sábado, 26 de diciembre de 2015

El SUEÑO DE ANA



Ana la susurradora 


El sigueinte texto es el primer final de mi novela "Por la Senda de Tumut. La noche de Jara".

Antes de su publicación decidí cambiar el último capítulo, por lo que este texto quedó inédito:


"Hoy he soñado con hombres oshacu exterminando a sus hermanos ucusus por no querer compartir con ellos esta tierra en la que nos encontramos desde la noche de los tiempos. He soñado con belfones que decían querer dominar la tierra, cuando todos sabemos que no podemos dominar lo que no nos pertenece o aquello que jamás podremos abarcar. Esto es imposible, ninguno de nosotros podrá jamás parir o engendrar a su madre. La tierra no es nuestra, nosotros somos de la tierra.
Por la senda de Tumut. Dibujo de Luis J. Martín

         He soñado con hombres como nosotros que hacían daño a su madre, la tierra. Que construían grandes y altas cabañas de roca y barro. Que sus hogueras eran tantas y tan grandes y producían tanto humo que hacían el aire irrespirable, como cuando haces fuego en el fondo de la cueva. Que tal cantidad de humo nublaba a nuestro padre, el sol, que tenía que brillar con tal intensidad para acariciar cada día a su compañera, la tierra, que producía enormes incendios que convertían el bosque de la vida en brasas y la hierba fresca en polvo.
         He soñado que casi todos los animales se morían por no tener qué comer o se marchaban a lugares lejanos donde el hombre no pudiera hacerles daño. He soñado que estos hombres ensuciaban el agua de los ríos y lagunas arrojando en ellos todo tipo de inmundicias y los peces flotaban asfixiados. He soñado que estos ríos y arroyos de aguas cristalinas eran envenenados y los hombres que bebían de ellos morían con fuertes dolores.
         He soñado con hombres que acababan con todos los animales de la tierra, con todas las aves del cielo, con todos los peces del agua. Hombres que acababan con todos los árboles del bosque. Hombres que envenenaban la llanura, la hierba, las aguas y luego exigían comida, bebida, aire fresco. Que se iban buscando otro lugar donde el sol no abrasara los campos, donde los animales pastaran tranquilamente y repetían la misma destrucción, la misma masacre.


         He soñado que este hombre no aprendía de sus equivocaciones, al contrario, imponía sus mismos errores a las gentes de otros lugares que vivían en paz y armonía con su madre, la tierra.
         He soñado que aquellos hombres que destruían todo a su paso tenían lanzas más poderosas que el trueno con las que mataban a todos los animales y se mataban entre ellos, sin motivo alguno. He visto hombres que querían dominar a sus hermanos. He visto que algunos hombres se intentaban revelar contra esa dominación, contra esta destrucción y eran eliminados, matados, masacrados con sus lanzas del trueno.
         Luego me he despertado, me he dado cuenta de todo lo que he soñado y me he reído de lo absurdo y estúpido que resulta este sueño.
         ¿Qué hombre es capaz de matar a todos los clanes de una región y acabar con toda la caza?
         ¿Qué hombre es capaz de acabar con todos los árboles del bosque de la vida?
         ¿Qué clase de hombre es capaz de envenenar el agua del que bebe?
         ¿Qué clase de hombre puede acabar con lo que le permite vivir?
         Amanece.
         La noche de Jara llega a su fin."

Fragmento inédito de La Noche de Jara (de Luis J. Martín)
Portada de la novela






No hay comentarios:

Publicar un comentario