113.
Soy culpable
de hablar con los pájaros
de gritar tu nombre noche y día
de frecuentar la soledad
de buscar tu compañía
de encontrar tu mano en la arena
de amarte sobre el viento
de acariciar tu piel en el agua.
Soy culpable
de estudiar plantas escondidas
de admirar flores diminutas
de hacer del campo nuestro jardín
de aprender nombres imposibles
de hacerlos posibles en tu cuerpo
de almacenar tus besos para invierno
de creer que es posible amarte.
Soy culpable
de haber escrito sin saber
de crear tejiendo letras
de contar cuentos y novelas
de publicar relatos y poemas
de explicar tus vuelos poderosos
de hacer de tu verso libertad
de encontrar en tu boca la verdad.
Soy culpable
de amarte, estudiarte, aprenderte
de compartir conocimientos
de buscar el agua para el río
de admirar árboles centenarios
de intentar encontrarte siempre
de hallarte escondida tras la realidad
de consumir juntos la eternidad.
Sí, confieso, de todo ello
soy culpable
mas no me arrepiento.
Luis J. Martín.
Y para mí añado que de amar el silencio; y el auténtico sabor de África. Gracias por hacérmelo sentir.
ResponderEliminarGracias por tu comentario, Javier. Los sentimientos unen o deberían de unir por encima de ideologías o creencias.
EliminarMuy emotivo, Luis. Bravo.
ResponderEliminarGracias, Ángel.
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