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Tengo
membrana entre dedos
de
tanto andar por los ríos,
membrana
de piel y carne,
de agua, de zarza y de frío.
La
nutria me mira, mira
y
yo en sus ojos me miro,
ojos
sinceros y limpios,
oscuros, pero con brillo.
El
olmo me regala hojas
de
un suave tono amarillo,
hojas
que recojo y huelo
y me hacen sentir más niño.
El
mirlo, canta que canta
con
sus dorados anillos,
escondido le contesto
entre sauces sargatillos.
El
agua suena serena
con
un rumor muy tranquilo,
se
desliza entre mis dedos
uniendo su cuerpo y el mío.
El
aire me roza, roza
y
me susurra al oído,
susurro
que tranquiliza
y me aparta del olvido.
Pero
hoy han venido hombres
armados
entre los pinos,
traen
amenazas de muerte,
con dedo haciendo gatillo.
Mas yo cambio la mirada
orientando
los oídos,
hacia
donde está la nutria,
el
agua, el olmo y el mirlo.
© Luis J. Martín
Muy bonito, eres un crack.
ResponderEliminargracias por tu comentario.
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