martes, 29 de enero de 2019

PACO EL MÚSICO




PACO EL MÚSICO

Francisco García García nació en Navas de Oro (Segovia) el 2 de abril de 1933. Así nos cuenta una vida dedicada a la música:
“Viví primero en Navas de oro con mi familia y luego en Pedrajas de San Esteban, hasta que a los nueve años nos vinimos a vivir a Arévalo, mis padres, Mariano y Obdulia y los cuatro hermanos: Casilda, Laurentino, José María y yo, que soy el pequeño.
A los doce años me apunté a la banda municipal de música, dándome clase de solfeo y saxo alto el director de la misma, don Eulogio Martínez. En torno al año 1947 estuve tocando con cuatro hermanos de Villanueva del Aceral: Crotates, Fermín, Sindo y Macario. Para desplazarnos por los pueblos, yo iba en un caballo pinto y dos de los hermanos se turnaban en una bicicleta, uno iba montado y otro andando, al cabo de un rato el de la bici la dejaba en el suelo y continuaba a pie, cuando el otro hermano llegaba a la bici se montaba hasta alcanzar a su hermano y se volvían a turnar, repitiendo la misma operación hasta que llegaban a su destino”.
Paco se ríe al decir, “no había para más”.



“También toqué algunas veces con la orquesta de los Ballesteros y con Ramiro y Asterio San Segundo de la Orquesta Iberia.
En torno al año 1949 junto a mis hermanos José María y Laurentino, y Pepe Calvo García, un primo carnal, montamos la Orquesta Continental. Compramos un saxo alto que tocaba yo y otro tenor, que costaron 4500 y 5500 pesetas respectivamente. Para poderlos pagar nos tubo que avalar don Matías Sanz Montarelo. La primera fiesta que hicimos fue el 15 de agosto de 1949 en Tornadizos de Arévalo. Fuimos y volvimos andando, tan contentos.
A partir de entonces empezamos a ir a muchos pueblos. Recuerdo que al empezar como Orquesta Continental nos llamaron para tocar en Palacios de Goda. Como otras veces, fuimos y volvimos andando. Empezamos en la sala y todo iba bien hasta que en otra sala cercana comenzaron a tocar los Ballesteros con mucho más renombre. Nuestra sala se quedó vacía. No obstante, nos pagaron lo convenido y recuerdo que Delfín Collado, que ese día venía con nosotros tocando la caja, se puso tan contento porque dijo que con lo ganado se podía comprar unos zapatos blancos, que era su ilusión.
Luego entró a tocar con nosotros Felipe Vara, de Ataquines, ya éramos cinco, que tocaba el trombón, muy bueno, ¿eh?, estupendo. También durante poco tiempo tuvimos a Manuel Conde, de Olmedo, que tocaba muy bien la trompeta, después marchó al ejército. Y luego tuvimos otro que se llamaba Florián Del Ser, de Coca, que tocaba también la trompeta, extraordinario, ese ha salido mucho en la tele con Hermida, también tocó en Madrid en El Molino Rojo y en muchos cruceros.
 Los años que pasé haciendo la mili en Ávila fuimos a tocar a las Navas del Marqués, El Escorial, La Cañada, Santa María de Nieva, Mingorría… y muchos pueblos más. También íbamos a tocar a Medina del Campo a unas pistas que se llamaban Versalles.
Recuerdo que en 1960 tocamos del 23 al 29 de junio, San Juan y San Pedro, en Zamora capital, fue el año que me casé, estuvimos tocando con una animadora que la trajeron de Madrid que se llamaba Amparito. Porque entonces, en algunas fiestas importantes, Nava de la Asunción, Olmedo, Medina del Campo… te traían una animadora y tenías que tocar las canciones que ella tenía en su repertorio.
Paco habla casi sin pausas como si los recuerdos vividos a través de la música le vinieran a la cabeza todos juntos.



“Como vi que empezábamos a tener éxito y mucho jaleo, fíjate que mi padre ganaba 15 pesetas al día y nosotros 80 cada uno, estuve unos años recibiendo clases particulares de Goyo Prieto, extraordinario, muy exigente, eso sí, pero muy bueno. Me gustaba estudiar, más que nada porque ya teníamos una responsabilidad que cumplir. Gracias a que me tomaba muy en serio los estudios y procuraba practicar siempre que podía, ahora sé leer cualquier partitura. Normalmente vienen para piano, y yo las trasporto a saxo sin ningún problema.
Bueno y así estuvimos bastantes años llevando nuestra música a muchos pueblos y ciudades hasta el año setenta y tantos, que ya con la droguería lo tuvimos que dejar, aunque estuvimos unos quince años compaginando el trabajo de la droguería con el de la música. La música es dura, es muy dura. Mientras todos están de fiesta tú estás trabajando.
Paco cuenta cómo tocaban en las fiestas de muchos pueblos por la mañana antes de misa, en la procesión, en el café tarde y noche.


José María y Paco, hermanos inseparables.

“Cuando nos jubilamos, mi hermano José María y yo, volvimos a tocar todas las mañanas un par de horas en un almacén que tenemos, solo para pasar el rato, siempre nos hemos llevado muy bien y nos hemos compenetrado a la perfección, él a la batería y yo al saxo.
Hemos tocado de forma altruista, sin cobrar nada, siempre que nos han llamado, en el Hogar del Jubilado de la plaza del Real y en el de la Caja de Ahorros hasta que lo cerraron. Y también en residencias de ancianos donde tenemos amigos y conocidos ingresados. Les alegramos un rato la tarde”.
Dice Paco con un aire de tristeza.



“Cuando murió mi hermano José, seguí tocando en el almacén con Robustiano Antonio, de Langa, el padre de los Tonys, y ahora también con Javier Senovilla, el curilla, se alternan. Mira, el miércoles pasado tocamos en la residencia de Sinlabajos donde está actualmente mi hermano Lauren que tocó con nosotros los primeros años de la orquesta Continetal.
Bueno y esa es la historia de mi vida como músico.
Paco sigue hablado y recordando un montón de pueblos en los que ha tocado y personas que ha conocido. Pero eso lo dejamos ya para otra ocasión.

En Arévalo, a 10 de junio de 2017.
Luis José Martín García-Sancho,
Publicado en el número 97 de la Llanura, junio de 2017.


Lauren y José María, hermanos de Paco e integrantes de la Orquesta Continental en sus inicios.
Los tres hermanos son conocidos como "los Rubios".

Orquesta Continental, Madrigal (15/09/1954)

Orquesta Continental, Madrigal (14/09/1954)

Orquesta Continental, Lomoviejo (7/09/1951)



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