No
digáis que soy poeta
pues
solo escribo palabras
con
una pluma de agua
en
estas dunas de arena.
Con
el dedo levantado
hago
letras en el aire
que
el viento se lleva lentas,
palabras
que no son frases
versos
que se quedan sueltos.
Si
las nubes son de agua
que
da la vida a la tierra,
mis
ideas no son nada,
miento,
solo
bruma en la mañana
que
hace desaparecer
mi
sed y mi entendimiento.
Si
el pino llora resina
que
da fragancia a la brisa,
une
mis letras al viento
y
forma frases en verso.
Si
en las dunas crece trigo
bebiendo
el agua que escribo
recoge
pues mis palabras,
las
ordena en sus espigas
formando
acertadas rimas.
No
digáis que soy poeta,
sí
lo son pino y resina,
viento,
trigo, agua y tierra
al
juntar mi inútil letra.
No.
No
digáis que soy poeta.
En Arévalo, a ocho de abril de 2017.
Luis José Martín García-Sancho.
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