Otoño
Tiempo
de otoño en la vida,
de
juventudes eternas,
de
vejeces prematuras
y
de planes sobre planes
que
son piedras bajo el río.
El
río, otrora enorme,
ahora
es exiguo regato
de
caudal intermitente,
de
hoja que se lleva el viento,
viento
que se va y no vuelve
al
camino recorrido,
recorrido
tantas veces
y
tantas veces perdido.
La
fuerza escapa despacio
y
vuelve de nuevo lenta,
se
aleja del lado intenso
y regresa al lado opuesto,
haciendo
rémora al tiempo.
Experiencia
es muy paciente,
pero
no sirve de nada
si
solo es la zanahoria
del
burro con anteojeras
que
da vueltas a la noria
sin
ver más mundo en la vida
que
el que ya ha andado mil veces.
Tienes
fuerza suficiente,
experiencia
no te falta
y
el tiempo se va acortando.
Quítate
las anteojeras
y,
como en cien primaveras,
coge
de nuevo el camino
y
vive la vida intensa,
no
renuncies a vivirla
como
siempre pretendías.
En
Arévalo, a veinte de noviembre de 2021.
Luis
J. Martín.
Hermoso poema y buena filosofía: carpe diem; aprovecha el momento, como pedía Garcilaso en soneto XXIII:
ResponderEliminar"coged de vuestra alegre primavera
el dulce fruto antes que el tiempo airado
cubra de nieve la hermosa cumbre".
Gracias Julio, preciosa comparación de Garcilaso de la Vega entre la juventud y la vejez.
Eliminar..."coge de nuevo el camino",
ResponderEliminar🤩 no vivas de recuerdos.
Gracias Flor. Al menos, los recuerdos no deben ser una rémora.
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