Max se había especializado en descifrar lenguajes prehistóricos.
Cuando, enfundado en su
traje anti radiactivo, logró leer “RATICIDA” en aquel cartel, no pudo evitar
que un estremecimiento recorriera todo su cuerpo y erizara sus pelos, al mismo tiempo
que una amplia sonrisa iluminara su jeta.
Max pertenecía a la especie Rattus sapiens y era un destacado estudioso
del periodo cuaternario, en especial de la civilización del extinto y
enigmático Homo autodestructor.
En
Arévalo, a veintisiete de octubre de 2022.
©
Luis J. Martín.
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