Desde mi olmo (2)
Hoy he subido al olmo de
mi infancia
para buscar tu mano firme
y blanda,
esa que ahora aconseja,
luego manda,
que me enseñó respeto y
tolerancia.
Y busco tu sonrisa en la
distancia,
tu limpia palabra que el
tiempo agranda,
el verbo que mi memoria
demanda
siempre sutil y de enorme
importancia.
Echo mucho de menos tu ironía,
nuestras risas, tu
ejemplo y desafío,
verte, atento, leyendo
cada día.
Y así, primero lloro,
luego río,
porque necesito tu
compañía
y que hablemos de nuevo, padre
mío.
En Arévalo, agosto
de 2022.
© Luis J. Martín.
Me conmueve. Seguro que lo tienes y lo tendrás.
ResponderEliminarGracias Javier. Los recuerdos, al fin y al cabo son vivencias que te acompañan siempre.
EliminarPrecioso, entrañable, conmovedor.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias Ángel, un abrazo.
EliminarEstá ahí, en tus palabras
ResponderEliminarMientras me quede memoria, estará.
EliminarBondadoso, generoso, inteligente, cariñoso, culto, con un fino sentido del humor,
ResponderEliminarsiempre en mi memoria, INOLVIDABLE ❤️
Gracias por tu comentario.
EliminarSiempre lo vi como un señor
ResponderEliminargracias por tu comentario.
EliminarSERIO CARIÑOSO Y BUENISIMA PERSONA Y SU FAMILIA ENCANTADORA
ResponderEliminarGracias por tu comentario.
EliminarQuisiera recordar de él... Lo que le salía del corazón en
ResponderEliminarla expresión de su cara cuando paseaba con su Compañera de vida en su última etapa.
Gracias, Candelitas y César, inseparables.
EliminarPrecioso poema,cariñoso y emocionante
ResponderEliminarGracias por tu comentario
EliminarUn bonito poema en una familia de grandes valores.
ResponderEliminarGracias por tu comentario.
EliminarHermoso soneto y muy emotivo. Un fuerte abrazo
ResponderEliminarGracias Cristóbal, un abrazo.
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