martes, 14 de enero de 2025

En memoria de Julio Pascual.



El 13 de enero murió mi amigo Julio Pascual Muñoz, un infarto le arrebató la vida.

Aún no puedo creer que estés muerto, que tu corazón te haya jugado una mala pasada, tú que eras todo corazón. Siempre amable, atento, sonriente, siempre amigo. De conversación entretenida, afable y sincera.

Durante muchos años, albañil de profesión y fotógrafo de corazón, con frecuencia se te podía ver con tu cámara colgada al cuello o en la mochila. Acudiendo a eventos de todo tipo e inmortalizándolos con tus fotografías o vídeos.

Parece que me voy a encontrar contigo dando un paseo por cualquiera las calles de Arévalo, o en el campo, pinar, río, humedales, cultivos, ya sea solo o con tu querido hijo David. Tu familia era tu pasión y tu principal dedicación.

Si buscamos la definición de bonhomía en imágenes, seguro que aparece tu foto Julio. Porque, sin lugar a dudas, eras un hombre bueno, estoy convencido de que nadie podrá negarlo.

Comparto algunas de las fotos que te hice en varios de esos paseos o que tú me hiciste a mí o a mis padres y que tenías el detalle de compartir conmigo.

Gracias por ser mi amigo Julio, por los momentos convividos.

Que tu recuerdo permanezca siempre vivo.

Julio junto a su hijo David.

Julio con Mario, otro gran fotógrafo.

Julio junto a su Madre en la explanada del Castillo.

Julio y sus cámaras.

Julio y sus cámaras.


Julio junto a su nieta  y varios amigos en una excursión por el río.

Julio junto a su hijo y varios amigos en una excursión a Peña Mingubela.

Julio junto a otra persona querida y desaparecida, Ángel Ramón. Durante un paseo por el río Adaja.

Julio, su cámara, su conversación y su sonrisa en la plaza de San Pedro, frente al palacio del General Ríos.

Julio en Villar de Matacabras.

Julio, al fondo, durante una visita a la Lugareja.

Julio haciendo una de las cosas que más le gustaban, fotografiar.

Las siguientes, son fotos que Julio me hizo a mí o a mis padres o familiares. Todo un honor tenerlas de tu mano.














Sirvan estas imágenes de recuerdo y homenaje a una buena persona que amaba a la fotografía, a su tierra, a sus amigos y familiares.

Hasta siempre, amigo Julio.







viernes, 10 de enero de 2025

Diario de un jubilado en imágenes.

 

Cuervo grande, un ave sabia, con injusta mala reputación, nos da la bienvenida.


Desde el uno de octubre disfruto de una vida más tranquila, con horarios flexibles, los que quiera. Sin más obligación que la de vivir y dejar vivir. Sin más preocupación que la de mirar lo que me rodea y disfrutar de ello, tal y como hacía antes, pero a mi antojo.

Camino por caminos, con mis prismáticos y mi cámara. Capturo imágenes que, a pesar del tiempo transcurrido, siguen impresionándome, las más, de forma positiva.

Comparto con todos vosotros algunas fotos captadas durante estos paseos despreocupados.

Espero que disfrutéis, como yo disfruté.


Buitre negro. La rapaz más grande de España.

Pato Mandarín. Espejo del Arevalillo.

Lúgano, un grupo de hembras invernantes alimentándose.

Lúgano, un macho de boina negra alimentándose de lo que el "hombre que piensa" llama malas hierbas.

Perdiz roja, bella, cada vez más escasa.

Ánade real o azulón, la pareja del Arevalillo.

Gorrión común, tres machos y un montón de tapaculos.

Águila imperial ibérica, una de las joyas de la Tierra de Arévalo.

Aguilucho lagunero, hembra. Sobrevolando las lagunas de El Oso.

Grajo o corneja negra. Lista y desconfiada.

Agachadiza común. En El Oso. Una seria candidata de "A ver quien la tiene más larga".

Cernícalo común, hembra, oteando en Aldeaseca.

Grullas, alimentándose y bebiendo en un humedal de Aldeaseca Húmeda.

Milano real. Oteando en Aldeaseca.

Dos hembras de avutarda, sobrevolando el Lavajuelo. Una alegría, hacía años que nos las veía por allí.

Momento agropecuario en Aldeaseca.

Colirrojo tizón, hembra y arevalense.

¿Flamencos en Arevalo?, no, muy cerca. Laguna de las Eras, Villagongalo de Coca.

Trepador azul. Acróbata arevalense.

Mito, tan pequeño como hermoso.

Agateador común, otro acróbata, otro arevalense.

Corzo, un duende te observa sin que te enteres.

Petirrojo, encendido y confiado.

Bisbita alpino, el alpinista de las Lagunas de El Oso.

Alcaudón real, real como la vida misma.

Urraca o marica, como las llamaba mi madre.

Avefría, hembra, mensajeras del invierno.

Avefría, un macho. Ya ha llegado el invierno.

A disfrutar, cada estación es diferente, cada momento es único e irrepetible.
Como dice Serrat, "no lo dejes escapar".