Lobo Ibérico (Imagen de Ana Retamero)
El
diccionario de la Real Academia Española define topónimo como nombre propio de
lugar. Generalmente, los que ponemos nombre a los lugares somos los que en
ellos habitamos, y lo solemos hacer por alguna particularidad del terreno o del
sitio en concreto. Algo que haya llamado nuestra atención, mejor dicho, la
atención de nuestros antepasados, aquellos que vivieron antes que nosotros en
este territorio y tuvieron el acierto de poner un nombre a un lugar que gustó a
la colectividad y perduró en el tiempo.
Para
este artículo he estado mirando los topónimos tanto de Arévalo como de los
términos municipales limítrofes o cercanos. Así, he estudiado en los mapas topográficos
los nombres de lugares de Arévalo, Donhierro, Martín Muñoz de la Dehesa, Codorniz,
Espinosa de los Caballeros, Orbita, Tiñosillos, San Vicente de Arévalo, Nava de
Arévalo, Aldeaseca y Palacios de Goda.
En azul, área de estudio en el entorno de Arévalo
Algunos
de estos topónimos suelen estar asociados al relieve del terreno, como en estos
claros ejemplos de: Cerro Lavajuelo, Valhondo, Cuesta Redonda, La Coronilla, La Veguilla, Alto del
Cotonar, Los Llanillos, Cerro de la Vieja, Cuesta del Otero. Pero también hay otros mucho más
metafóricos, tanto por relieve como por las dificultades del terreno. Así tenemos: Quebrantacarros,
Rompezapatos o Deshonrrayugueros, nombres curiosos que han permanecido
asociados a un lugar concreto a lo largo de los años.
Otros
nos indican la presencia de agua, tales como Aldehuela de las Fuentes, Soto de
Fuentes, Los Lavajos, Lavajuelo Alto, Fuente de la Balsa, Las Lagunillas, Aguasal o La Barrosa,
entre otros muchos. También los hay que hacen referencia a algún cultivo o
están relacionados con ellos como Los Azadones, Era Vieja, Viñajerez, El Ajar,
El Majuelo, Gramales, Entreviñas… son solo algunos ejemplos.
Son
también muy frecuentes los que se refieren a alguna planta característica o
habitual de la zona, hay multitud de ejemplos, estos son sólo algunos: El
Juncarejo, La Dehesa, Las Acederas, Retamar, La Pimpollada, El Carrascal, La
Olmedilla, Cardos del Cura, Las Berceras, El Tomillar, Pinar de Huete, Pino del Olivo, Pinar
de Amaya, Pinar de las Monjas… entre decenas de lugares asociados a alguna
planta.
Son
también muchos los que se asocian a prado o pradera, elemento de suma
importancia en un pasado cercano, por el uso que la ganadería hacía de estos
enclaves. Muchos de ellos ya han desaparecido y el nombre del lugar no es más
que un recuerdo de la zona de pastos que allí había para el alimento y libre
esparcimiento del ganado doméstico. Algunos de ellos son: Pradera de los Huevos,
Prado de la Velasca, Prados del Cura, Prado de la Cruz, Las Praderas, Prado
Regajal, Prado Mullidal, Prado del Juncal, Prado de los Bueyes, Los Pradejones.
Es
curioso que, en proporción con los nombres mencionados anteriormente, no hay
demasiados topónimos asociados a la fauna silvestre local. Se trata de lugares
que, debido a la presencia de alguna especie o, seguramente, por la frecuencia
con que eran avistados algunos animales, el hombre local les dio su nombre.
Estos son algunos ejemplos de los pocos que existen en nuestra geografía
cercana: Cantazorras, La Sierpe, Las Cigüeñas, El Verderón, Fuente de las Palomas, El
Lebrero, El Asisón, Los Sapos, La Paloma, La Sapera, Las Conejeras, Las
Acebras, este último es uno de los que más me ha sorprendido, ya que
puede hacer referencia al Cebro, una especie de equino salvaje que se extinguió
en España en el siglo XVIII (Seguramente a la localidad abulense de Cebreros le venga el
nombre de este animal extinguido).
Pero
lo que más me ha llamado la atención es que entre estos topónimos relacionados
con animales salvajes el que más se repite es el de lobo, sí, el lobo ibérico, el Canis lupus signatus. En el casco urbano de Arévalo tenemos los dos primeros ejemplos, la calle de los Lobos y el puente de los Lobos. Pero en lo que se refiere a lugares, estos son los
topónimos que hacen referencia directa al lobo en el área de estudio: Entre
Arévalo y Martín Muñoz de la Dehesa, Loberas.
En el pinar de Donhierro, Fuente de los
Lobos. En Magazos, anejo de Nava de Arévalo, hay dos lugares denominados Fuente de los Lobos, uno cerca de la
balsa del regadío de las Cogotas y otro cerca del camino a Langa. En San
Vicente de Arévalo, Descansalobos.
En Codorniz, Senda de los Lobos. Y
entre Arévalo y Aldeaseca, nuevamente se repite el lugar denominado Fuente de los Lobos, y una fuente con
su pequeño prado que era conocida también como la Fuente de los Lobos, situada hasta hace poco en Arévalo y hoy,
lamentablemente, desaparecida pues en la concentración parcelaria realizada
para el regadío de las Cogotas a alguien se le debió de ocurrir que tanto la
fuente existente con su pozo y abrevadero, como el prado que la circundaba, debían
desaparecer y en la actualidad no queda ni rastro de ella, tan solo su nombre
en el mapa.
Como
pueden comprobar, en el pequeño área de estudio, son ocho los topónimos que
hacen referencia a la presencia de este animal que levanta pasiones
encontradas. Hace poco escuché decir al líder de un sindicato agrario “que igual que han traído al lobo a Ávila,
que se lo lleven a otro sitio, que esta tierra no es apropiada para el lobo, que no lo
quieren”. Lo cierto es que el lobo ya pertenece a nuestra historia, ha sido
y es parte de nuestra tierra, como lo demuestran los múltiples lugares que
llevan su nombre repartidos por nuestra geografía. Con esto podemos llegar a la
conclusión de que, a lo largo de la historia, el lobo ha sido un morador
habitual de esta tierra. Y que, por tanto, ésta ha sido y es tierra de lobos.
En
Arévalo, a 20 de julio de 2016
Luis
José Martín García-Sancho
APÉNDICE DE IMÁGENES:
Fuente: Sistema de Información Geográfica de parcelas agrícolas (SIGPAC)
Imagen 1: topónimo 1: Loberas entre Arévalo y Martin Muñoz de la Dehesa
Imagen 2: Topónimo 2: Fuente de los Lobos en el pinar de Donhierro
Imagen 3: Topónimos 3 y 4: Fuente de los Lobos y Fuente de los Lobos en Magazos
Imagen 4: Topónimo 5: Descansalobos en San Vicente de Arévalo
Imagen 5: Topónimo 6: Senda de los Lobos en Codorniz
Imagen 6: Topónimos 7 y 8: Fuente de los Lobos y Fuente de los Lobos entre Arévalo y Aldeaseca
Lobo ibérico (imagen de José María García)
Quizás siga siendo tierra de lobos. Me topé con uno antes de llegar a Los Merenderos en Abril de 2019. Lo grabé con mi teléfono móvil.
ResponderEliminar