Estimado Mengano, me alegra saber de ti.
De pequeño quería ser gilipollas.
Sí. Siempre había oído comentarios como: "vaya coche que tiene ese gilipollas" o "Mira la casa que tiene la gilipollas esa" y muchas otras frases por el estilo.
Creo que lo he conseguido, me ha costado más de cincuenta años, pero parece que ya son muchos los que dicen de mí: "mira lo que escribe este gilipollas".
Tal vez, cuente cosas que no debería contar. Tal vez lo que escribo no agrade a todo el mundo, aunque tampoco lo pretendo. Pero a veces me da la sensación de haber saltado al vacío, como cuando de pequeño, cuando aún no era gilipollas, estando sobre un terraplén del Adaja alguno de mis hermanos preguntaba: ¿Si saltamos desde aquí llegaremos al banco de arena? Y todavía no habían acabado de decirlo cuando yo ya estaba volando por los aires.
De pequeño caí sobre la mullida arena y detrás saltaron todos.
Sólo espero que en esta ocasión no me estrelle contra la dura marga.
Son muchos los que creen que soy un bicho raro o rara avis. Y no por mi afición a los bichos y a las aves precisamente. Más bien me consideran como el fraile ateo o el leñador del desierto.
No sé. Puede que tengan razón.Te agradezco que te hayas acordado de mí.
Un abrazo, extensivo para toda tu familia, de este gilipollas y no obstante amigo,
Futano
En Arévalo, a veinte de marzo de 2012
Luis José Martín García-Sancho.
Eres un genio, tal vez ya lo eras cuando saltabas con tus hermanos. Todo lo que escribes, que tanto nos ilustra, corrobora lo que ddigo. Un abrazo
ResponderEliminarGracias Jesús, la genialidad siempre está en quien sabe interpretar lo que lee.
EliminarSeguramente solo sean los que somos, han sido o serán gilipollas los que hagan correcta interpretación de la carta ��
ResponderEliminarO quizá no?