martes, 5 de febrero de 2019

LA MURALLA Y EL PUENTE



Arco de Medina (1769) sobre el puente de Medina


  
Se habrán preguntado alguna vez qué significan o qué hacen unas vallas en la curva de la antigua y adoquinada carretera N-VI a la altura del puente de Medina.
Cualquiera que se haya acercado habrá visto los restos que hace años se sacaron a la luz en una excavación arqueológica. Al principio se taparon con un grueso plástico negro y así se dejaron, sin más.

Curva de bajada al puente de Medina de la antigua N-VI

Ahora se han vuelto a destapar y a excavar ligeramente y se les ha “protegido” con un vallado tan provisional como precario, a la vista está, pues el aire derriba de vez en cuando alguna valla.
Pero, ¿de qué se trata? Al parecer, son restos de la cimentación de la muralla medieval de Arévalo, seguramente la primitiva, la que según los historiadores se construyó en el siglo XII. Y que, como puede apreciarse, la alineación con el lienzo de muralla de San Miguel es evidente.

Restos de la cimentación de la muralla medieval del siglo XII

Siempre he oído, y he leído también en alguna ocasión, que la muralla giraba en esta zona hasta el puente de Medina. Pero esta alineación no lo demuestra, los cimientos siguen rectos por la loma de las cuestas. Como en otras murallas y en otros puentes de varias ciudades españolas que, aunque los puentes eran fortificados y con arcos a la entrada y salida, estaban fuera de la muralla.

Jardín construido recientemente en el Arco de Medina.

Si con la construcción del jardín del arco del Medina, hace tres años, no aparecieron restos de cimentación que indicaran que la muralla giraba hacia el puente, seguramente el puente, aunque fortificado, era exento a la muralla de Arévalo. Tal y como ocurre, repito, en otras ciudades amuralladas españolas como, por ejemplo, Ávila o Toledo. Aunque en esta última se dan los dos casos: en el puente de Alcántara, actualmente, la muralla no se acerca, y la puerta de Alcántara con su soberbio arco de herradura, custodiada por dos altos y estilizados cubos, se encuentra a unos 50 metros de este. Y, en cambio, uno de los dos arcos del puente de San Martín, se encuentra adosado a un gran cubo de la Muralla.
Puente de Alcántara en Toledo, con uno de sus poderosos arcos separados de la muralla de la ciudad que se aprecia al fondo.

Puente de San Martín sobre el río Tajo en Toledo, el primer arco se encuentra adosado a un gran cubo de la muralla.

Sea como fuere, es posible que el lienzo oeste de la muralla fuera en línea recta por lo alto de la loma del Arevalillo, desde el castillo hasta el rincón del Diablo, que es, por cierto, uno de los escasos tramos de muralla que nos quedan, pero en un estado de conservación preocupante, ya que amenaza ruina.
A no ser que aparezcan restos de cimentación que así lo atestigüen, el puente de Medina puede que nunca haya estado adosado a la Muralla.

En Arévalo, a cinco de febrero de 2019
Luis J. Martín



La puerta de Alcántara en la muralla de Toledo, con su soberbio arco de herradura, custodiada por dos altos y estilizados cubos, se encuentra a unos 50 metros del puente.

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