lunes, 15 de octubre de 2018

EL OTOÑO DEL RASTROJO

Collalba gris en un rastrojo.


Hoy he estado un par de ratos en el campo…
Cortos pero intensos.
Los colores se multiplican en las riberas y los caracoles han salido a verlos después de la lluvia con sus ojos elevados.

Espino albar en el río Arevalillo.

A finales de verano los rabilargos se juntan en pequeños grupos familiares por los bosques del corredor del Adaja. Según se consolida el otoño, estas familias se agrupan formando bandadas más grandes para pasar juntas el otoño – invierno, veo una ruidosa bandada de 35-40 rabilargos que se mueven por las copas de los pinos.
A un par de kilómetros, un solitario buitre negro descansa en la copa de uno de los pinos más altos situado en lo alto de una duna, iluminada por una luz que promete agua.

Luz de agua en las copas de los pinos.

Los corzos se muestran nerviosos, los disparos de la media veda les han recordado algunas bajas. Se cruzan y desaparecen deprisa, los machos sin corona, las hembras seguidas de algún corcino, ya tan grande como ella.
El principio del otoño es una época donde aún permanecen algunas aves estivales, pero también van llegando las invernales.

En un rastrojo, una de las últimas collalbas grises de la temporada.

Después, desde el pinar, recorro el norte de la provincia de Ávila desde Arévalo hasta Moraleja de Matacabras y, a pesar del fuerte viento del oeste, junto a las últimas collalbas grises o sisones de la temporada también se pueden ver a los primeros esmerejones, bisbitas pratenses, aguiluchos pálidos...

Grupo de siete sisones en un barbecho junto a los restos de una vieja parcela de alfalfa.

... milanos reales recién llegados del norte, que revolotean al caer la tarde sobre su dormidero sin decidirse a posarse en la alameda aislada en la llanura...

Milanos reales agrupándose en una alameda que utilizan de dormidero invernal.

El campo, enormes rastrojos y grandes parcelas recién aradas, parece desierto pero, poco a poco voy viendo a las cogujadas comunes, ratoneros, calandrias, cernícalos vulgares, estorninos negros y pintos, tórtolas turcas, torcaces, zuritas… todas estas especies se extienden por los rastrojos predominantes en el paisaje, pero a los que poco a poco van ganado terreno las parcelas aradas y recién sembradas.

Campesino con su tractor durante las tareas de la siembra.

El aire, fuerte del oeste, levanta el polvo.
El ciclo campesino comienza de nuevo.
A muchos este paisaje otoñal de la Tierra de Arévalo no les gusta... hay gustos para todo.

Los pastores aprovechan los rastrojos y barbechos como zonas de pasto.
Uno de los usos tradicionales de un medio rural que se apaga. Este pastor tendría a su cargo más de quinientas ovejas.

Echo de menos a la avutarda que no se ha dejado ver, también a las ortegas, a algún pequeño bando de alcaravanes, y a grupos más numerosos de sisones agrupados por decenas en alguna alfalfa. Solo he visto siete, y gracias, el año pasado en este mismo recorrido no vi ninguno.
Tengo que buscar en serio a la ganga ibérica, hace años que no la encuentro.
El declive de algunas especies es muy patente, donde en la década de los 90 se veían 30 ó 40 sisones en esta época del año, ahora no se ve ninguno.

Grupo de siete sisones en vuelo

Es curioso, al mismo tiempo que se despuebla el campo, también desaparecen algunas especies… y no es este fuerte viento del oeste el que se las ha llevado.

En Arévalo, a trece de octubre de 2018.
Luis J. Martín.

El rastrojo es el paisaje predominante.

Un ratonero en una parcela recién arada

Milanos reales que se agrupan en su dormidero al caer la tarde.

Los caracoles han salido a ver los colores otoñales con sus ojos elevados.

Bidón de pesticida abandonado junto a un camino.





9 comentarios:

  1. Luis, has bosquejado un cuadro precioso y valioso. Naturaleza pura de esta nuestra tierra irredenta y demográficamente herida, pero que encierra y aún retiene una belleza especial y única. Literariamente has conseguido metas tan bellas como con las fotos que acompañas.
    ¡¡¡Enhorabuena!!!

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    1. Muchas gracias,el medio rural se apaga como un enfermo terminal, pues nadie tiene la cura.

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    2. ¡Enhorabuena por esta estampa natural morañega, tan magníficamente ilustrada!

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  2. Bellísimo relato. Me gustaría saber tanto de pájaros para disfrutar de los paseos por el campo como tú.

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    1. Gracias Constantino, la curiosidad por poner nombre a todo lo que veo es la causa de mi relación con los pájaros.

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  3. Me ha encantado tu relato del otoño en nuestra tierra y tu buen saber sobre pájaros. Me gusta mucho como escribes.
    Me entristece la última foto del pesticida abandonado. Hay algún agricultor que aún no sepa que hay puntos de recogida de esos envases?
    Un saludo

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  4. Me ha encantado tu relato del otoño en nuestra tierra y tu buen saber sobre pájaros. Me gusta mucho como escribes.
    Me entristece la última foto del pesticida abandonado. Hay algún agricultor que aún no sepa que hay puntos de recogida de esos envases?
    Un saludo

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  5. Vaya lujo de imágenes!!!! Enhorabuena

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