Luis J. Martín.
EL
CAMINO DEL AGUA:
TRASVASE
DEL RÍO ADAJA AL ZAPARDIEL.
Durante los últimos meses se
está trasvasando o "derivando" agua del río Adaja al Zapardiel a través de la
balsa de Magazos, una de las tres con que cuenta el “Regadío Río Adaja”. Para
ello se están utilizando varios finales de las líneas de regadío, dejando que
manen libremente al arroyo de las Vegas, en el término municipal de Langa.
A lo largo del reportaje vamos
a ir viendo el recorrido del agua desde Magazos hasta Salvador de Zapardiel,
que es donde desemboca el agua procedente del Adaja. Pero antes, conviene
recordar cómo se conduce el agua hasta la balsa de Magazos: de dónde procede, qué
infraestructuras se han construido para ello y qué espacios naturales
atraviesa, ha alterado, ha modificado o, sencillamente, ha hecho desaparecer.
El agua procede del embalse de Las Cogotas, donde se remansa el río Adaja entre Ávila, Cardeñosa y Mingorría. Pero antes, y unos kilómetros río arriba, se hizo el embalse de Fuentes Claras, muy cerca de Ávila, con la intención de retener los fangos y evitar que el embalse de las Cogotas se colmatara antes de tiempo.
Nada más pasar el embalse de Fuentes Claras, el río Adaja recibe las aguas residuales, a veces mal depuradas, de la ciudad de Ávila y se remansa nuevamente por efecto de la presa de las Cogotas, llamada así porque se encuentra junto a un importante castro vacceo, levantado hace más de 2000 años por nuestros antepasados junto a dos cerros gemelos conocidos con el topónimo de Las Cogotas. Aguas abajo, el pantano artificial dota al río Adaja de un caudal casi continuo y poco fluctuante, lo que evita que se seque en el estío, proporcionando agua a un buen número de municipios y a los campesinos pertenecientes al “Regadío Río Adaja”.
Posteriormente, y aguas abajo, se construyó la
presa del Batán, situada en Zorita de los Molinos, que remansa nuevamente el río
Adaja en un pequeño embalse, desde el cual, ahora sí, se deriva el agua a
través del canal soterrado de las Cogotas, hasta las tres balsas que nutren al
“Regadío río Adaja”: la de Gutierre-Muñoz, la de Nava de Arévalo y la de
Magazos.
Estas presas sirven para
embalsar y regular la cantidad del agua que corre por el río, para paliar los
efectos de una prolongada sequía o las grandes avenidas en periodos lluviosos o
a causa del deshielo. Pero también han hecho desaparecer para siempre bajo las
aguas a riberas muy bellas y valiosas, cañones fluviales espectaculares y
paisajes riparios únicos, muy similares a los que todavía pueden observarse
entre las presas de las Cogotas y del Batán. Como se muestra en las
siguientes imágenes:
6: Cañón del Adaja entre Mingorría y Cardeñosa. Uno de los lugares más bellos y espectaculares de Ávila.
8: Embalse de las Cogotas junto a la presa. Paisajes de espectacular belleza se perdieron bajo las aguas.
La captación de aguas para el “Regadío
Río Adaja” se produce en la Presa del Batán. El canal es una conducción
soterrada. Posee a lo largo de todo su recorrido, cada ciertos metros,
registros de hormigón para evitar que el exceso de presión pueda llegar a
reventar la gran tubería. El agua, tras recorrer unos 35 kilómetros, y pasar
bajo el cauce del río Arevalillo, llega a la balsa de Magazos.
12: Registro del canal de las Cogotas situado en el cruce con el río Arevalillo.
La memoria del proyecto LIFE-Duero de la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) dice lo siguiente respecto a la utilización del agua de la balsa de Magazos con la finalidad de recargar el acuífero:
“Recarga de la masa de agua subterránea de Medina del Campo mediante la derivación de agua desde la balsa de Magazos a la Charca de Narros.”
“La masa de agua subterránea de Medina del Campo se encuentra actualmente en sobreexplotación. Para aumentar la recarga del acuífero se plantea la recarga derivando agua desde la balsa de Magazos en el T.M. de Nava de Arévalo, hasta la Charca de Narros, y posterior salida al arroyo de La Vega, arroyo Aloberas y finalmente al río Zapardiel.”
Bien, aunque el proyecto de la CHD diga que la recarga se realizará a partir de la charca de Narros, situada en el término de Langa, lo cierto es que esta charca ya no existe como tal, ni existía cuando se hizo el proyecto, ya que se ha convertido en un pequeño bosquete de pino y encina. Así que, actualmente, la utilización de esa zona húmeda, conocida como Charca de Narros, para recargar el acuífero parece misión imposible a no ser que se tale el joven bosquete y se recupere la antigua zona de inundación.
Por lo tanto, lo que la CHD está haciendo para conducir el agua del Adaja hasta el cauce, generalmente seco, del río Zapardiel es utilizar los aliviaderos de dos finales de línea del regadío “Río Adaja” situados en el término municipal de Langa. Uno de ellos se sitúa en una cuneta del camino del Lavajuelo, que llega hasta Arévalo, y el otro junto a la cuneta del camino de Aldeaseca. Ambos aliviaderos vierten el agua desde estas cunetas al arroyo de las Vegas, que pasa a escasos metros. Tras recorrer unos 20 kilómetros a través del Arroyo de las Vegas, la Zanja de las Aloberas y el Río Viejo, atravesando los términos de Langa, Villanueva del Aceral, Barromán, Castellanos de Zapardiel y San Esteban de Zapardiel, llega a su destino en el municipio vallisoletano de Salvador de Zapardiel.
23: en la foto 23 se ve la unión del agua de ambos aliviaderos ya en el arroyo de las Vegas
26: Tramo del arroyo de las Vegas en ángulo recto adaptándose a la superficie de las parcelas agrarias.
29: Tramo del arroyo o zanja de las Aloberas, entre Villanueva del Aceral, Barromán y Castellanos de Zapardiel.
30 y 31: Punto donde el arroyo de las Vegas, ahora con el nombre de Zanja de las Aloberas cruza la carretera comarcal CL-605.
32: Punto de cruce del agua trasvasada en el Término municipal de Barromán.
33: Zanja de las Aloberas junto a la Carretera comarcal CL-605
39 y 40: Zanja de las Aloberas, que ahora recibe el nombre de Río Viejo en Salvador de Zapardiel, muy cerca de su destino final. Recibe el mombre de "Río Viejo" por ser este el antiguo cauce del Zapardiel, antes de que fuera encauzado.
Normalmente, el río Zapardiel permanece
seco entre Barromán y su desembocadura en el Duero. Hoy en día, lo realmente
raro es que lleve agua en ese tramo. Las llanuras pertenecientes al sobrexplotado
acuífero de Medina del Campo, son como una esponja sedienta que absorbe toda el
agua de las precipitaciones, por muy abundantes que puedan ser. Solo en
periodos excepcionalmente lluviosos o con nevadas generalizadas se puede ver al
Zapardiel con algo de agua, recordándonos que sigue siendo un río, aunque esté canalizado,
desprovisto de bosque de ribera y sediento.
Después de las nevadas y las lluvias caídas
durante el mes de enero, el Zapardiel ha recuperado la corriente. Aunque, todo
hay que decirlo, aporta más agua el trasvase del Adaja que la que lleva el
propio río. Veamos algunas fotos del Zapardiel a su paso por determinados
puntos durante el pasado mes de febrero para que nos sirvan de comparación y de
recuerdo.
48: Localidad de Salvador de Zapardiel, antiguo pueblo de Tierra de Arévalo, actualmente perteneciente a la provincia de Valladolid.
Este tipo de proyectos que utilizan el agua “sobrante” de determinados embalses y en determinadas épocas del año, qué duda cabe, que pueden resultar beneficiosos para los acuíferos, sobrexplotados y contaminados por los excesos de una agricultura alejada de los modelos tradicionales para intentar competir con modelos de producción “industrial”, impuestos por los grandes productores agrarios que, prácticamente, monopolizan mercados y marcan precios, arruinando o mermando las capacidades económicas de los pequeños productores, que son campesinos vocacionales y comprometidos con su tierra.
En este sentido, el de recuperar acuíferos y
riberas valiosísimas, la Asociación La Alhóndiga de Arévalo viene, desde hace
más de diez años, solicitando a la CHD un caudal para el río Arevalillo,
regulado desde la balsa de Nava de Arévalo, ¿recuerdan?, una de las tres balsas
con que cuenta el “Regadío Río Adaja”. Lo que no es comprensible es que, tanto
desde la CHD como desde la Junta Directiva de los regantes del “Regadío Río
Adaja”, se hayan negado de forma reiterada, y con razones nada razonables, a
soltar agua al río Arevalillo desde un desagüe que, desde el principio, se construyó
con tal finalidad, lo que proporcionaría agua al río Arevalillo durante sus
últimos quince kilómetros, produciendo una recarga natural de las aguas
subterráneas de la zona, y, en cambio, no tengan ningún reparo en utilizar otra de las balsas, la de Magazos, para trasvasar o “derivar” agua del
Adaja al Zapardiel, utilizando para ello las conducciones construidas para el regadío
“Río Adaja”.
No
me cabe duda de que el trasvase del Adaja al Zapardiel puede ser beneficioso
para el acuífero de Medina del Campo, pero, por favor, que me expliquen por qué
no es igual de beneficioso soltar agua, aunque sea de forma puntual, desde la
balsa de Nava de Arévalo al río Arevalillo.
No sé, tal vez “los señores de las aguas”
tengan alguna explicación al respecto.
En Arévalo, a nueve de marzo de 2021.