MIÉRCOLES
DE LUGAREJA
La ermita de la Lugareja o iglesia de Santa
María de Sánchez Román es un monumento de arte mudéjar declarado Bien de
interés Cultural (BIC), Monumento Nacional desde 1931. Se
encuentra en una pequeña loma al sur de Arévalo en la carretera que va a
Palacios Rubios.
Fue construida como iglesia del monasterio de
canónigos regulares en 1179, el cual pasó a ser monasterio de religiosas
cistercienses en 1240, hasta el año 1524 que se trasladan al tristemente desaparecido
Palacio Real de Arévalo. Desde entonces y hasta 1911, es decir durante casi cuatro
siglos, es parroquia del Lugarejo de Sánchez Román, anejo perteneciente al
Ayuntamiento de Arévalo y, por tanto, parroquia del obispado de
Ávila. En 1911 al perder la categoría de parroquia, y durante muchos años, es
utilizada como ermita en casos puntuales en celebraciones religiosas como, por ejemplo, bodas y, especialmente, en la festividad de la Virgen de la Lugareja,
que se solía celebrar el segundo fin de semana de junio. Durante la fiesta tenía
lugar junto al monumento una alegre y bulliciosa romería que gozaba de una gran aceptación popular. Concretamente, la última vez que se celebró fue entre el ocho y el trece de junio de 2005.
Después
de junio de 2005, los propietarios de la finca donde se encuentra el
monumento y el poblado, prohibieron e impidieron la subida y, años más tarde,
cercaron el camino de acceso impidiendo el paso a vehículos y personas de forma
libre. También hicieron desaparecer el camino vecinal que unía Arévalo con la
localidad de Vinaderos y que pasaba junto a la ermita.
Al
ser BIC los propietarios están obligados a permitir el acceso a los turistas
con un horario concreto. Desde entonces, solo se puede visitar la ermita los
miércoles de una a tres de la tarde. Claramente, un día y un horario nada
apropiados para la visita turística y cultural que demanda un monumento de tal
magnitud, ejemplo por excelencia del arte mudéjar castellano. Todo
un despropósito que lleva más de doce años sin encontrar una solución pactada
que contente a todas las partes implicadas.
Por eso desde hace tiempo, todos los miércoles
festivos asociaciones como la Alhóndiga y particulares como Mario Gonzalo,
vienen haciendo un llamamiento a través de las redes sociales para subir a
disfrutar de la Lugareja.
Como el pasado uno de noviembre fue miércoles festivo un gran número de personas interesadas por el patrimonio de Arévalo acudieron a la invitación de la Asociación de Cultura y Patrimonio la Alhóndiga de Arévalo y subieron a la Lugareja.
Estos son algunos de los momentos del paseo desde las ruinas del convento de los Trinitarios hasta la Lugareja:
- Camino de la Lugareja:
El acceso a la ermita se hace a través de la
carretera Av-P-116 que une las localidades de Arévalo y Palacios Rubios. Para ir
andando no hay camino ni sendero practicable, por lo que hay que ir por la
cuneta de la propia carretera, peligroso acceso para un monumento tan
importante.
- La Lugareja es presa:
El monumento está rodeado de alambrada para
impedir el libre acceso al mismo, incluso hay vídeo vigilancia.
- La
visita y los visitantes:
Entre los presentes se encontraban Julio Pascual Muñoz, y Mario Gonzalo
Cachero, muy conocidos ambos por la calidad de sus fotografías
Durante la visita Juan Carlos López Pascual,
presidente de la Alhóndiga de Arévalo, hizo un resumen de la historia de la
iglesia, una breve descripción de su arquitectura y elementos constructivos,
así como el estado en que se encuentra en la actualidad tanto el monumento como
la propiedad y los litigios por recuperar el espacio para todos los arevalenses
y todos aquellos que quieran visitarla o estudiarla.
- La Lugareja
por fuera:
Ladrillo mudéjar, piedra caliza irregular
conocida como rajuela y argamasa de cal y arena son los principales y casi
únicos elementos constructivos, que consiguen unas dimensiones y formas
espectaculares. Arte mudéjar primitivo y genuino en estado puro. Arte con mayúsculas.
- El
interior:
La escueta decoración interior hace aún más
grande al monumento. El rojo arcilloso de los ladrillos resalta sobre el blanco
dominante de la cal. Las formas conseguidas por la simple alineación de los
ladrillos separados por hiendas de argamasa son sencillamente únicas.
- El
pueblo:
Alguno de los asistentes había vivido en el
pueblo del Lugarejo, una pedanía de Arévalo, y recordaba perfectamente la casa
en la que residió y a muchas familias que fueron sus vecinos o, incluso, a varios que
habían nacido allí mismo.
Solo los miércoles es visitable una joya como La Lugareja. Solo los miércoles y apenas durante dos horas,
de 13 a 15 de la tarde, se puede contemplar de cerca un monumento de la
categoría de Bien de Interés Cultural. Uno de los mejores y más reconocidos
ejemplos de arte mudéjar castellano.
Quizás sea ya el momento de que cesen los
litigios y diferencias entre propietarios, obispado y ayuntamiento. Quizás sea
ya el momento de recuperar como espacio público el lugar donde se asienta la
Lugareja para que sea visitable de forma normal y racional, tal y como se
merece. Ni más, ni menos.
En Arévalo, a uno de noviembre de 2017.
Fotos y textos: Luis J. Martín
Veo la Lugareja maravillosa, solo conocia el nombre. Excelentes fotos y...monumento mudejar. Lo conseguireis !!!👍
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