“VERSO LIBRE”. Arévalo, 23 de septiembre de 2016
ORGANIZADO POR :
“La Alhóndiga de Arévalo”, Asociación de Cultura y Patrimonio.
Colabora: Exmo. Ayuntamiento de Arévalo
Fotos de: Fernando G. Muriel, Juan C. López y Luis J. Martín.
Fotos de: Fernando G. Muriel, Juan C. López y Luis J. Martín.
José
Fabio.- Por tercer año consecutivo, “La Alhóndiga”, Asociación de
Cultura y Patrimonio viene a hilvanar música y verso, tiempo y memoria. Poetas
morañegos y de las tierras de Medina, quieren esta tarde de luna menguante
regalarnos aquello que no es suyo pues las musas se lo dieron y, apenas se baje
el telón, será de todos los que aquí, en torno al arte, hoy nos congregamos.
Javier.-
La
poesía- dice Cervantes en “La gitanilla”-
es una bellísima doncella, casta, honesta, discreta, aguda, retirada, y
que se contiene en los límites de la discreción más alta. Es amiga de la
soledad, las fuentes la entretienen, los prados la consuelan, los árboles la
desenojan, las flores la alegran y, finalmente, deleita y enseña a cuantos con
ella comunican.
José
Fabio.- "La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos
dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los
tesoros que encierran la tierra y el mar: por la libertad, así como por la
honra, se puede y debe aventurar la vida."
Javier:
“Para
la libertad”. Miguel Hernández
Para la libertad, sangro,
lucho, pervivo.
Para la libertad, mis ojos y mis manos
como un árbol carnal, generoso y cautivo,
doy a los cirujanos.
Para la libertad siento más corazones
que arenas en mi pecho: dan espumas
mis venas,
y entro en los hospitales, y entro en
los algodones
como en las azucenas.
Porque donde unas cuencas vacías
amanezcan
ella pondrá dos piedras de futura mirada
y hará que nuevos brazos y nuevas
piernas crezcan
en la carne talada.
Retoñarán aladas de savia sin otoño
reliquias de mi cuerpo que pierdo en
cada herida.
Porque soy como el árbol talado,
que retoño:
y aún tengo la vida.
Para la libertad, mis ojos y mis manos
como un árbol carnal, generoso y cautivo,
doy a los cirujanos.
Para la libertad siento más corazones
que arenas en mi pecho: dan espumas
mis venas,
y entro en los hospitales, y entro en
los algodones
como en las azucenas.
Porque donde unas cuencas vacías
amanezcan
ella pondrá dos piedras de futura mirada
y hará que nuevos brazos y nuevas
piernas crezcan
en la carne talada.
Retoñarán aladas de savia sin otoño
reliquias de mi cuerpo que pierdo en
cada herida.
Porque soy como el árbol talado,
que retoño:
y aún tengo la vida.
José Fabio.- Miguel Hernández, el pastor de Orihuela, desde la cárcel de
barrotes que encierran el cuerpo pero no el alma, canta a la libertad. Y cuando
su mujer, Josefina Manresa, le escribe una carta donde menciona que para comer
solo tenían pan y cebolla, compone para su hijo de apenas unos meses Nanas de la cebolla: “La cebolla es
escarcha, cerrada y pobre, escarcha de tus días y de mis noches”.
También
pastor, el Miguel Hernández de La Moraña, como siempre le llamamos, Vitorio
Canales ha cantado al amor y al desamor, a las campanas de la iglesia de su
pueblo y al día que amanece nublado; al viento y a la lluvia, al despertar de
la primavera y al río que lleva sus versos por los caminos de esta tierra
nuestra.
Recita: Vitorio Canales
Javier.- “Verso
libre”, el que no está sujeto a rima ni a medida, dice la Academia. Verso libre
es salirse de las pautas, de las normas para crecer, para creer, para crear. No
es posible componer o engendrar un ser desde lo establecido. La rigidez nubla
el pensamiento, bloquea la génesis de vidas nuevas, sea en la poesía, en el
teatro, en la música, en la ciencia… Solo hay una opción, saltar al vacío y
emprender un camino entre la niebla, como nos propone Luis José Martín.
Luis José Martín:
VERSO LIBRE
Los versos más libres nunca
impresos en un papel
buscamos por todas partes
en las que pudimos ver,
revolvimos aire y tierra,
toda entera ya lo sé,
antes encontramos niebla
de donde bebe el saber.
Durante nuestra búsqueda
escuchamos sin querer
letras estremecedoras,
versos muy bellos también,
en varias partes se oían
rapsodas hombre o mujer
suspirar algunas rimas
o recitar sin leer.
Libres eran todos ellos,
ideas de hiel y miel,
bebían la niebla fresca,
renacían en su piel
escribiendo poesía
linda y cruel a la vez,
jauría libre, jauría
moría para nacer.
Gotas bebed de esta niebla
si libre voz queréis ser.
En Arévalo, a diecisiete de septiembre de 2016.
Luis José Martín García-Sancho.
José Fabio.- Si alguien ha desvelado el alma de esta tierra en toda su
esencia y en la ternura de sus gentes, este ha sido Constantino de Lucas,
conocido como “El cura de Machín” por ser este el nombre de la finca que habitó
en Arévalo. De su obra más popular, “Morañegas”, José Antonio López nos trae
este poema dedicado a una tradición propia de nuestros pueblos: “Pedir la
costumbre”.
José Antonio López: “Pedir ´La costumbre´”.
Javier.- Como
Machado, Don Antonio, “ligeros de equipaje”, María Jesús Eleta nos propone
alcanzar la libertad en uno de los poemas de sus “Cuatro estaciones”. No es
casualidad- pienso- que pertenezca a la colección de los enmarcados en otoño,
cuando el azul juega a esconderse en algodones y el árbol, por llevar la
contraria, se desarropa para afrontar su particular catarsis de escarchas y
silencios.
María Jesús Eleta: “Libertad” “Paz” (De “Cuatro
estaciones”).
José Fabio.- Si el verso más libre es el que nace del corazón, Maite
Jiménez cuenta con esa obra que rebosa la rebeldía del autodidacta, de quien no
atiende otras normas que las que manan en lo más hondo. Allí, donde la palabra
nace limpia y cierta, pone un interrogante que deshoja verso a verso, como en
un otoño de respuestas.
Maite Jiménez: “Libertad”
¿Qué es la libertad?
-
Dime amigo, cuéntame
-
¿existe la libertad?
o
Somos todos libres, ¿no lo ves?
-
No lo sé, tengo mis dudas
-
asi que ¡explícame!
o
Voy y vengo cuando quiero
o
No paso hambre, no temo.
o
No hago daño a nadie
o
No siento
o
Nadie me puede atacar
o
No espero.
o
Siempre voy solo
o
No cuento
o
Pero todos me escuchan
o
cuando me revuelvo.
-
Ya veo amigo mío, tú eres el viento.
-
Entonces yo no soy libre
-
porque voy y vengo cuando puedo.
-
Si no trabajo, no como.
-
Nunca estoy solo
-
mi mujer y mis hijos me acompañan.
-
Temo, siempre temo
-
los peligros de la vida.
-
Y si manifiesto algo
-
¿quién me escucha?
o
No estés triste
o
eso no es cierto.
o
Tu libertad consiste
o
en amar lo que haces,
o
porque ya elegiste
o
no estar sólo,
o
vivir para alguien,
o
y no hacer daño,
o
y es en eso amigo mío
o
en lo que la libertad consiste.
Pero
no puedo olvidar
a
los asesinos de la libertad.
El
hambre que mata a un niño,
la
sed que mata a una madre.
Las
bombas que detonan dementes.
No
son libres para vivir
Javier.- Verso
libre, verso suelto, rendido y cierto; en eterna búsqueda sin más engreimiento;
sin el respiro del aire, sin la cadencia del tiempo.
José
Fabio pone voz a este poema de José Manuel Iglesias Cervantes.
José Fabio.- Poema de José Manuel Iglesias
Cervantes
EL VERSO SUELTO
El verso suelto
No atado ni abandonado
Es un verso resuelto
No triste ni rendido
Nunca un verso yerto
No prostituido ni reseco
Es un verso cierto
Que no busca la rima
Que a la sima se asoma
Siempre vivo, siempre atento
Seguro en el acierto
Y aún más en el desacierto
Siempre enamorado
Nunca lisonjero
Siempre libre y ligero...
El verso suelto.
José Manuel Iglesias Cervantes.
Javier.-
Se le vio, caminando entre
fusiles,
por una calle larga,
salir al campo frío,
aún con estrellas de la madrugada.
Mataron a Federico
cuando la luz asomaba.
El pelotón de verdugos
no osó mirarle la cara.
Todos cerraron los ojos;
rezaron: ¡ni Dios te salva!
Muerto cayó Federico
—sangre en la frente y plomo en las entrañas—
... Que fue en Granada el crimen
sabed —¡pobre Granada!—, en su Granada.
por una calle larga,
salir al campo frío,
aún con estrellas de la madrugada.
Mataron a Federico
cuando la luz asomaba.
El pelotón de verdugos
no osó mirarle la cara.
Todos cerraron los ojos;
rezaron: ¡ni Dios te salva!
Muerto cayó Federico
—sangre en la frente y plomo en las entrañas—
... Que fue en Granada el crimen
sabed —¡pobre Granada!—, en su Granada.
(Antonio Machado)
Luis José Martín:
Si queréis que un verso se haga eternamente libre,
asesinad a su autor.
Dictadores, represores, en cualquier rincón del mundo
intentaron, intentan e intentarán callar la cultura, el saber.
Asesinan, represalian, exilian, a artistas, escritores,
docentes, sin darse cuenta de que aunque logren enmudecer al poeta, al maestro,
jamás lograrán callar su obra que vagará eternamente de boca en boca como verso
libre.
Un claro ejemplo es Federico García Lorca. Intentaron
callar al autor pero no lo consiguieron.
Su obra es la prueba.
Su verso sigue estando vivo.
Fue, es y será Verso Libre.
Federico García Lorca:
con su polisón de nardos.
El niño la mira mira.
El niño la está mirando.
En el aire conmovido
mueve la luna sus brazos
y enseña, lúbrica y pura,
sus senos de duro estaño.
Huye luna, luna, luna.
Si vinieran los gitanos,
harían con tu corazón
collares y anillos blancos.
Niño déjame que baile.
Cuando vengan los gitanos,
te encontrarán sobre el yunque
con los ojillos cerrados.
Huye luna, luna, luna,
que ya siento sus caballos.
Niño déjame, no pises,
mi blancor almidonado.
El jinete se acercaba
tocando el tambor del llano.
Dentro de la fragua el niño,
tiene los ojos cerrados.
Por el olivar venían,
bronce y sueño, los gitanos.
Las cabezas levantadas
y los ojos entornados.
¡Cómo canta la zumaya,
ay como canta en el árbol!
Por el cielo va la luna
con el niño de la mano.
Dentro de la fragua lloran,
dando gritos, los gitanos.
El aire la vela, vela.
el aire la está velando.
José Fabio.- Carmelo Izquierdo es miembro del grupo de rapsodas “Los
caballeros”, donde se conjugan música y poesía. Virtuosos del verso, nos llevan
de “Aquellos días azules y aquel sol de la infancia” a “Con tres heridas yo”,
recreando páginas enteras de nuestra literatura para traerlas al pueblo, a los
sueños vívidos, al nivel de este mar de espigas y recogimiento.
Carmelo Izquierdo: (Canta) “Si no te manda el
amo, lo hace la necesidad”.
Javier.-
A zaga de tu huella, amigo Mariano, sigo por estos caminos de romances como
aquel medio fraile, buscando en tus palabras la fonte que mana y corre, aunque
es de noche. Y, como el profeta Jeremías, proclamo: “Cuando encontraba palabras
tuyas las devoraba”.
Mariano García Pásaro: “El romero solo” de León
Felipe, “Romance del prisionero”, Fray Luis de León.
Elena Clavo: “Desubicada”.
No
tengo ese dinero “fácil”
que
muchos gastan para llenar un vacío.
Yo
creo en la moneda del sudor y la sangre,
en
el esfuerzo de mil hombres compungidos.
Pregunté
cuál era tu precio,
mas
hallé sólo una plaza vacía.
Después
un viejo tembloroso
me
dijo que toda una vida.
Grité
tu nombre desde el monte más alto,
creí
encontrarte en la niebla espumosa
que
separa el cielo y el mar.
Entonces
el silencio atendió a mi reclamo
y
abrí los ojos. Vi las cosas hermosas.
Supe
que estabas en el todo y en la nada.
Desconozco
el por qué de las ansias
para conservar un tiempo que no es suyo.
Lo
perdieron al vender su alma
a
un falso dios, ladrón de amor y orgullo.
Mis
lágrimas lloran, escondidas tras mis ojos.
No
consiguen mis pies encontrar su sitio
perdido
entre el cielo y la tierra.
Deseo
escapar de esta cárcel
que
la avaricia viste de seda.
Convirtieron
pinchos en almohadones,
buscando
dolor en el placer.
Cargamos
a la espalda
el
peso de nuestros errores.
Tratando
de apagar
el
don que nos hace mejores.
Somos
humanos, sentimos.
No
podemos evitarlo.
Es
imposible arrancar las raíces
mientras
siga vivo el árbol.
Somos
plantas medio muertas
enterradas
en el suelo.
Andando
entre calaveras,
fantasmas
de un viejo sueño.
Quién
escapará de este sino,
si
no quieren libertad.
Temen
al acantilado
y
no intentaron ni saltar.
José Fabio.- El cuarteto de Liverpool vino a marcar un antes y un después
en el devenir musical del siglo XX con este sueño que comenzó en el año 1962.
Su éxito se basó en la exploración de ritmos y el trabajo en equipo. Encarnaron
los ideales progresistas y alcanzaron las revoluciones sociales y culturales.
Su legado persiste en numerosas composiciones nacidas al amparo de una obra
concebida como contracultura. Y también en la bohemia que se traslucía en su
atuendo y forma de vida. Fueron, sin duda, el verso libre de una década.
Fernando Gómez Muriel
sobre los Beatles
Este año se cumple el 50 aniversario de varios hechos que
propiciaron un punto de inflexión, para estos cantores a Libertad que fueron el
cuarteto de Liverpool, The Beatles. El último concierto en vivo del grupo tuvo
lugar el 29 de agosto de 1966 en el Candlestick Park de San Francisco. Lejos de
ser una tara, tras casi de 1.400 actuaciones en público, nacía así la
Beatlemanía. El cuarteto comenzó a trabajarse más los temas y a conectar más
tanto con sus fieles, como con el resto.
Este año aparecía en el mercado el álbum Revolver, es lo que
supuso la aparición de nuevos estilos estilísticos que llegarían a ser más
pronunciados en los discos posteriores, en el que se puede disfrutar de temas
como "Taxman", una aportación de rock duro, "Tomorrow Never
Knows" un tema del rock psicodélico o "Eleanor Rigby" o la
popularísima “Yellow Submarine”, propició que dos años después, en 1968 se
produjera una película de animación, que como las aventuras de Donquijote por
la Mancha, fue una verdadera aventura de un quijote marino por el mar, siendo
una canción, que supuso un antes y un después no sólo para el Pop, sino para la
Música en general.
Javier.-
De la prosa, en “Los trabajos y los días de Silvestre Molona y Eufemia Palacín”,
al verso. José María Lara escribe, dice, “desde lo más profundo de mi alma
zarceña y como pago de una deuda con lo que considero más propio: la tierra y
las personas”. Llega hoy a esta emblemática plaza con su particular canto,
quizás llanto, a la libertad.
José María Lara:
“Libertad"
Libertad.
José María Lara
Le engendraron pájaro.
Él se sintió vencejo:
ave inmortal.
Una mano impía,
lo lanzó
a la cavidad de un cántaro,
donde revolotea
sin esperanza.
Hubo un tiempo,
sin embargo,
en que, a su cárcel, la sintió tinaja;
incluso aljibe. Entonces se acomodó
y sintió, como un atisbo,
la ilusión de la esperanza. Quiso reforzarla
y pidió auxilio;
e imploró y rezó…
Ahora, su aleteo se apereza.
Su canto se hace grave
y denota honda tristeza.
Ya, solo
por los palos más tristes del flamenco
blasfema.
José Fabio.- A la par que hilvanaba capas y trajes, Genaro Manzano
desgranaba versos que luego sonaban en calles y plazas. Lejos de artificios y
ostentaciones, sus declamaciones atienden al costumbrismo, al pueblo, a la
cercanía de las cosas y las gentes.
Genaro Manzano: “Soleá del amor desprendío” de Manuel Benítez
Carrasco.
Daniel González Linacero
Juan Carlos:
Daniel González Linacero
nació en 1903 en Valdilecha (Madrid). Sus padres eran maestros. Estudió
magisterio en Ávila y ejerció por primera vez en Montejo de Arévalo en 1925.
Estaba casado con Palmira Perotas y tenía tres hijas: Palmira, María Paz y
María Luz. El 8 de agosto de 1936 se lo llevaron de su casa en Arévalo y lo
asesinaron en una cuneta cerca de Olmedo.
Del libro “Mi primer libro de
historia”.
En el prologo de su libro
"MI PRIMER LIBRO DE HISTORIA", escribe, dirigiéndose a los maestros,
lo siguiente: "Despertando
en el niño el instinto de lucha y glorificando hasta la categoría de héroes a
aquellos muñecos trágicos que morían desconociendo la razón de su sacrificio,
el niño adquiere un sentido falso del valor moral, individual y colectivo.
Nunca
se cuidó el educador de borrar de la Historia toda esa balumba insoportable de
necedades de príncipes y favoritos, extrayendo del evolucionar histórico
aquellos sucesos de orden material y espiritual que de una manera indudable han
contribuido a formar este mundo que nos rodea, sin olvidar que la Historia no
la han hecho los personajes, si no el pueblo todo y principalmente el pueblo
trabajador humilde y sufrido, que solidario y altruista, ha ido empujando la
vida hacia horizontes más nobles, más justos, más humanos."
Javier.-
Palabra llana, sus “Gotas de lluvia” se dejan caer sobre el campo morañego
amenizadas por el sonajero del chopo. Andariego, espectador de ancha
perspectiva, dibuja sus poemas con trazo ligero, siluetas de torres y corazones
hendidos. La plaza que guarda su alma de niño le recibe con sus cigüeñas y su
fuente de los cuatro caños, con la misma ternura de antes. Segundo Bragado.
Segundo Bragado:”La plaza queda vacía”. “A la
fuente de los cuatro caños”.
La Plaza queda vacía
Septiembre y ya no crotoran
las cigüeñas en sus nidos,
las torres se quedan solas
la plaza vacía queda.
De la diamantina fuente
no se escucha el cántico...
Los vencejos se marcharon
y después las golondrinas.
No se escuchan los ladridos
de la perra de Tinín
que con saña a los gatos perseguía.
Las puertas están cerradas
las plaza queda vacía.
Y se marcharon Nuria, Paco y Sofía.
Solo un murmullo de recuerdos queda...
¡En la
Plaza de la Villa!
José Fabio.- Encarcelado en una torre, Segismundo se pregunta por qué los
animales tienen más libertad que él, cuyo único delito es haber nacido. La
doctora Loli Tejero ha dejado por un momento sus quehaceres de universidad para
traernos el soliloquio más famoso del drama español.
José Fabio.- Nace Miguel en Alcalá de Henares.
Javier.-
Juan
es un rapaz de cinco años que juega a hincar varas en el fondo de la laguna de
su pueblo.
José
Fabio.- Rodrigo de Cervantes, cirujano-barbero, vaga de ciudad en
ciudad en busca de mejor vida.
Javier.-
Catalina
Álvarez, viuda de Gonzalo de Yepes, trabajadora del telar de Fontiveros,
primero en Arévalo y más tarde en Medina, intenta recomponer una familia segada
por la hambruna.
José
Fabio.- Los jesuitas de Córdoba o Sevilla acogen a Miguel.
Javier.-
Los
de Medina tienen en Juan a su alumno más aventajado.
José
Fabio.- Quien más tarde escribirá “El Quijote “ y “La Galatea” es
ya un estudiante en la universidad de Salamanca…
Javier.-
…
donde el fraile fontivereño también aprende la virtud de las palabras.
José
Fabio.- La cárcel de Argel espera el milagro de manos de Fray
Juan Gil.
Javier.-
Una
noche de agosto, fray Juan huye de la cárcel entonando su “Cántico espiritual”.
José
Fabio.- Dos versos libres.
Javier.-
Dos
almas encendidas por la rebeldía que se enfrentan a su propio destino…
José
Fabio.-...luchando contra gigantes
Javier.-...
o contra sus propios hermanos de Orden
José
Fabio.- … por conseguir sus ideales de locura
Javier.-...
por alcanzar la divina unión
José
Fabio.- “En un lugar de la Mancha…”
Javier.- En un lugar de la
Moraña, adivinándose entre los clásicos, envuelto en lienzos y acordes, Esteban
Monjas nos trae una bellísima
composición del más grande poeta en lengua castellana.
Esteban Monjas: “El pastorcico” (Cantado)
Juan Carlos.- Desde “La Alhóndiga”, Asociación de
Cultura y Patrimonio, queremos dar las gracias a cuantos habéis hecho posible
este milagro de la poesía. Gracias a los poetas por permitirnos irrumpir en sus
entrañas, al Ayuntamiento de Arévalo por su apoyo en las tareas de intendencia
y a todos ustedes que, en definitiva, son quienes dan sentido a cuanto desde
nuestra Asociación llevamos a cabo, con el mismo entusiasmo de la primera vez y
con la pasión que merecería si fuese la última.
Javier.-
Juan
de Yepes, Miguel de Cervantes, Lorca, Machado, Linacero,… ya son parte del
esplendor de esta Plaza de la Villa gracias a poetas y rapsodas. Su eco
permanecerá por los siglos y así, cada vez que recorramos este espacio entre
San Martín y Santa María, escucharemos el eco de los versos que sonaron una
noche otoñal de luna menguante, porque, trovadores o legos, poetas o locos,
cada uno de nosotros es un “Verso libre”.
Muchas gracias.
Plaza de la Villa, Arévalo (Luis J. Martín)
Entre cada actuación se vieron vídeos realizados por Juan Carlos López recordando algunas efemérides que se celebran en este año de 2016.
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