Texto y Fotos Luis José Martín García-Sancho.
Día
1: Salinas de Santa Pola:
20 de junio de 2016. He madrugado poco, ya calienta.
Salgo de playa Lisa santapolera para tomar la nacional
332 en dirección a Torrevieja. Muy cerca, a mano derecha, está la torre del
Tamarit donde la gaviota patiamarilla se ha convertido en su principal morador.
Todos los años cría en este punto. Desde el área de descanso de la carretera se
observan bastante bien las salinas de Santa Pola (mapa 1, punto 1). A un km hay
otra zona donde se puede dejar el coche para observar las salinas desde unos
montones de arena y rocas (mapa 1, punto 2) buena zona para ver flamencos,
ardeidas, anátidas y limícolas. Un poco más adelante, hay otro buen punto de
observación, la entrada a las salinas de
Bomnati, pero que, al encontrarse al otro lado de la carretera, mejor
dejarlo para la vuelta (mapa 1, punto 3)
Mapa 1: salinas de Santa Pola
Enseguida tomamos la desviación hacia la localidad de La
Marina, una pedanía de Elche y, nada más entrar, en la primera rotonda tomamos
la salida de la playa del Pinet. Una playa natural resguardada por dunas
litorales sobre las que se han plantado pinos carrascos y piñoneros y algunos eucaliptos.
Antes de llegar a la playa, cuando la carretera toca las salinas, debemos dejar
el coche en el estacionamiento y hacer el recorrido andando, hasta los tres
observatorios. (mapa, 2)
Mapa 2: Salinas de Santa Pola: Observatorios del Pinet
Nada más llegar escucho los gritos de los charranes
comunes que reclaman una pequeña parcela de tierra como lugar de anidamiento.
Descubro a un macho que se ha subido a la espalda de su compañera con la sana
intención de pasarla su semen a través de las cloacas. Pero algo pasa pues se
mantienen en esa acrobática posición sin consumar, el macho de pie guardando el
equilibrio sobre el dorso de la hembra. La verdad es que resulta gracioso ver y
oír como reprenden a otros charranes que se posan cerca de ellos en esa
posición propia de acróbatas circenses, incluso la hembra se gira y da algunos
pasos portando a su amado y pesado compañero a la chepa. Tres minutos después,
por fin, juntan sus cloacas y, tras un rápido aleteo del macho, dan por
terminada la cópula.
Veo varios flamencos de varias edades, avocetas,
cigüeñuelas, tarro blanco, chorlitejo patinegro, ruidosas gaviotas picofinas,
charrancitos. Busco canasteras, vuelvepiedras, gaviotas reidoras y de audouin,
pero este año no las encuentro.
He hecho muy buenas fotos pues los bichos se mostraban
confiados, o al menos eso creo porque cuando regreso a casa en playa Lisa,
descubro que la tarjeta de memoria no estaba en su sitio. Bueno no tengo fotos
pero he visto costumbres interesantes de las aves. Al menos eso pienso para
consolarme.
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Día 2: Salinas de Santa Pola:
21 de junio de 2016: Antes de salir compruebo la cámara.
Hoy he madrugado algo más y a las nueve ya estoy en los observatorios de la
playa del Pinet.
Charranes comunes (Sterna hiundo) defendiendo su territorio de cría.
Nada más llegar me vuelven a recibir los gritos de los
charranes. Espero tener la suerte de presenciar alguna cópula como ayer, pero
no. Lo que sí compruebo son los preliminares. Un macho llega volando con varios
pescados en el pico y se los ofrece a su hembra que le espera posada en una de
las islas de las salinas, donde seguramente instalarán su nido. Les veo,
incluso, cortando ramitas de una cirialea que tienen justo detrás de ellos,
mientras avocetas, cigüeñuelas y otros charranes expulsan de forma
extremadamente ruidosa a una garceta común que puede comerse sus huevos o sus
polluelos. Cuando esta desaparece vuelve la calma relativa pues los gritos son
casi continuos entre vecinos, no sé bien si como saludo o como reafirmación de
la territorialidad de la minúscula parcela en la que han instalado el nido.
Charranes comunes: Pico rojo patas cortas rojas, capirote negro desde la nuca hasta el pico.
Más adelante, cerca del primer observatorio, compruebo la
edad de algunos flamencos, entre los que hay inmaduros de colores apagados
tirando a grisáceos, subadultos que ya les empieza a despuntar el rosa clarito
del cuerpo y el fucsia fuego de las alas y adultos con la cara, las patas y el
pico ya de color rosa.
Adulto de flamenco (Phoenicopteurs ruber) Patas rosas, pico rosa, rémiges de las alas visibles en fucsia y negro.
Subadulto, cabeza y pico aún no son rosas
inmaduro, patas pico y cabeza grisáceos.
Muy cerca de ellos hay un tarro blanco macho, por la
protuberancia de la base del pico, que está perdiendo su plumaje reproductor
para pasar al de eclipse.
Tarro blanco (Tadorna tadorna) macho comenzando a perder el colorido del plumaje de celo.
También una familia de confiadas cigüeñuelas se dejan
observar desde corta distancia.
Adulto de cigüeñuela (Himantopus himantopus)
Pollo de cigüeñuela
Llego al segundo observatorio, el más interesante. Hay un
gran barullo porque una gaviota picofina adulta es acosada pos tres de sus
pollos que, a gritos, solicitan su comida. La gaviota se posa en el territorio
donde unos charranes, avocetas y charrancitos han elegido para criar, por lo
que el vocerío aumenta y se producen vuelos picados donde uno de los
charrancitos llega a golpear la espalda de la presunta intrusa y potencial
comedora de huevos.
Tres charrananes comunes y una gaviota picofina (Larus genei)
Avoceta en actitud de descanso.
Los charrancitos también parecen en celo y defienden los
límites imaginarios de su territorio de otros charrancitos intrusos. Para ello
levantan el vuelo y se ciernen como helicópteros sobre un punto fijo, van ganado
altura y, de pronto, realizan un rápido picado que acaba sobre las espaldas del
intruso. También veo como algún macho lleva pescados en el pico a su pareja que
le aguarda reposadamente.
Charrancito (Sternula albifronts) Pico amarillo de punta negra capirote negro pero con la frente blanca.
Mientras observo las idas y venidas de charranes y
charrancitos, otro pequeño actor entra en escena a paso rápido y nervioso, se
trata del chorlitejo patinegro, una pequeña limícola que corretea entre los
territorios de avocetas, charranes, gaviotas y charrancitos sin generar
desconfianza, ni ataques, ni vocerío.
Chorlitejo patinegro (Charadrius alexandrinus) en primer plano y un charrán común al fondo.
Chorlitejo patinegro alimentándose
Satisfecho regreso al aparcamiento entre la franja de
dunas móviles de finísima arena que separa a las salinas de la playa del Pinet.
Miro con cuidado y consigo las mejores fotos que tengo de avoceta.
Una mañana productiva y, esta vez, con fotos. Jajajaaa.
Dunas litorales del la playa del Pinet
Cuando llego al aparcamiento me acuerdo que ayer había una hembra de avoceta echada muy cerca de la alambrada.
Aparcamiento de la zona de observatorios
Miro con cuidado y consigo las mejores fotos que tengo de avoceta.
Hembra adulta de Avoceta (Recurvirostra avosetta)
Detalle del pico de la hembra de avoceta, el macho lo tiene aún más curvado
Una mañana productiva y, esta vez, con fotos. Jajajaaa.
22 de junio de 2016. Son las diez y cuarto. Hoy me ha
vuelto a ganar la pereza y no he madrugado lo suficiente. El sol ya calienta de
lo lindo cuando llego al parque natural del Hondo. Una zona húmeda artificial
creada para embalsar aguas que se bombean desde la desembocadura del río Segura
en la localidad de Guardamar de Segura, situado a unos 15 km de allí. A estas
aguas, algo salobres, se añaden las procedentes del bombeo desde el acuífero y,
también, un pequeño volumen del río Vinalopó que parte la ciudad de Elche en
dos. Este importante humedal forma varias láminas de agua unidas o separadas
por varios canales que son utilizados para regar los cultivos circundantes.
Zona del centro de recepción del embalse del Hondo
En las lagunas próximas al centro de recepción observo
una de las joyas del parque. La cerceta pardilla, con su característico antifaz
y su dorso moteado. Una especie en peligro de extinción que tiene en los humedales del sureste español uno de sus principales santuarios.
Cerceta pardilla (Marmaronetta angustirostris) junto a una cigüeñuela. Es característico su antifaz negro y su dorso moteado.
Busco alguna más pero no las veo, sí distingo entre la
vegetación la silueta de otro raro habitante, el calamón común.
Típica silueta del calamón común (Porphyrio porphyrio)
Focha común (Fulica atra), abajo alimentando a uno de sus pollos
Algo más lejos
una focha común alimenta a sus pollos y las cigüeñuelas que incuban bajo una
mimbrera tratan expulsar a una garceta común que intenta pescar por las
inmediaciones y lo único que consigue capturar es una rama, que no rana.
Finalmente se cansa y se posa en una de las barandillas de madera de las
pasarelas del observatorio y se mira los pies como queriéndome decir que lleva
unos calcetines amarillos preciosos.
Cigüeñuela incubando en su nido construido sobre el agua
Garceta común (Egretta garcetta) captunado una rama, que no rana.
Garceta común enseñándome sus pies amarillos.
Me acerco a otras dos lagunas que recuerdo que, años atrás, tenían
gran cantidad de especies, pero una de ellas está seca, sólo veo una polla de
agua corriendo como si la seca y agrietada arena expuesta al sol quemara sus
delicados y largos dedos.
Una de las charcas del Hondo seca
Polla de agua (Gallinula chloropus) Pariente de las fochas y de los calamones.
En la otra descubro a varias parejas de cercetas
pardillas y algunos pollos. También zampullines cuellinegros activos y
nerviosos que no paran de bucear,
Pareja de cercetas pardillas en el Hondo
Zampullín cuellinegro (Podiceps nigricollis)
algún conejo que se acerca al borde de la
laguna, una desconfiada garcilla cangrejera que se oculta entre la vegetación y
un calamón común que con sus descomunales dedos intenta agarrar algún brote
tierno de carrizo. Un pollo del año le sigue e intenta imitarle sin aparente
éxito, por lo que se acerca a ver a los conejos.
a la garcilla cangrejera (Ardeola ralloides) es fácil observarla en el Hondo
Conejo (Oryctolagus cuniculus) y calamón (Porphyrio porphyrio)
Detalle del pico, escudo frontal y descomunales dedos del calamón con los que arranca el carrizo tierno.
Abajo pollo de calamón, arriba, adulto
Este año echo en falta a la focha cornuda y anátidas como pato colorado o porrón común.
Día
4: Embalse del Hondo:
23 de junio de 2016. Hoy he vuelto a madrugar, así que a
las nueve ya estoy en el Hondo. Voy a visitar la parte sur del parque natural
que se conoce como zona de reserva o charca sur. Se puede acceder tanto desde
la carretera comarcal 861, que va a la localidad de Dolores, como desde la 855
que une san Fulgencio con Elche.
Mapa 4: situación de los cuatro observatorios ubicados en la zona de reserva.
Grupo de flamencos en la charca sur del embalse del Hondo
Antes de llegar veo gran trasiego de garcillas y moritos
entre los cultivos y el humedal. La ruta se compone de cuatro observatorios que
se introducen unos metros en las charcas a través de unas pasarelas abiertas
entre el carrizo. (Mapa 4)
detalle de la pasarela que lleva a uno de los observatorios
Nada más llegar me recibe una de las joyas del humedal,
la malvasía cabeciblanca, los machos se presentan algo más confiados que las
hembras aunque ambos expresan alerta inicial con la cola erecta, aunque luego
se relajan. En esta parte de la reserva es algo más fácil observar a esta
curiosa ave catalogada en peligro de extinción. A parte de la cola erecta,
llama la atención el color azul del pico del macho.
Machos de malvasía cabeciblanca (Oxyura leucocephala) con su característico pico azul y cola erecta en señal de alerta
Hembras de malvasía cabeciblanca que también suelen levantar la cola para expresar alerta
Postura característica de la malvasía nadando
También se deja ver el somormujo lavanco aunque no logro
ver pollos. Y dos primos suyos, el zampullín cuellinegro y el zampullín chico,
aunque a este último no consigo fotografiarlo.
Somormujo lavanco (Podiceps cristatus) ave buceadora presente en humedales con cierta profundidad
Los zampullines pertenecen a la
misma familia que los somormujos, son especies buceadoras que tienen las patas
muy retrasadas para facilitar el buceo, por eso son algo torpes en tierra pero
hábiles volando, nadando y buceando, por lo que se pueden considerar auténticos
todo terreno. El zampullín cuellinegro aún conserva sus graciosos penachos amarillos
de la época reproductora a modo de grandes pestañas, ciertamente no necesitan
rímel.
Zampullín cuellinegro (Podiceps nigricollis) con sus característicos ojos rojos bordeados de llamativos penachos de plumas amarillas
Es el mundo de las ardeidas. Creo oír al avetoro, veo
fugazmente al avetorillo, una garza real huye al acercarme al cuarto
observatorio y una imperial me observa a mí, recelosa, desde los carrizos. La
garceta común vadea las orillas en busca de peces. Levanto un par de veces a
varios martinetes que se mueven por uno de los canales y a una garcilla cangrejera
que finalmente se para en lo alto de un taray y posa para mi cámara, mientras
varias bueyeras pasan sobre mi cabeza. Solo echo en falta a la garceta grande.
Garceta común
Garcillas bueyeras (Bubulcus ibis)
Garcilla cangrejera (Ardeola ralloides) en un taray
Todo ello acompañado por el reclamo constante y hasta
cansino de los carriceros tordales y comunes. Muchos de ellos se dejan ver
entre el carrizo pero fotografiarlos es misión imposible. También fue imposible fotografiar los vuelos del fumarel cariblanco (Chlidonias hubridus).
Aspecto característico de la zona sur de la reserva.
Los flamencos también campan a sus anchas en este rincón
del Hondo dando un toque de color pastel entre la sierra y el mar. Y un grupo
de tarros blancos se sitúan confiados en el centro de la charca mostrándome las
distintas fases de coloración de su plumaje, del celo al eclipse.
Flamencos adultos (Phoenicopterus ruber) en el Hondo
Tarros blancos (Tadorna tadorna) en diferentes fases de coloración
El vaivén de moritos, garcillas bueyeras y cangrejeras
entre los cultivos encharcados y las charcas es constante, si bien se muestran
algo más confiados mientras se alimentan en bandada en las parcelas de regadío
o, incluso en los campos de granados.
Morito (Plegadis falcinellus) en una parcela del Hondo
Tres garcillas bueyeras, más blancas y una cangrejera más ocre.
Moritos alimentándose en un campo de granados y en una alfalfa
Una mañana muy completa de las que gusta recordar.
Pasarela de acceso a uno de los observatorios de la reserva
Flamenco adulto alimentándose.
Aspecto de uno de los canales de la reserva
Flamencos y cigüeñuela
Día 5: Clot de Galvany
25 de junio de 2016. Nos hemos enterado de que en el cabo
de Santa Pola hay una playa canina, la caleta dels Gossets (Caleta de los perritos), justo debajo del
faro. Mi hija María quiere llevar a su perra Noah. Es una gozada que se pueda
disfrutar de la naturaleza, del mar, de la playa con un perro, siempre, claro
está, que esté permanentemente controlado por el o los propietarios. Como soy
alérgico al sol acompaño a Ana, María y Noah hasta la playa y me voy al cercano
Clot de Galvany, un interesante humedal, algo más pequeño que los dos
anteriores, que se encuentra en una hoya entre las macrourbanizaciones de
Arenales del Sol, que pertenece a Elche, y Gran Alacant, de Santa Pola. (Mapa
5)
Mapa 5: situación del Clot de Galvany
Aspecto general del Clot y de la laguna adecuada para la observación de aves
Vuelvo a ver garceta común y avetorillo, pero nada esta
pequeña garza no se quiso poner a tiro de cámara. También veo pollos de
malvasía cabeciblanca, alguna cerceta pardilla, hembras de pato colorado,
alguna focha, polla de agua y al esquivo zampullín chico.
Cerceta pardilla Marmaronetta angustirostris
Hembras de porrón común (Aythya ferina)
Hembras de pato colorado (Netta rufina)
Zapmullín chico (Tachybaptus ruficollis)
Es un curioso espacio
natural situado en una zona muy turística y degradada del litoral alicantino, entre
añosos algarrobos y exuberantes lentiscos que mantiene poblaciones de aves muy
escasas a nivel mundial y en peligro de extinción.
Detalle de las ojas del lentisco (Pistacia lentiscus)
Aspecto de un viejo algarrobo (Ceratonia siliqua) y detalle de sus legumbres
Estos tres espacios del sudeste español tienen una enorme
importancia para la conservación de especies amenazadas y aseguran una gran biodiversidad, unida íntimamente al agua. Recurso escaso por estos lares.
Entre Arévalo, Elche y Santa Pola, a 29 de junio de 2016.
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Precioso recorrido Luis. Muy bien documentado.
ResponderEliminarCaco