sábado, 3 de diciembre de 2016

EL MÉDICO SABIO



El 19 de noviembre de 2016 falleció en Madrid Luis García-Sancho, a la edad de 78 años. Un maldito cáncer nos arrebató la vida de una gran persona y un médico brillante.
No es porque fuera mi tío, hermano de mi madre, lo cierto es que solo tengo de él gratos recuerdos, los que se tienen de buenas e íntegras personas. Tanto antes como después de su muerte, son muchos los comentarios que de él he oído de gentes muy diversas, tanto de grandes profesionales de la medicina, como de humildes y casi anónimas personas que agradecían el trato recibido por mi tío en algún momento en que su vida o la de algún ser querido se vio amenazada por alguna grave enfermedad. Todos ellos coinciden en el trato cercano del médico y en la generosidad y sencillez de la persona. Lo cierto es que la humildad hace aún más grande al sabio.
De hecho a lo largo de su dilatada carrera como profesional de la medicina siempre inculcó a los innumerables discípulos que por su cátedra pasaron, el amor y la entrega a los enfermos, así como un trato amable. Por tanto, ha formado también a grandes médicos y cirujanos que han tenido y tienen en él un ejemplo a seguir.
En este particular fui testigo privilegiado de la humanidad del profesional de la medicina hacia el paciente: Hace unos 25 años estaba ingresado en el hospital La Paz porque me habían operado de múltiples papilomas en la vejiga. Me habían aconsejado que bebiera mucha agua, recuerdo que en poco tiempo había bebido más de dos litros. Pero la sonda se obstruía con los coágulos procedentes de las heridas, por lo que la vejiga se iba llenado de líquido cada vez más. Una de las enfermeras la limpió metiendo a través de la sonda una solución salina que hacía salir a los coágulos. Pero en poco tiempo se me había vuelto a taponar. Ana había llamado al timbre para que acudiera la enfermera y ésta había dicho que la sonda estaba bien.
Yo sentía como la vejiga crecía y crecía por el líquido ingerido, sin que saliera ni una sola gota a la bolsa. Ana volvió a llamar, la enfermera dijo que si me seguía molestando me lo cambiaría el siguiente turno. Yo le dije que no era molestia que era un dolor inaguantable que parecía como si me fuera a estallar la vejiga. Pero no hizo nada por segunda vez.
Afortunadamente llegó tío Luis. Venía vestido de paisano, había venido a ver a unos pacientes a los que había operado por la mañana. Se lo contamos y fue a buscar a la enfermera. Se identificó. Recuerdo que dijo: "Soy el doctor García-Sancho, jefe del Departamento de Cirugía", creo que el rostro de la enfermera palideció. Recuerdo, igualmente, que en ningún momento levantó el tono de voz para decirle que hiciera el favor de desobstruirme la sonda. Afortunadamente así lo hizo.
¡Qué alivio! Si te das cuenta de la sensación placentera que experimentas al orinar después de contenerte durante un buen rato, pues multiplícalo por mil, esa era mi sensación de alivio.
Después, con un tono de voz suave a la par que enérgico recriminó a la enfermera su conducta haciéndola ver que un cambio de turno no era razón para tratar así a un paciente, que su trabajo consistía, precisamente, en intentar paliar en lo posible el sufrimiento del enfermo.
Sí, así era como médico y como persona.
A continuación voy a reproducir el artículo que sobre el Doctor Luis García-Sancho se publicó en la Llanura de Arévalo hace casi dos años. Un momento en el que miraba al futuro con ilusión tanto por su vida familiar en compañía de su mujer, hijos y nietos, como por los proyectos que como académico de la Real Academia de Medicina tenía entre manos, con la satisfacción, como siempre, del trabajo bien hecho:



Luis García-Sancho Martín

El Dr. García-Sancho, por razones familiares, de amistad y de paisanaje, siempre se ha mantenido vinculado a esta tierra y en no pocas ocasiones ha sido el cirujano, o cuando menos, el consejero o asesor de muchos de sus vecinos en cuestiones de sus enfermedades.
Aunque no nació en Arévalo siempre se ha sentido arevalense pues vivió en esta Ciudad desde 1942, en la que su padre ejercía como Médico Estomatólogo. Su lugar de nacimiento fue Montuenga (Segovia), el 20 de enero de 1938, en cuya escuela pública comenzó la enseñanza primaria, que continuó después en el Colegio de las Amantes de Jesús de la Plaza del Real de Arévalo, para continuar con el Bachiller en el Colegio Nuestra Señora de las Angustias. En su discurso de ingreso en la Real Academia Nacional de Medicina dice: “Quiero recordar en este momento a D. Hilario Díez Martín, el maestro con quien di mis primeros pasos en el mundo de la enseñanza hasta el ingreso de Bachiller, y a todos los profesores del Colegio Nuestra Señora de las Angustias, de Arévalo, donde preparé el Bachiller para ir a examinarme “libre” al Instituto de Ávila”.
Durante sus estudios de Medicina continuó su vínculo con Arévalo. Recuerda cómo los médicos D. Lucas Gómez Fortado y D. Francisco Marcé Mauri le permitían hacer prácticas durante sus estancias veraniegas y fines de semana.
Es licenciado en Medicina y Cirugía por la Facultad de Medicina de Valladolid (1955-1962), con la calificación de Premio Extraordinario de la Facultad, obteniendo el Premio Nacional Fin de Carrera de Medicina de 1962.
Desde entonces su carrera es brillante. Siempre por Oposición:
- En 1962 es Médico interno en la Cátedra de Cirugía de Valladolid del Profesor Durán Sacristán, en la que ejerce como Ayudante de Clases Prácticas y se forma y ejerce en la especialidad de Cirugía General en el Hospital Provincial de Valladolid.
- En 1969, se traslada con su Maestro, el Prof. Durán, a la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid, al Hospital Clínico de San Carlos, desempeñando los cargos de Jefe Clínico de Cirugía y de Profesor Adjunto de Cirugía en la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid.
- En 1972 presenta en esta facultad su tesis doctoral que es calificada con Premio Extraordinario.
- En 1975 obtiene la plaza de Profesor Agregado de Cirugía de la Facultad de Medicina de Bilbao, y pasa a dirigir el puesto de Jefe del Servicio de Cirugía del Hospital de Basurto (Bilbao) y Director del Departamento de Cirugía de la Facultad de Medicina de la Universidad del País Vasco.
- En 1976 obtiene la Cátedra de Cirugía de la Facultad de Medicina de la Universidad de Extremadura en Badajoz, así como Jefe de Departamento de Cirugía de la Residencia Sanitaria Nuestra Señora del Perpetuo Socorro de Badajoz. Durante su permanencia en esta Universidad desempeña los puestos de Vicedecano de la Facultad de Medicina y de Vicerrector de Investigación de la Universidad de Extremadura.
- Su última y más larga etapa profesional (1982-2008) corresponde a la Cátedra de Cirugía de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Madrid. Durante este mismo período ha sido, por concurso-oposición nacional, Jefe del Departamento de Cirugía del Hospital Universitario La Paz de Madrid, y en dos etapas de este lapso de tiempo, ha sido Director del Departamento de Cirugía de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Madrid, lo que significa la responsabilidad de la organización y coordinación asistencial de todos los servicios quirúrgicos del hospital y de las tareas docentes de las disciplinas encuadradas en el Departamento de Cirugía en el conjunto de hospitales adscritos a la Facultad de Medicina.

Además:
- Es Académico Correspondiente de la Real Academia Nacional de Medicina desde 1990.
- Es Académico de Número (sillón nº 21) de la Real Academia Nacional de Medicina desde 2005. -Es Profesor Emérito de Cirugía de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Madrid, desde octubre de 2008.
- Es Coautor del “Tratado de Patología y Clínica Quirúrgicas” en tres volúmenes y, también coautor del “Compendio de Cirugía”. Dos obras de consulta para cualquier estudiante o profesional de la cirugía.
También es autor de más de 200 publicaciones en revistas científicas españolas y extranjeras. Ha dirigido y participado en varios proyectos de investigación. Ha dirigido 40 tesis doctorales y ha sido miembro de centenares de tribunales.
- Como académico es codirector y coautor del Diccionario de Términos Médicos de la Real Academia Nacional de Medicina. Una herramienta para la normalización y el buen uso del lenguaje médico en español que cuenta con 52.000 entradas y 65.000 acepciones e incluye unos 35.000 sinónimos. Actualmente, participa en la segunda edición del diccionario y en la elaboración de un Diccionario Panhispánico de Términos Médicos en colaboración con las Academias de Medicina de habla hispana.
La actividad desarrollada durante 46 años de ejercicio profesional comprende, como la de cualquier docente clínico, tres facetas fundamentales: actividad asistencial, docente e investigadora. Ha sabido imbuir a sus discípulos la necesidad de la formación continuada, el espíritu de sacrificio y la abnegación que exige la práctica de la cirugía, la honestidad, la honradez, el entusiasmo por la profesión, el amor y la entrega a los enfermos, así como su trato afable. Bajo su dirección y supervisión se han formado varios centenares de cirujanos generales o han recibido la formación básica en cirugía general otros especialistas quirúrgicos.
Siempre ha rechazado ofertas del ramo privado, pues ha preferido ejercer en exclusiva la sanidad y la docencia pública, lo que le convierte en una persona enamorada de su trabajo y que siempre lo ha ejercido de forma humilde, comprometida y honesta. Todo esto como profesional, como persona es aún mejor.

Artículo publicado en el nº 67 de La Llanura de Arévalo, de diciembre de 2014.
Luis José Martín García-Sancho

P.D.: Una de sus últimas voluntades fue que sus cenizas reposaran en el cementerio de Arévalo.



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