ELEMENTOS RURALES EN DESUSO
Algunos elementos constructivos del medio rural
relacionados con usos y costumbres tradicionales están en desuso y, por tanto,
a punto de desparecer tanto en la Tierra de Arévalo como en la mayoría de las comarcas de la geografía castellana y española.
Son elementos que fueron de uso tradicional asociados a
las casas de nuestros pueblos que, al carecer actualmente del uso para el que
fueron concebidos, se van perdiendo en silencio, reforma tras reforma.
He aquí algunos ejemplos:
En muchos pajares, la paja se metía por el bocín: una ventana algo más pequeña y
situada algo más alta que las que servían para dar luz a las estancias.
Viejos bocines en desuso en la comarca de Tierra de Arévalo.
El nombre de bocín puede que derive de ventana “abocinada”, es
decir, en forma de bocina: aquella ventana que tiene más luz en un paramento
que en el opuesto. Todavía se puede ver alguno con estas características en la
comarca, aunque no es la regla.
Parte interior de un típico bocín abocinado, con más luz hacia el interior que hacia el exterior.
En los pajares o en los graneros, se
encontraban las trojes, pequeños tabiques
de ladrillo o adobe que no llegaban hasta el techo, con mayor altura hacia la
pared, y que servían para compartimentar el granero para separar diferentes clases de grano o pienso.
Diferentes tipos de trojes con borde escalonado o de madera.
La puerta
carretera tradicional de madera, es otro elemento cada vez más escaso y,
comúnmente, se encuentra en casas abandonadas, aunque hay excepciones de
puertas carreteras de madera en buen estado y que siguen usándose.
Puerta carretera de dos hojas, divididas en otras dos puertas menores.
Como es lógico, su nombre proviene del uso que
se le daba en la antigüedad, es decir, aquella puerta por la que se metían o
sacaban los carros de los corrales. Lo más normal es que consten de dos grandes
hojas y, en muchas ocasiones, una de estas hojas se parte con una puerta más
pequeña con su marco incluido, que sirve o servía para la entrada de personas o
ganado con facilidad, sin necesidad de abrir las dos grandes hojas.
Arriba, puerta carretera de dos hojas simples.
Abajo, puerta carretera donde en una de las dos hojas se abre otra puerta más pequeña, el modelo más habitual y repetido en la comarca.
En algunos casos esta puerta tiene un amplio tejado hacia el corral. Esta zona cubierta del corral donde
se guardaban los carros o diferentes aperos de labranza se denomina zaguán.
Zaguán en la comarca de Talavera. (foto de Miguel Méndez-Cabeza)
El zaguán a veces se comunicaba con la casa a
través de una puerta, la otra salida al corral solía estar en la cocina o cerca
de ella.
En la foto anterior se aprecian las ruinas de un gran zaguán en
Villar de Matacabras, donde cuatro pilares de ladrillo sujetaban las vigas que
sostenían el tejado que llegaba hasta la pared de la casa. Se aprecia también la puerta carretera, aunque en muy mal estado, y la puerta de acceso a la casa desde el zaguán.
El adobe
es otro elemento constructivo que ya no se usa, aunque antes se levantaban
gruesos muros de adobe, a veces reforzados con machones y verdugadas de
ladrillo y otras veces aligerados con cajones de tierra, simplemente compactada
conocida como tapial.
Otra aplicación del adobe era para tapiar
algunos huecos tales como ventanas o puertas.
Casas con puertas principales de dos hojas y
arco de ladrillo de medio punto eran habituales en la comarca. Algunas de estas
puertas o ventanas eran un elemento diferenciador por
su estilo o decoración.
Puertas con arcos similares pero diferentes en
dos pueblos de la Tierra de Arévalo.
Pero ahora ya no se usan los viejos
pajares y la paja se almacena en alpacas, los zaguanes ya no tienen que guardar
carro alguno y los tractores se recogen en naves, así que las pesadas puertas
de madera son sustituidas por otras más ligeras y manejables de hierro o de
aluminio. El adobe, prácticamente, solo existe en casas ruinosas ya que su mantenimiento constante
ya no es posible. Y las puertas y ventanas carecen de arcos diferenciadores.
Ahora todo es más práctico, más
funcional pero, si me permiten, ha perdido su signo de identidad. Las nuevas
casas del medio rural son iguales aquí que en el Alto Vinalopó.
En Arévalo, a diez de junio de 2018.
Luis José Martín García-Sancho
Arriba: cogujada común en una pared ruinosa de adobe.
Abajo: pareja de pardillos comunes en una pared ruinosa de adobe.
Arriba: gorrión común macho en las vigas de una casa en ruinas.
Abajo: cernícalo primilla macho nidificante en un pueblo de la Tierra de Arévalo.
Las fotos son propiedad de los autores:
- LJM: Luis J. Martín.
- Miguel Méndez-Cabeza.