Las aves ceban a sus pollos
hasta que estos pueden valerse por sí mismos, especialmente, en el periodo de
permanencia en el nido.
Hay dos formas de cebar a los
pollos:
Una es llevar la presa o
alimento en el pico o en las garras, es decir, sin tragar, y ofrecer la captura a uno de los hijos.
Otra es llevar la comida en el
buche y regurgitar en el nido para que los hijos coman del vómito no digerido
de los progenitores.
He aquí un ejemplo de cada uno
de estos sistemas de ceba, diferentes pero efectivos.
En la imagen venos una
colonia de cría de Sterna sandvicensis, charrán patinegro, en la que un adulto
ofrece un pececillo a uno de sus pollos.
Muchas especies utilizan este mismo
sistema, especialmente las rapaces o la mayoría de las aves insectívoras. En
algunas ocasiones, el progenitor ofrece la captura a todos o varios de sus
pollos, hasta que, finalmente se la entrega al que, aparentemente, tiene más
hambre.
Pero otras especies tragan las
capturas y, al llegar al nido o zona de nidificación, tienen que regurgitar el
contenido de su buche para cebar a sus pollos.
Casi todas las especies de gaviotas, los vencejos o las cigüeñas utilizan este método. El vómito puede ser espontáneo, pero, la mayor parte de las veces es provocado o facilitado por el propio pollo, que picotea la comisura del pico de su progenitor para ayudarle a que regurgite o, directamente, meten su pico en el interior de su boca o esófago para que el deseado y alimenticio vómito se produzca antes.
En este caso vemos como el pollo de una Chroicocephalus genei, gaviota picofina, estimula a uno de sus progenitores para que regurgite. Primero picoteando la base del pico, luego introduciendo el pico hasta el esófago del adulto.
En otras ocasiones, más que una ceba, el adulto enseña a sus pollos lo que deben comer. Como es el caso de esta Fulica cristata, focha moruna, enseñando a sus pollos que los brotes tiernos de algunas plantas acuáticas son comestibles y nutritivos.
En otros casos, estas cebas no tienen carácter alimenticio sino ritual. En algunas especies, durante el celo, el macho suele ofrecer a la hembra una presa o una captura, para facilitar la formación de parejas estables. Así la hembra puede comprobar, personalmente, si el macho elegido es apto para cebar a sus pollos. En este caso, vemos como un macho de Sternula albifrons, charrancito, ceba a una hembra con un pececillo, como parte crucial del ritual del apareamiento.
Luis J. Martín.
Alicante húmeda.
Todas las imágenes son propiedad de Luis J. Martín. © LJM
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