martes, 25 de junio de 2019

CARLOS TOMÁS RODRÍGUEZ MARTÍN.


Carlos Tomás Rodríguez Martín.




Recientemente Carlos Tomás, conocido por muchos socios y simpatizantes de la Asociación la Alhóndiga de Arévalo y por muchos otros grupos y colectivos de Ávila y provincias limítrofes, ha sido premiado por la Fundación Nueva Cultura del Agua con el galardón Dragona Iberia 2019: “Por su labor incansable para fomentar la conciencia ambiental de la sociedad civil y política, por haberse comportado de manera ejemplar y valiente. Por ser un gran conocedor del entorno natural y haber sido pieza insustituible en algunas luchas medioambientales. Por haber sido tanto informador como catalizador, al servir de nexo entre distintas personas, grupos y movimientos sociales. Por educar y concienciar a la sociedad en la sensibilización, conocimiento y respeto al medio ambiente, a través de conferencias y ponencias. Por ser luchador infatigable y pieza clave sobre la que han pivotado muchas de las luchas ambientales de la provincia de Ávila y otras de la Comunidad de Castilla y León”.

Carlos Tomás recibiendo el premio Dagona Iberia.

Carlos Tomás Rodríguez Martín nació en Ávila en 1964. Estudió en varios institutos y, tras trabajar casi una década en el comercio abulense, decide dar un giro a su vida y entra en la Escuela de Capataces Forestales de Coca. En los dos veranos siguientes trabaja en la lucha contra los incendios como peón especialista de cuadrilla helitransportada del Puerto del Pico. Finalizado este periodo es contratado como Capataz responsable de repoblaciones en una empresa de montes del sector privado.
Posteriormente a comienzos de los 90 aprueba el ingreso a Guarda Rural en el Asocio de Ávila, como funcionario de la administración local, con destino en el Valle Iruelas. Conviene recordar que el Asocio gestiona importantes montes públicos de Ávila.
Dos años después compagina sus estudios de Técnico Especialista en Explotación Forestal en Murguía (Álava) con la preparación de las oposiciones a Agente forestal de la Junta de Castilla y León, aprobando y consiguiendo su primer destino en Burgos.  En 1995 supera las oposiciones a Celador de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León consiguiendo su plaza en la Sierra de Gredos. Durante ese tiempo obtuvo por promoción interna una plaza de Agente Medioambiental. Su puesto de trabajo actual sigue siendo de Celador de Medio Ambiente en el entorno de la ciudad de Ávila y, por tanto, muy cerca de su domicilio.
Ha sabido hacer compatible su faceta profesional desarrollada en plena naturaleza con su compromiso sindical como responsable de la Secretaría de Medio Ambiente de Comisiones Obreras de Ávila durante casi 20 años, pero además también participó como responsable en otras materias, como la negociación de convenios colectivos provinciales o miembro de la Comisión provincial de prevención de riesgos laborales. Durante más de 10 años fue vocal de CC.OO. en la Comisión Territorial de Medio Ambiente y Urbanismo donde tuvo contacto con diferentes grupos ecologistas.
Desde su actividad sindical relacionada con el medio ambiente, apoyó y contribuyó a crear numerosas alianzas con organizaciones sociales de diferentes perfiles; ecologistas, de pescadores, culturales, etc. que perseguían la defensa del Medio Ambiente.

Durante una intervención en La Sexta sobre la urbanización La Favera.

Ha participado en innumerables luchas ambientales que han tenido lugar no solo en Ávila sino en otras provincias, tanto de forma directa como indirecta, a través de información, apoyo o coordinación. Entre estas acciones, realizadas siempre de forma colectiva, cabe destacar las llevadas a cabo por la defensa de Campo Azálvaro contra la realización de una autopista y una urbanización, otras contra diversos proyectos que pretendían talar bosques, como en Las Navas del Marqués en el caso conocido como “la Ciudad del Golf”, o en Villanueva de Gómez donde la macrourbanización “La Favera” hubiera destruido una gran superficie del valioso bosque del Corredor del Adaja.
A parte de sus, ya comentadas, facetas: profesional, sindical o activista medioambiental, también destaca, y de qué manera, como comunicador social, dispuesto siempre a conceder entrevistas a diversos medios de comunicación, a impartir cursos, charlas y conferencias, principalmente, destinadas a la concienciación y protección ambiental, tanto en colegios e institutos, como en salones de actos o en plena naturaleza. En este aspecto se le puede considerar tanto un buen conocedor del medio ambiente y sus problemas más acuciantes, como un gran comunicador, usando siempre un tono cercano, didáctico, sensible y apasionado.
En su relación con la Asociación La Alhóndiga, ha participado siempre que se lo hemos pedido en charlas y, muy especialmente, en paseos por la naturaleza abulense: Los Infiernos, Sierra de Ojos Albos, Pico Zapatero, La Serrota, nacimiento del Adaja… donde se ha mostrado como un guía inigualable, hasta el punto de que todos los “paseantes” hemos coincidido en la misma percepción: salir al campo con Carlos Tomás es todo un lujo y una experiencia siempre agradable y enriquecedora.
En el ámbito personal, he de decir que es un buen amigo, atento y dispuesto a ayudar o a solucionar cualquier problema, y una buena persona. Se necesitan muchos más seres humanos como Carlos Tomás para que la sociedad sea un poco mejor, algo más justa y bastante más agradable.
Desde estas páginas queremos enviarle nuestra enhorabuena por el merecido premio y nuestro agradecimiento a su labor y bonhomía.

En Arévalo, a siete de junio de 2019.
Luis José Martín García-Sancho.

Artículo publicado en el número 121 de La Llanura de Arévalo, junio de 2019.


Carlos Tomás, tercero por la izquierda junto a su esposa Tesesa, durante una ruta organizada por La Alhóndiga.




1 comentario:

  1. Un magnifico luchador que bien merece el premio.
    Mi mas sincera enhorabuena.

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