Es curioso.
El diccionario
de la Real Academia tiene cuatro acepciones para la palabra “enarbolar”:
1. tr.
Levantar en alto un estandarte, una bandera o cosa semejante para que se vea
bien.
2. tr.
Levantar un arma o algo con lo que se amenaza a otra persona.
3. prnl. Dicho de un caballo: encabritarse.
4. prnl. Enfadarse, enfurecerse.
A día de
hoy son muchos los que enarbolan la bandera patria. Lo que está muy bien, cada
cual tiene derecho a levantar o mostrar lo que quiera, siempre que no ofenda. Y
la bandera, la nuestra, la de todos, ni es ni puede ser un símbolo de ofensa o de
exclusión pues todos los que tenemos la nacionalidad española somos españoles, incluso aquellos que quieren dejar de serlo.
Otros, menos, usan la bandera y la enarbolan para mostrar su furia y su enfado, añadiendo a nuestro símbolo nacional el mensaje: “Por tu mala gestión gobierno dimisión” a
lo que añaden “Viva España”. El
enfado es libre. La crítica, afortunadamente, también.
Incluso, sé de algunos que les gustaría usar la bandera como arma, es decir, levantarla para
amenazar a todos aquellos que no piensan como ellos, y no como el símbolo que nos
representa a todos, pensemos como pensemos.
Lo que
puedo asegurar es que, objetivamente, no tiene por qué ser más español el que
cuelga su bandera del balcón que el vecino que no la cuelga. La españolidad no
consiste en enarbolar un trozo de tela bicolor, ya sea como bandera o como
arma. Más bien consiste en sentirse español. Y los sentimientos, como todos
sabemos, ni se ven ni hace falta enseñarlos, pues son algo íntimo y personal.
Solo
espero no encabritar a nadie con
estas palabras.
Cuidaos.
En
Arévalo, a catorce de agosto de 2020.
Luis
J. Martín.
La riqueza del castellano es tal que el mismo concepto te puede servir tanto para ensalzar como para agredir. La diferencia está en la inteligencia del individuo y el significado que le demos cada uno de nosotros: hay quien enarbola como signo común y de orgullo y otros que lo hacen para excluir y agredir.
ResponderEliminarCierto Moisés, muchos se empeñan apropiarse de un símbolo común para excluir.
EliminarEn relación a esto también existe la palabra apropiar. Una ideología determinada se apropia de la bandera de todos, con lo cual van propiciando que algunos dejemos de sentirnos identificados con determinados colores, al identificarlos con ellos. Los políticos inteligentes y patriotas como la Merkel, prohíben terminantemente que en los actos de partido se utilice la bandera nacional. Por si fuera poco echan del ejército a las unidades pro fascistas. ¡Cuánto para aprender!
ResponderEliminarMuy cierto Cristóbal, aquí les ponen medallas o no se las quitan, que para el caso es lo mismo. Un ejemplo muy concreto: muchos torturados es difícil que se identifiquen con los colores de las medallas o reconocimientos con que premiaron al torturador... y nadie se los quitó.
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