jueves, 30 de abril de 2015

LLUEVE EN LAS DUNAS

Pinar de la Tierra de Arévalo. Foto Luis J. Martín

En abril aguas mil. Bueno, a final de mes parece que se ha cumplido este refrán ancestral.

Los pinares de la Tierra de Arévalo se agrupan de forma casi exclusiva en el espacio comprendido entre los ríos Adaja y Arevalillo y sus proximidades. Formando un área forestal que une el sur y el norte de la comarca denominado con el término ecológico de Corredor del Adaja.

Las principales características de este corredor ecológico son:

1- Orientación sur – norte: lo que lo convierte en una auténtica vía verde que es utilizada por miles de especies de flora y fauna para desplazarse entre en río Duero y las sierras abulenses. En términos ecológicos se considera una de las zonas con mayor número de especies de las llanuras de la Castilla y León, es decir, un espacio natural con una gran biodiversidad.

2- Diversidad de biotopos: Esta elevada biodiversidad se debe a la variedad de biotopos presentes en un espacio relativamente estrecho. En muy pocos metros se dan varios ambientes:

- Llanura cerealista: Este biotopo ocupa la mayor parte de la extensión de la zona central de Castilla y León y lo forman los campos de cultivo, principalmente cereales de secano, donde elementos diversificadores, como linderos o bosques son muy reducidos o inexistentes.

- Laderas: La llanura cerealista se rompe al llegar al valle de los ríos con un desnivel que en algunos casos alcanza los 50 metros. Estas laderas, en varios tramos, forman cárcavas más o menos extensas que atraen a un tipo de fauna y flora completamente distinto al de las zonas más tendidas. La orientación de estas laderas también influye en la flora.

- Ribera: formadas por los bosques galería que acompañan el cauce de los ríos en ambos márgenes, con una vegetación típicamente riparia y fauna forestal. El sotobosque de ribera es más variado y cerrado en las proximidades del cauce donde la intervención humana es menor.

- Cauce fluvial: En el Adaja es continuo al estar regulado desde el embalse de las Cogotas. En el Arevalillo es intermitente y está condicionado a periodos lluviosos o al remanente de agua del regadío de las Cogotas regulado desde la balsa de Nava de Arévalo. Lógicamente el Adaja mantiene un mayor número de especies de fauna y flora acuáticas.

- Bosques: Son principalmente pinares y, a su vez, de pino resinero, con una menor proporción de pino piñonero o encina. Aunque el sotobosque es escaso porque periódicamente es eliminado, allí donde existe es muy variado y está formado por arbustos de carácter mediterráneo. Se da la circunstancia de que estos bosques son los últimos de entidad que quedan en una comarca tan deforestada como la que nos ocupa, donde sólo el 3,3% de su extensión es suelo forestal.
Corredor del Adaja: Llanura cerealista, laderas, cárcavas, riberas y pinares. Foto Luis J. Martín.

3- Sustrato arenoso: El suelo sobre el que se asienta el corredor del Adaja está formado por arenas en porcentajes que en extensas áreas llega a superar el 90%. Los pinares que acompañan a los ríos Adaja y Arervalillo desde Villanueva de Gómez por el sur hasta Palacios de Goda, en territorio abulense, por el norte se asientan sobre antiguas dunas móviles que al estar cubiertas de árboles se han convertido en fijas.

Día de lluvia en el corredor del Adaja (Tiñosillos). Foto: Luis J. Martín

Estas dunas arboladas se comportan como auténticas esponjas, al absorber casi toda el agua caída en forma de lluvia, nieve, niebla, escarcha o granizo. Aún en épocas muy lluviosas es difícil encontrar charcos en las zonas más arenosas del pinar y, generalmente, no suelen durar más de un día. Al no existir escorrentía el agua pasa al subsuelo rápidamente absorbido por el sustrato arenoso. Al permanecer muy poco tiempo en superficie la pérdida de agua por evaporación es insignificante. Otra particularidad muy importante a tener en cuenta es que el agua que pasa al acuífero es limpia al ser filtrada por las finas arenas del suelo del pinar.

Los charcos se infiltran en el suelo arenoso muy deprisa. Foto Luis J. Martín

Por lo tanto, el corredor del Adaja es la mejor zona de recarga del acuífero de los Arenales, ya que filtra una gran cantidad de agua y, además, es agua de calidad pues pasa limpia al acuífero al no entrar en contacto con productos agropecuarios peligrosos, tal y como ocurre en las extensas áreas de cultivos, donde las aguas se mezclan con abonos o pesticidas, lo que produce que aumente, entre otros niveles, la concentración de nitratos en el agua, llegando a no ser apta para el consumo humano, lo que supone una merma considerable en la calidad de vida de los pueblos que han de abastecerse de agua embotellada.

Este charco ha sido absorbido en menos de ocho horas. Foto Luis J. Martín

En estos días lluviosos, como han sido los últimos de abril, es cuando se nota realmente la capacidad de los pinares de absorber casi toda el agua caída en muy poco tiempo: Por ejemplo, el pasado 22 de abril cayeron en Tiñosillos 19 litros por metro cuadrado y el día 26, fueron 21 los litros registrados. Tanto un día como otro, a las 8 horas no quedaba ni un solo charco en los pinares, solo sus marcas y la huella dejada por el agua caída en la arena desnuda de los caminos. Fuera de estos caminos, en el suelo del pinar, no había ni charcos ni marcas de agua. Lo que demuestra la capacidad de absorción de estas dunas arboladas que conforman el corredor del Adaja.

Huellas que ha dejado el agua antes de ser absorbida por la arena del pinar. Foto Luis J. Martín

No llego a entender cómo en una comarca deforestada que se abastece del acuífero de los Arenales, que está oficialmente contaminado y sobreexplotado, su principal zona de recarga que es el corredor del Adaja se encuentre desprotegida y con serias amenazas de intervenciones destructoras de esta importante masa arbolada.

En Arévalo, a 29 de abril de 2015

Luis José Martín García-Sancho.
Enlaces relacionados:

No hay comentarios:

Publicar un comentario