por lo que en pleamar se encuentra completamente llena y en bajamar con zonas inundadas y amplios arenales frecuentados por miles de aves acuáticas y que esconden varias especies de mariscos.

Playa de Baldaio (Carballo, A Coruña).


El espacio es Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) y Zona Especial de Conservación (ZEC) y es una de las áreas protegidas más importantes del litoral gallego por sus valores geológicos, botánicos y faunísticos. Se encuentra en el concello coruñés de Carballo y ocupa más de tres kilómetros y medio de playas litorales como la de Razo, Baldaio y Pedra do Sal, acantilados, cordón de dunas, con algunas que superan los veinte metros de altura, y la zona de marisma con sus ríos tributarios.
Dunas litorales en la playa de Baldaio.

Marismas de Baldaio con el cordón de dunas litorales que las separan de la playa.

Detalle del cordón de dunas litorales vistas desde la marisma

Marismas de Baldaio hacia el interior.

Las marismas están parcialmente divididas por una franja de tierra para facilitar su marisqueo


Tiene una importante población de aves acuáticas que se aprovechan del ritmo de las mareras para alimentarse. Interesante población de aves limícolas que recorren en bandadas las arenas picoteando aquí y allá en busca de alimento.
Bandada mixta de limícolas compuesta por aguja colipinta (Limosa lapponica), chorlito gris (Pluvialis squatarola) y correlimos común (Calidris alpina) en la playa de Baldaio.


 Mazarico rubio o agujas colipintas (Limosa lapponica) en plumaje de invierno en la playa de Baldaio.
Arriba y abajo: Agujas colipintas, en gallego mazarico rubio, en plumaje de invierno, refugiándose del viento entre las rocas. Es característico el pico rojo con la punta negra ligeramente curvada hacia arriba.


Arriba y Abajo, grupo de chorlitos grises (Pluvialis squatarola), en gallego píldora cincenta entre las rocas de la playa de Pedra do sal.
Característico plumaje de invierno del chorlito gris.

Correlimos común (Calidris alpina), en gallego pilro común, junto a agujas colipintas.

Inmaduros de gaviota patiamarilla (Larus cachinnans), gaviota patiamarela.

Garceta común (Egretta garcetta), en gallego garzota, pescando en las marismas.

Cormorán moñudo (Phalacrocorax aristotelis), en gallego corvo mariño cristado, en las marismas.
Abajo un inmaduro.
Los cormoranes pescan buceando y después tienen que secarse el plumaje al sol o al viento.

Lapas en rocas graníticas

Mejillones entre las rocas

 La flora tanto de la costa, como de las dunas y las rocas es muy valiosa y, en algunos casos, amenazada.

Al final, una mañana redonda. A pesar del fuerte viento, que a veces barría la fina arena de la playa y te la bombardeaba a la cara como si fueran alfileres, disfrutamos de la fauna, de la flora y del singular paisaje del litoral gallego que, para los que son de tierra adentro como yo, siempre es espectacular, diferente a lo que estamos acostumbrados a ver y eso siempre se agradece. Como suele decirse, en la variedad está el gusto.

Paisaje litoral de Razo, Baldaio y Pedra do sal.

A pesar del tiempo, hubo incluso quien se bañó:


Un lugar donde el medio ambiente se hace patente, la relación del hombre con la naturaleza, el pescador, el mariscador, el surfista, el pajarero, todos disfrutando de su trabajo o de su ocio en el campo.
Con lluvia y sin lluvia, con viento o sin viento, Galicia siempre es hermosa.




Pero lo mejor de todo, la compañía. Porque disfrutar de lo que te gusta con la gente que quieres es insuperable:




En Carballo, a 12 de marzo de 2017.

Localización del espacio natural Razo Baldaio.