martes, 27 de septiembre de 2016

MUDÉJAR MONASTERIAL AREVALENSE I

MUDÉJAR MONASTERIAL AREVALENSE

Restos de las capillas del convento de San Francisco

- I : CONVENTO DE SAN FRANCISCO


Según la tradición, fue fundado por el propio San Francisco de Asís en el año 1212 cuando pasó por Arévalo en peregrinación hacia Santiago de Compostela, y según otras fuentes en 1214. Reedificado en el siglo XV durante el reinado de Juan II, el padre de Isabel I de Castilla, bajo la protección de su primera esposa, María de Aragón, concediéndole el título de Convento Real. Ocupó una gran superficie de la que, con el tiempo, se fueron segregando partes para edificar otros conventos como Montalvas, Aldonza o Encarnación. A este conjunto de conventos se le denominó "campo santo". El rey de Castilla Enrique IV, hijo del Juan II y hermanastro de Isabel I, celebró Cortes en este edificio.
Tenía una extensa huerta, dos claustros, iglesia con varias capillas y fue utilizado por la Casa Real y la nobleza arevalense para realizar sus enterramientos.
En la actualidad, el convento como tal ha desaparecido y tan solo quedan algunos vestigios y pequeñas ruinas Entre el callejón de la Esperanza y la calle Adoberas. Debió de ocupar el espacio comprendido entre el callejón de la Esperanza por el norte, la calle Arco de Ávila por el este, calle Adoberas por el sur, plaza de Fray Juan Gil, calle capitán Luis Vara y plaza de San Francisco por el oeste.

Hace unos años se restauró un pequeño espacio perteneciente a las capillas de la iglesia del convento con una subvención europea en las que se conservaron tres grandes arcos de ladrillo. La mayoría de los restos se encuentran entre estas capillas, la casa que se conoce como de "Nena Barrado", el almacén de materiales de construcción de Ricardo Jiménez y lo que fue el corral de los Muleteros, hoy plaza de Isabel de Barcelos y calle de Isabel de Portugal.
Espacio restaurado de lo que fueron capillas de la iglesia del convento, donde se han conservado tres arcos de ladrillo mudéjar de grandes dimensiones, dos de medio punto y uno rebajado.
Placa de la capilla restaurada


Detalle de uno de los grandes arcos de medio punto de las capillas restauradas.

Ruinas de la casa conocida como Nena Barrado

Aspecto exterior de las capillas hacia el callejón de la Esperanza.

Aspecto exterior de una de las capillas sin restaurar

Aspecto interior de la capilla anterior

Detalle de adorno de ladrillos en esquinilla

Detalle de friso de ladrillos en sardinel colocados en esquinilla

Antiguo farol que se conserva en un lateral de la capilla

Espacio que debió de ocupar la iglesia del convento


Gran arco carpanel de ladrillo mudéjar que debió pertenecer a alguna dependencia del convento

conjunto de pesebres realizados en ladrillo mudéjar después de que el convento fuera abandonado.

En los pocos restos que se han salvado de la fachada sur destaca esta pared en la que se conservan arcos adintelados con arco superior de descarga y de medio punto:
Detalle de la fachada sur del convento desde la calle de Isabel de Portugal.

Detalle de tres arcos adintelados  dos completos y uno incompleto

Detalle de un original arco adintelado con arco rebajado de descarga.

detalle de dos arcos de medio punto

Detalle de uno de los dos arcos anteriores de medio punto, como puede apreciarse es abocinado

Detalle de un arco adintelado con un original arco superior de descarga con una finalidad más ornamental que funcional.

Vista general de las fachadas sur y este desde la calle de Isabel de Portugal

Vista parcial de la fachada este a la plaza de Isabel de Barcelos

Vista parcial de la fachada este, abierta a la plaza Isabel de Barcelos, con dos arcos adintelados que daban a las huertas y cajones de mampostería separados por verdugadas de ladrillos, modo de construir característico del arte mudéjar.

Detalle de una de las antiguas ventanas de la fachada este

Vista parcial de la fachada este desde la plaza de Isabel de Barcelos

Arévalo, a 25 de septiembre de 2016. 

Luis José Martín García-Sancho

Bibliografía consultada:
Guerra, R.; Oviedo, C. Hungría, R.; Delgado, P.; del Río, P.: 1993. Arévalo y su Tierra. Imcodavila, S.A.
- Artículos de La Llanura de Arévalo: DE CONVENTOS Y ABADÍAS
- Artículos de Arevaceos: MUDÉJAR CIVIL AREVALENSE

domingo, 25 de septiembre de 2016

VERSO LIBRE: III ENCUENTRO POÉTICO

“VERSO LIBRE”. Arévalo, 23 de septiembre de 2016

ORGANIZADO POR :
“La Alhóndiga de Arévalo”, Asociación de Cultura y Patrimonio.

Colabora: Exmo. Ayuntamiento de Arévalo 

Fotos de: Fernando G. Muriel, Juan C. López y Luis J. Martín.


José Fabio.- Por tercer año consecutivo, “La Alhóndiga”, Asociación de Cultura y Patrimonio viene a hilvanar música y verso, tiempo y memoria. Poetas morañegos y de las tierras de Medina, quieren esta tarde de luna menguante regalarnos aquello que no es suyo pues las musas se lo dieron y, apenas se baje el telón, será de todos los que aquí, en torno al arte, hoy nos congregamos.

Javier.- La poesía- dice Cervantes en “La gitanilla”-  es una bellísima doncella, casta, honesta, discreta, aguda, retirada, y que se contiene en los límites de la discreción más alta. Es amiga de la soledad, las fuentes la entretienen, los prados la consuelan, los árboles la desenojan, las flores la alegran y, finalmente, deleita y enseña a cuantos con ella comunican.

José Fabio.- "La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierran la tierra y el mar: por la libertad, así como por la honra, se puede y debe aventurar la vida."

Javier: 
“Para la libertad”. Miguel Hernández
Para la libertad, sangro, lucho, pervivo. 
Para la libertad, mis ojos y mis manos 
como un árbol carnal, generoso y cautivo, 
doy a los cirujanos. 
Para la libertad siento más corazones 
que arenas en mi pecho: dan espumas 
mis venas, 
y entro en los hospitales, y entro en 
los algodones 
como en las azucenas. 
Porque donde unas cuencas vacías 
amanezcan 
ella pondrá dos piedras de futura mirada 
y hará que nuevos brazos y nuevas 
piernas crezcan 
en la carne talada. 
Retoñarán aladas de savia sin otoño 
reliquias de mi cuerpo que pierdo en 
cada herida. 
Porque soy como el árbol talado, 
que retoño: 
y aún tengo la vida.

José Fabio.- Miguel Hernández, el pastor de Orihuela, desde la cárcel de barrotes que encierran el cuerpo pero no el alma, canta a la libertad. Y cuando su mujer, Josefina Manresa, le escribe una carta donde menciona que para comer solo tenían pan y cebolla, compone para su hijo de apenas unos meses Nanas de la cebolla: “La cebolla es escarcha, cerrada y pobre, escarcha de tus días y de mis noches”.
También pastor, el Miguel Hernández de La Moraña, como siempre le llamamos, Vitorio Canales ha cantado al amor y al desamor, a las campanas de la iglesia de su pueblo y al día que amanece nublado; al viento y a la lluvia, al despertar de la primavera y al río que lleva sus versos por los caminos de esta tierra nuestra.

Recita: Vitorio Canales

Javier.- “Verso libre”, el que no está sujeto a rima ni a medida, dice la Academia. Verso libre es salirse de las pautas, de las normas para crecer, para creer, para crear. No es posible componer o engendrar un ser desde lo establecido. La rigidez nubla el pensamiento, bloquea la génesis de vidas nuevas, sea en la poesía, en el teatro, en la música, en la ciencia… Solo hay una opción, saltar al vacío y emprender un camino entre la niebla, como nos propone Luis José Martín.

Luis José Martín:
VERSO LIBRE
Los versos más libres nunca
impresos en un papel
buscamos por todas partes
en las que pudimos ver,
revolvimos aire y tierra,
toda entera ya lo sé,
antes encontramos niebla
de donde bebe el saber.
Durante nuestra búsqueda
escuchamos sin querer
letras estremecedoras,
versos muy bellos también,
en varias partes se oían
rapsodas hombre o mujer
suspirar algunas rimas
o recitar sin leer.
Libres eran todos ellos,
ideas de hiel y miel,
bebían la niebla fresca,
renacían en su piel
escribiendo poesía
linda y cruel a la vez,
jauría libre, jauría
moría para nacer.
Gotas bebed de esta niebla
si libre voz queréis ser.

En Arévalo, a diecisiete de septiembre de 2016.
Luis José Martín García-Sancho. 


José Fabio.- Si alguien ha desvelado el alma de esta tierra en toda su esencia y en la ternura de sus gentes, este ha sido Constantino de Lucas, conocido como “El cura de Machín” por ser este el nombre de la finca que habitó en Arévalo. De su obra más popular, “Morañegas”, José Antonio López nos trae este poema dedicado a una tradición propia de nuestros pueblos: “Pedir la costumbre”.

José Antonio López: “Pedir ´La costumbre´”. 



Javier.- Como Machado, Don Antonio, “ligeros de equipaje”, María Jesús Eleta nos propone alcanzar la libertad en uno de los poemas de sus “Cuatro estaciones”. No es casualidad- pienso- que pertenezca a la colección de los enmarcados en otoño, cuando el azul juega a esconderse en algodones y el árbol, por llevar la contraria, se desarropa para afrontar su particular catarsis de escarchas y silencios.

María Jesús Eleta: “Libertad” “Paz” (De “Cuatro estaciones”). 



José Fabio.- Si el verso más libre es el que nace del corazón, Maite Jiménez cuenta con esa obra que rebosa la rebeldía del autodidacta, de quien no atiende otras normas que las que manan en lo más hondo. Allí, donde la palabra nace limpia y cierta, pone un interrogante que deshoja verso a verso, como en un otoño de respuestas.

Maite Jiménez: “Libertad”
¿Qué es la libertad?
-         Dime amigo, cuéntame
-         ¿existe la libertad?
o   Somos todos libres, ¿no lo ves?
-         No lo sé, tengo mis dudas
-         asi que ¡explícame!
o   Voy y vengo cuando quiero
o   No paso hambre, no temo.
o   No hago daño a nadie
o   No siento
o   Nadie me puede atacar
o   No espero.
o   Siempre voy solo
o   No cuento
o   Pero todos me escuchan
o   cuando me revuelvo.
-         Ya veo amigo mío, tú eres el viento.
-         Entonces yo no soy libre
-         porque voy y vengo cuando puedo.
-         Si no trabajo, no como.
-         Nunca estoy solo
-         mi mujer y mis hijos me acompañan.
-         Temo, siempre temo
-         los peligros de la vida.
-         Y si manifiesto algo
-         ¿quién me escucha?
o   No estés triste
o   eso no es cierto.
o   Tu libertad consiste
o   en amar lo que haces,
o   porque ya elegiste
o   no estar sólo,
o   vivir para alguien,
o   y no hacer daño,
o   y es en eso amigo mío
o   en lo que la libertad consiste.

Pero no puedo olvidar
a los asesinos de la libertad.
El hambre que mata a un niño,
la sed que mata a una madre.
Las bombas que detonan dementes.
No son libres para vivir
son esclavos de la muerte.


Javier.- Verso libre, verso suelto, rendido y cierto; en eterna búsqueda sin más engreimiento; sin el respiro del aire, sin la cadencia del tiempo.
José Fabio pone voz a este poema de José Manuel Iglesias Cervantes.

José Fabio.- Poema de José Manuel Iglesias Cervantes
EL VERSO SUELTO
El verso suelto
No atado ni abandonado
Es un verso resuelto
No triste ni rendido
Nunca un verso yerto
No prostituido ni reseco
Es un verso cierto
Que no busca la rima
Que a la sima se asoma
Siempre vivo, siempre atento
Seguro en el acierto
Y aún más en el desacierto
Siempre enamorado
Nunca lisonjero
Siempre libre y ligero...
El verso suelto.

José Manuel Iglesias Cervantes.

Javier.-
Se le vio, caminando entre fusiles,
por una calle larga,
salir al campo frío,
aún con estrellas de la madrugada.
Mataron a Federico
cuando la luz asomaba.
El pelotón de verdugos
no osó mirarle la cara.
Todos cerraron los ojos;
rezaron: ¡ni Dios te salva!
Muerto cayó Federico
—sangre en la frente y plomo en las entrañas—
... Que fue en Granada el crimen
sabed —¡pobre Granada!—, en su Granada. 
(Antonio Machado)

Luis José Martín: 
Si queréis que un verso se haga eternamente libre, asesinad a su autor.
Dictadores, represores, en cualquier rincón del mundo intentaron, intentan e intentarán callar la cultura, el saber.
Asesinan, represalian, exilian, a artistas, escritores, docentes, sin darse cuenta de que aunque logren enmudecer al poeta, al maestro, jamás lograrán callar su obra que vagará eternamente de boca en boca como verso libre.
Un claro ejemplo es Federico García Lorca. Intentaron callar al autor pero no lo consiguieron.
Su obra es la prueba.
Su verso sigue estando vivo.
Fue, es y será Verso Libre.
Romance de la luna”
Federico García Lorca:

La luna vino a la fragua
con su polisón de nardos.
El niño la mira mira.
El niño la está mirando.

En el aire conmovido
mueve la luna sus brazos
y enseña, lúbrica y pura,
sus senos de duro estaño.

Huye luna, luna, luna.
Si vinieran los gitanos,
harían con tu corazón
collares y anillos blancos.

Niño déjame que baile.
Cuando vengan los gitanos,
te encontrarán sobre el yunque
con los ojillos cerrados.

Huye luna, luna, luna,
que ya siento sus caballos.
Niño déjame, no pises,
mi blancor almidonado.

El jinete se acercaba
tocando el tambor del llano.
Dentro de la fragua el niño,
tiene los ojos cerrados.

Por el olivar venían,
bronce y sueño, los gitanos.
Las cabezas levantadas
y los ojos entornados.

¡Cómo canta la zumaya,
ay como canta en el árbol!
Por el cielo va la luna
con el niño de la mano.

Dentro de la fragua lloran,
dando gritos, los gitanos.
El aire la vela, vela.
el aire la está velando.


  
José Fabio.- Carmelo Izquierdo es miembro del grupo de rapsodas “Los caballeros”, donde se conjugan música y poesía. Virtuosos del verso, nos llevan de “Aquellos días azules y aquel sol de la infancia” a “Con tres heridas yo”, recreando páginas enteras de nuestra literatura para traerlas al pueblo, a los sueños vívidos, al nivel de este mar de espigas y recogimiento.

Carmelo Izquierdo: (Canta) “Si no te manda el amo, lo hace la necesidad”.


Javier.- A zaga de tu huella, amigo Mariano, sigo por estos caminos de romances como aquel medio fraile, buscando en tus palabras la fonte que mana y corre, aunque es de noche. Y, como el profeta Jeremías, proclamo: “Cuando encontraba palabras tuyas las devoraba”.

Mariano García Pásaro: “El romero solo” de León Felipe, “Romance del prisionero”, Fray Luis de León.  


Javier.- Algunos dicen que es demente. Y ella dice que sí, que es “de mente y corazón soñadora”. Y que su “única locura es perder la fe”. Elena Clavo se mece en la duda, principio innegable de quien aspira a la virtud de crear; algo que, según nos enseñaron, estaba reservado a los dioses.

Elena Clavo: “Desubicada”.
 No tengo ese dinero “fácil”
que muchos gastan para llenar un vacío.
Yo creo en la moneda del sudor y la sangre,
en el esfuerzo de mil hombres compungidos.

Pregunté cuál era tu precio,
mas hallé sólo una plaza vacía.
Después un viejo tembloroso
me dijo que toda una vida.
Grité tu nombre desde el monte más alto,
creí encontrarte en la niebla espumosa
que separa el cielo y el mar.
Entonces el silencio atendió a mi reclamo
y abrí los ojos. Vi las cosas hermosas.
Supe que estabas en el todo y en la nada.

Desconozco el por qué de las ansias
para  conservar un tiempo que no es suyo.
Lo perdieron al vender su alma
a un falso dios, ladrón de amor y orgullo.
Mis lágrimas lloran, escondidas tras mis ojos.
No consiguen mis pies encontrar su sitio
perdido entre el cielo y la tierra.
Deseo escapar de esta cárcel
que la avaricia viste de seda.
Convirtieron pinchos en almohadones,
buscando dolor en el placer.

Cargamos a la espalda
el peso de nuestros errores.
Tratando de apagar
el don que nos hace mejores.
Somos humanos, sentimos.
No podemos evitarlo.
Es imposible arrancar las raíces
mientras siga vivo el árbol.
Somos plantas medio muertas
enterradas en el suelo.
Andando entre calaveras,
fantasmas de un viejo sueño.
Quién escapará de este sino,
si no quieren libertad.
Temen al acantilado
y no intentaron ni saltar.


José Fabio.- El cuarteto de Liverpool vino a marcar un antes y un después en el devenir musical del siglo XX con este sueño que comenzó en el año 1962. Su éxito se basó en la exploración de ritmos y el trabajo en equipo. Encarnaron los ideales progresistas y alcanzaron las revoluciones sociales y culturales. Su legado persiste en numerosas composiciones nacidas al amparo de una obra concebida como contracultura. Y también en la bohemia que se traslucía en su atuendo y forma de vida. Fueron, sin duda, el verso libre de una década.
 Fernando Gómez Muriel
sobre los Beatles
 Este año se cumple el 50 aniversario de varios hechos que propiciaron un punto de inflexión, para estos cantores a Libertad que fueron el cuarteto de Liverpool, The Beatles. El último concierto en vivo del grupo tuvo lugar el 29 de agosto de 1966 en el Candlestick Park de San Francisco. Lejos de ser una tara, tras casi de 1.400 actuaciones en público, nacía así la Beatlemanía. El cuarteto comenzó a trabajarse más los temas y a conectar más tanto con sus fieles, como con el resto.
Este año aparecía en el mercado el álbum Revolver, es lo que supuso la aparición de nuevos estilos estilísticos que llegarían a ser más pronunciados en los discos posteriores, en el que se puede disfrutar de temas como "Taxman", una aportación de rock duro, "Tomorrow Never Knows" un tema del rock psicodélico o "Eleanor Rigby" o la popularísima “Yellow Submarine”, propició que dos años después, en 1968 se produjera una película de animación, que como las aventuras de Donquijote por la Mancha, fue una verdadera aventura de un quijote marino por el mar, siendo una canción, que supuso un antes y un después no sólo para el Pop, sino para la Música en general.


Javier.- De la prosa, en “Los trabajos y los días de Silvestre Molona y Eufemia Palacín”, al verso. José María Lara escribe, dice, “desde lo más profundo de mi alma zarceña y como pago de una deuda con lo que considero más propio: la tierra y las personas”. Llega hoy a esta emblemática plaza con su particular canto, quizás llanto, a la libertad.

José María Lara: 
“Libertad"
Libertad.
José María Lara

Le engendraron pájaro.
Él se sintió vencejo:
ave inmortal.
Una mano impía,
lo lanzó
a la cavidad de un cántaro,
donde revolotea
sin esperanza.
Hubo un tiempo,
sin embargo,
en que, a su cárcel, la sintió tinaja;
incluso aljibe. Entonces se acomodó
y sintió, como un atisbo,
la ilusión de la esperanza. Quiso reforzarla y pidió auxilio;
e imploró y rezó…
Ahora, su aleteo se apereza.
Su canto se hace grave
y denota honda tristeza.
Ya, solo
por los palos más tristes del flamenco
blasfema. 


José Fabio.- A la par que hilvanaba capas y trajes, Genaro Manzano desgranaba versos que luego sonaban en calles y plazas. Lejos de artificios y ostentaciones, sus declamaciones atienden al costumbrismo, al pueblo, a la cercanía de las cosas y las gentes.

Genaro Manzano: “Soleá del amor desprendío” de Manuel Benítez Carrasco.


Daniel González Linacero
Juan Carlos:
Daniel González Linacero nació en 1903 en Valdilecha (Madrid). Sus padres eran maestros. Estudió magisterio en Ávila y ejerció por primera vez en Montejo de Arévalo en 1925. Estaba casado con Palmira Perotas y tenía tres hijas: Palmira, María Paz y María Luz. El 8 de agosto de 1936 se lo llevaron de su casa en Arévalo y lo asesinaron en una cuneta cerca de Olmedo.
Del libro “Mi primer libro de historia”.
En el prologo de su libro "MI PRIMER LIBRO DE HISTORIA", escribe, dirigiéndose a los maestros, lo siguiente: "Despertando en el niño el instinto de lucha y glorificando hasta la categoría de héroes a aquellos muñecos trágicos que morían desconociendo la razón de su sacrificio, el niño adquiere un sentido falso del valor moral, individual y colectivo.
Nunca se cuidó el educador de borrar de la Historia toda esa balumba insoportable de necedades de príncipes y favoritos, extrayendo del evolucionar histórico aquellos sucesos de orden material y espiritual que de una manera indudable han contribuido a formar este mundo que nos rodea, sin olvidar que la Historia no la han hecho los personajes, si no el pueblo todo y principalmente el pueblo trabajador humilde y sufrido, que solidario y altruista, ha ido empujando la vida hacia horizontes más nobles, más justos, más humanos." 


Javier.- Palabra llana, sus “Gotas de lluvia” se dejan caer sobre el campo morañego amenizadas por el sonajero del chopo. Andariego, espectador de ancha perspectiva, dibuja sus poemas con trazo ligero, siluetas de torres y corazones hendidos. La plaza que guarda su alma de niño le recibe con sus cigüeñas y su fuente de los cuatro caños, con la misma ternura de antes. Segundo Bragado.
Segundo Bragado:”La plaza queda vacía”. “A la fuente de los cuatro caños”.
La Plaza queda vacía

Septiembre y ya no crotoran
las cigüeñas en sus nidos,
las torres se quedan solas
la plaza vacía queda.
De la diamantina fuente
no se escucha el cántico...
Los vencejos se marcharon
y después las golondrinas.
No se escuchan los ladridos
de la perra de Tinín
que con saña a los gatos perseguía.
Las puertas están cerradas
las plaza queda vacía.
Y se marcharon Nuria, Paco y Sofía.
Solo un murmullo de recuerdos queda...
¡En la Plaza de la Villa!




José Fabio.- Encarcelado en una torre, Segismundo se pregunta por qué los animales tienen más libertad que él, cuyo único delito es haber nacido. La doctora Loli Tejero ha dejado por un momento sus quehaceres de universidad para traernos el soliloquio más famoso del drama español.
 Loli Tejero: Segismundo  

José Fabio.- Nace Miguel en Alcalá de Henares.
Javier.- Juan es un rapaz de cinco años que juega a hincar varas en el fondo de la laguna de su pueblo.
José Fabio.- Rodrigo de Cervantes, cirujano-barbero, vaga de ciudad en ciudad en busca de mejor vida.
Javier.- Catalina Álvarez, viuda de Gonzalo de Yepes, trabajadora del telar de Fontiveros, primero en Arévalo y más tarde en Medina, intenta recomponer una familia segada por la hambruna.
José Fabio.- Los jesuitas de Córdoba o Sevilla acogen a Miguel.
Javier.- Los de Medina tienen en Juan a su alumno más aventajado.
José Fabio.- Quien más tarde escribirá “El Quijote “ y “La Galatea” es ya un estudiante en la universidad de Salamanca…
Javier.- … donde el fraile fontivereño también aprende la virtud de las palabras.
José Fabio.- La cárcel de Argel espera el milagro de manos de Fray Juan Gil.
Javier.- Una noche de agosto, fray Juan huye de la cárcel entonando su “Cántico espiritual”.
José Fabio.- Dos versos libres.
Javier.- Dos almas encendidas por la rebeldía que se enfrentan a su propio destino…
José Fabio.-...luchando contra gigantes
Javier.-... o contra sus propios hermanos de Orden
José Fabio.- … por conseguir sus ideales de locura
Javier.-... por alcanzar la divina unión
José Fabio.- “En un lugar de la Mancha…”
Javier.- En un lugar de la Moraña, adivinándose entre los clásicos, envuelto en lienzos y acordes, Esteban Monjas nos trae una  bellísima composición del más grande poeta en lengua castellana.

Esteban Monjas: “El pastorcico” (Cantado)


Juan Carlos.- Desde “La Alhóndiga”, Asociación de Cultura y Patrimonio, queremos dar las gracias a cuantos habéis hecho posible este milagro de la poesía. Gracias a los poetas por permitirnos irrumpir en sus entrañas, al Ayuntamiento de Arévalo por su apoyo en las tareas de intendencia y a todos ustedes que, en definitiva, son quienes dan sentido a cuanto desde nuestra Asociación llevamos a cabo, con el mismo entusiasmo de la primera vez y con la pasión que merecería si fuese la última.

Javier.- Juan de Yepes, Miguel de Cervantes, Lorca, Machado, Linacero,… ya son parte del esplendor de esta Plaza de la Villa gracias a poetas y rapsodas. Su eco permanecerá por los siglos y así, cada vez que recorramos este espacio entre San Martín y Santa María, escucharemos el eco de los versos que sonaron una noche otoñal de luna menguante, porque, trovadores o legos, poetas o locos, cada uno de nosotros es un “Verso libre”.
Muchas gracias.


Plaza de la Villa, Arévalo (Luis J. Martín)

Entre cada actuación se vieron vídeos realizados por Juan Carlos López recordando algunas efemérides que se celebran en este año de 2016.