viernes, 8 de enero de 2021

PÉRDIDA IRREPARABLE: MURALLA DEL RINCÓN DEL DIABLO

 

Vista de la muralla de Arévalo, monumento declarado Bien de Interés Cultural, con el Rincón del Diablo en primer término



En la foto que encabeza este artículo puede verse la muralla de Arévalo o el Arévalo amurallado, tres elementos: muralla, parte antigua de la ciudad e iglesia de San Miguel que son Bien de interés Cultural, tres de los ocho monumentos o conjuntos históricos que están protegidos y reconocidos con esta máxima distinción.

Pero de muy poco ha servido:

A las 13:30 horas del pasado cinco de enero de este recién estrenado 2021, la muralla del Rincón del Diablo cayó a las cuestas. 

No por haberlo advertido en varias ocasiones durante los últimos nueve años causa menos dolor la pérdida de patrimonio. De nuevo, una parte importante de nuestra historia se pierde para siempre. Como ya pasó con el arco ojival del Puente de Valladolid, el torreón de la puerta de San Juan y, más recientemente, el Palacio Real, por citar solo tres ejemplos.

Sobre esta última pérdida irreparable, la muralla medieval del Rincón del Diablo, La Asociación la Alhóndiga ya advirtió sobre su estado en el año 2012. Ante la pasividad institucional, hice un trabajo bastante descriptivo durante el verano de 2018, donde avisaba sobre su estado y sobre la necesidad de empezar cuanto antes las obras de restauración y consolidación para evitar que se derrumbara, cosa que, por desgracia, ha pasado. Solo se ha mantenido en pie el más oriental de los cuatro cuerpos que lo formaban, cayendo los tres restantes a las cuestas del Arevalillo.

Como este tramo del lienzo sur de muralla era uno de los pocos que quedaban de la muralla medieval original del siglo XII, por el interés histórico del monumento, repito, Bien de Interés Cultural, a continuación, reproduzco la parte descriptiva de la muralla conocida como “el Rincón del Diablo”. (No obstante, pueden consultar el trabajo completo en el enlace que se facilita al final del artículo). También publico algunas de las fotos del artículo de 2018 y las comparo con otras que muestran el estado actual en que ha quedado el monumento:

Muralla del rincón del diablo antes y después de su pérdida

“En Arévalo, con el nombre de “Rincón del Diablo”, se conoce la calle que va desde el torreón del palacio de Valdeláguila, “La Fonda”, hasta las cuestas y que hace esquina con las calles Principal de la Morería y San Juan y, también, al paraje que desde el final de la calle se abre a las cuestas del Arevalillo, justo por encima del puente de los Barros.

Este espacio se extiende desde las partes traseras del restaurante “La Posada” y del patio de “casa Hurtado” y está flanqueado, por un lado, por un magnífico tramo de muralla medieval y, por otro, por las ruinas de una de las dependencias del antiguo palacio de Valdeláguila, “Fonda del Comercio” hasta 2007.

En sus “Rimas Callejeras”, Marolo Perotas describe así el Rincón del Diablo en un romance dedicado al puente de los Barros:

 “El puente, por su estructura,

tomó el nombre de los Arcos,

y al guardián de aquella mole

que era un astuto criado

de la iracunda nobleza,

la gente llamaba «El Diablo»,

por su rara vestimenta

y por su picudo casco.

El sujeto se ocultaba

siempre en el rincón más alto

del lienzo de la muralla

por almenas flanqueado,

y desde allí vigilaba

los caminos del Oraño.

He ahí por qué al rincón

que hay detrás de casa Hurtado

el pueblo, por tradición,

le llame «El rincón del Diablo».”


Vista del puente de los barros y el Rincón del Diablo, antes y después de su pérdida.


El trozo de muralla que se encuentra en este espacio es el único y por tanto último resto perfectamente visible que sigue en pie del tramo oeste del lienzo sur de la muralla de Arévalo, que iba desde las cuestas del Arevalillo hasta la Puerta de San Juan, desaparecida en 1885 víctima de la ignorancia.

(...)

4.- El tramo que nos ocupa del Rincón del Diablo, continúa al anterior y llega hasta las cuestas. Es un resto de muralla medieval del siglo XII construida a base de ladrillo mudéjar, piedra rajuela y argamasa de cal y arena. Aunque, en una construcción que tiene más de ochocientos años, habrán sido cuantiosos los cambios o restauraciones llevadas a cabo a lo largo del tiempo como, por ejemplo, rellenar el espacio comprendido entre las almenas, quedando estas embutidas, aunque visibles, en un claro recrecimiento de la construcción, o la diferente estructura entre la parte basal y la superior, pueden ser un claro ejemplo de lo dicho. Así que lo que tenemos hoy ante nuestros ojos, con toda seguridad, no será exactamente igual que la muralla que levantaron nuestros antepasados arevalenses allá por el siglo XII.

Tramo de muralla conocido como El Rincón del Diablo, antes y después de su pérdida.

Actualmente, el tramo que se asoma al Rincón del Diablo tiene 18 metros de largo por siete metros y medio u ocho de alto. Consta de dos estructuras constructivas claramente diferenciadas: La parte inferior realizada solo a base de piedra rajuela y argamasa y la parte superior formada por cinco grandes pilares o machones de ladrillo mudéjar entre los que se forman doce cajones de mampostería a base de piedra rajuela unida por argamasa y sin revocar, los cuales se encuentran separados horizontalmente por tres verdugadas de dos o tres filas de ladrillo. En lo alto aún se distinguen, al menos, seis almenas de ladrillo mudéjar embutidas en lo que es un recrecimiento de la estructura a base de mampostería.

Detalle de las almenas embutidas en un recrecimiento de la muralla desaparecida.

El estado actual de este tramo de muralla medieval es bastante preocupante por las múltiples y profundas grietas y por el palpable desplome de algunas partes de su estructura. Hay dos grandes grietas muy evidentes, que recorren la muralla verticalmente entre los cajones de mampostería y el segundo y cuarto machón. Y, además, el desplome es muy evidente entre el cuarto machón y los cajones de su parte este y en primer machón de esquina y las paredes adosadas a la muralla por su parte interior. Graves y preocupantes desperfectos que hacen que amenace ruina, a no ser que se tomen medidas urgentes de restauración.

Arriba: Grieta que recorre la muralla verticalmente a la altura del cuarto machón.

Abajo: evidente desplome a la altura del cuarto machón.

5.- El Rincón del Diablo hace esquina con el inicio del lienzo oeste de la muralla que, desde aquí, siguiendo la loma de las cuestas del río Arevalillo, llegaba hasta el Castillo, originalmente mota defensiva. La esquina tenía un cubo semicircular o tronco cónico, ya que era más ancho en la base, realizado con piedra rajuela y argamasa. Debido a la inestabilidad del terreno de las cuestas, y tras varios deslizamientos de ladera, se ha perdido más de la mitad y se ha desplazado unos tres metros hacia abajo, dejando un gran boquete perfectamente visible en la zona donde se insertaba con la muralla.

Restos del cubo que hacía esquina y contrafuerte con el Rincón del Diablo, se aprecia perfectamente cómo se ha deslizado ladera abajo más de tres metros. Antes y después de su pérdida.


Esquina entre el lienzo Oeste de la muralla y el lienzo sur a la altura del Rincón del Diablo.

Todos los restos de muralla descritos corren serio riesgo de desaparición por ruina evidente, especialmente el tramo del Rincón del Diablo, claro exponente del mudéjar civil arevalense, ya que, durante muchos años, demasiados, no ha sido objeto de las obras de mantenimiento necesarias en cualquier construcción, especialmente en aquellas que cuentan con muchos siglos a sus espaldas y que tienen un gran valor histórico, artístico y patrimonial.

Resulta, como poco, chocante que el Plan Director de la Muralla no dé prioridad absoluta a conservar y restaurar convenientemente los pocos restos de muralla auténtica, como es el caso que nos ocupa, antes que a levantar e inventar nuevos muros con un criterio más que discutible, y con unos resultados nada satisfactorios, como es el caso de la neo muralla de San Miguel o el neo cubo, neo puerta y neo arco de las escalerillas. Sin duda alguna, mejor le vendría a la auténtica muralla de Arévalo, en lugar de inventar o crear neo estructuras, conservar y consolidar lo poco que queda pero que tiene un valor cultural incalculable.

Por todo ello:

- Dada la pasividad que han demostrado tanto el Ayuntamiento de Arévalo como la Junta de Castilla y León a la hora de conservar y poner en valor los auténticos restos de la muralla medieval de Arévalo.

- Dado el estado lamentable y preocupante en que se encuentra el tramo de muralla aquí descrito, conocido como El Rincón del Diablo.

- Dado el estado lamentable en que se encuentra el espacio descrito, por estar sucio, abandonado, intransitable, inestable, peligroso, olvidado.

- Dado que el presupuesto destinado a restauración de las murallas de Arévalo, no contempla el tramo descrito.

Desde la Alhóndiga de Arévalo, nos vemos obligados a solicitar que se incluya el tramo de muralla medieval conocido como “El Rincón del Diablo” en la Lista Roja del Patrimonio, junto a la neo muralla de San Miguel, incluida el 23 de marzo de 2014 por el riesgo de pérdida de los restos de la cimentación de la muralla primitiva del siglo XII. Todo ello por ser un claro exponente del arte mudéjar civil arevalense.

 

En Arévalo, a uno de agosto de 2018.

Luis José Martín García-Sancho.

Artículo publicado en el número 111 de La Llanura, de agosto de 2018.”

Imágenes relacionadas. Antes y después de la pérdida:








Hasta aquí los datos, saquen ustedes sus propias conclusiones.

Duele perder patrimonio.

Duele perder historia.

 

En Arévalo, a ocho de enero de 2021.

Luis J. Martín.

ENLACE RELACIONADO:

LA MURALLA DEL RINCÓN DEL DIABLO (versión bog)

EL RINCÓN DEL DIABLO (versión PDF)

 




2 comentarios:

  1. El creciente empobrecimiento de Castilla no es solo económico o demográfico, también vamos perdiendo patrimonio cultural. En este caso, con un poco de dinero hubiera podido preservarse este venerable muro.

    ResponderEliminar
  2. Esto es de denuncia, porque se podía haber evitado, al menos apuntalándolo, desde hace unos años que lo vienes advirtiendo. Ahora ya no hay nada que hacer. Que falta de civismo, cultura y amor por su ciudad han demostrado todos los gobernantes de Arévalo desde hace años.

    ResponderEliminar