miércoles, 28 de marzo de 2012

CARTA DE UN GILIPOLLAS

Estimado Mengano, me alegra saber de ti.
De pequeño quería ser gilipollas.
Sí. Siempre había oído comentarios como: "vaya coche que tiene ese gilipollas" o "Mira la casa que tiene la gilipollas esa" y muchas otras frases por el estilo.
Creo que lo he conseguido, me ha costado más de cincuenta años, pero parece que ya son muchos los que dicen de mí: "mira lo que escribe este gilipollas".
Tal vez, cuente cosas que no debería contar. Tal vez lo que escribo no agrade a todo el mundo, aunque tampoco lo pretendo. Pero a veces me da la sensación de haber saltado al vacío, como cuando de pequeño, cuando aún no era gilipollas, estando sobre un terraplén del Adaja alguno de mis hermanos preguntaba: ¿Si saltamos desde aquí llegaremos al banco de arena? Y todavía no habían acabado de decirlo cuando yo ya estaba volando por los aires.
De pequeño caí sobre la mullida arena y detrás saltaron todos.
Sólo espero que en esta ocasión no me estrelle contra la dura marga.
Son muchos los que creen que soy un bicho raro o rara avis. Y no por mi afición a los bichos y a las aves precisamente. Más bien me consideran como el fraile ateo o el leñador del desierto.
No sé. Puede que tengan razón.
Te agradezco que te hayas acordado de mí.
Un abrazo, extensivo para toda tu familia, de este gilipollas y no obstante amigo,
Futano

En Arévalo, a veinte de marzo de 2012
Luis José Martín García-Sancho.

3 comentarios:

  1. Eres un genio, tal vez ya lo eras cuando saltabas con tus hermanos. Todo lo que escribes, que tanto nos ilustra, corrobora lo que ddigo. Un abrazo

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    1. Gracias Jesús, la genialidad siempre está en quien sabe interpretar lo que lee.

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  2. Seguramente solo sean los que somos, han sido o serán gilipollas los que hagan correcta interpretación de la carta ��
    O quizá no?

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