Las riberas del Arevalillo y, especialmente,
las del Adaja son las zonas con mayor biodiversidad de la comarca de la Tierra
de Arévalo. Al ir acompañadas de extensos pinares, hace que el espacio conocido
como el corredor del Adaja sea uno
de los más valiosos para la flora y fauna de las llanuras castellanas que se
extienden tanto al norte como al sur del padre Duero.
En una estrecha franja de terreno podemos
encontrar todos los hábitats presentes en la comarca:
- El casco
urbano de Arévalo se asoma como a un balcón a ambos ríos que, a lo largo
del tiempo han excavado profundos valles. Los pueblos, creados por y para el
hombre, tienen una fauna y una flora propia ligada a zonas rurales y urbanas,
por lo tanto aportan su granito de arena a esta diversidad biológica.
- El propio cauce del río, ya sea permanente como en el Adaja o intermitente
como en el Arevalillo, aporta la vida acuática: Invertebrados, peces, crustáceos,
moluscos, anfibios, reptiles, mamíferos, aves, plantas… suman especies al cesto
de la vida.
- Los bosques
de ribera, o sotos, aumentan notablemente el número de especies animales o
vegetales que utilizan este hábitat para reproducirse, alimentarse, viajar,
esconderse, descansar… en definitiva vivir.
- Los pinares
que acompañan a ambos ríos son el último reducto forestal de entidad que queda
en la comarca. En ellos hay muchas más especies vegetales que a las que a
primera vista parece. Alguna de ellas amenazadas o escasas no solo en la
comarca sino en España. También son el lugar elegido por un buen número de
especies de fauna forestal o ligada a los árboles, alguna de ellas seriamente
amenazadas a nivel mundial o, incluso, en peligro de extinción.
- Por último, todo este cóctel de biotopos,
está rodeado de extensas llanuras
cerealistas donde, a duras penas, sobrevive uno de los grupos faunísticos
más amenazados a nivel europeo, las aves esteparias o aves de llanura, que
dependen fundamentalmente del buen hacer del agricultor y de los ciclos
agrarios tradicionales.
Por tanto, en esta estrecha franja de terreno
tenemos especies urbanas, acuáticas, forestales, riparias, rupícolas,
campestres y esteparias. Todo un récord.
Las riberas de ambos ríos, periódicamente, se
han plantado casi exclusivamente con chopos como monocultivo forestal, para ser
talado para su aprovechamiento maderero. Cada quince o veinte años los chopos
plantados en hileras se talan a matarrasa, es decir se cortan todos los pies existentes,
pero también los arbustos y otros árboles que a lo largo de los años han ido apareciendo
de forma espontánea diversificando el monocultivo inicial.
TALA A MATARRASA EN EL RÍO ADAJA EN EL AÑO 2017.
Para
esta práctica tan radical, de forma generalizada, se han venido concediendo las
correspondientes autorizaciones tanto por parte de la Confederación
Hidrográfica del Duero (CHD) como por la Junta de Castilla y León (JCyL) para
que las cortas se realizaran y, además, hasta el mismo borde del río. En este
aspecto, el colectivo ecologista exigía que se respetaran los metros
correspondientes de dominio público hidráulico y que, en ningún caso, se
permitiera que se talase hasta el mismo cauce, dejando una banda de protección
a cada lado del río para que se preservarse una mínima parte del importante corredor
biológico que suponen los bosques de ribera.
Pues bien, actualmente estas prácticas están
prohibidas por el REAL DECRETO 1/2016,
de 8 de enero por el que se aprueba la revisión del plan hidrológico de la
parte española de la demarcación hidrográfica del Duero (entre otras cuencas).
Publicado en el BOE número 16 de 19 de enero de 2016.
En el Anexo IV: DISPOSICIONES NORMATIVAS DEL
PLAN HIDROLÓGICO DE LA PARTE ESPAÑOLA DE LA DEMARCACIÓN HIDROGRÁFICA DEL DUERO;
el punto 2 del art. 17 referente a las bandas de protección de los ríos ordena:
2. Bandas de protección de la morfología
fluvial de los cauces:
a) Con la finalidad de mejorar la protección
de la morfología fluvial ante la incidencia ecológica desfavorable de los
aprovechamientos de áridos, de pastos y de vegetación arbórea o arbustiva, el establecimiento de puentes o
pasarelas, embarcaderos e instalaciones para baños públicos, y en particular, a
los efectos de su autorización o concesión, en función de su importancia y
magnitud, los ríos de la cuenca del Duero se clasifican en:
-
Clase 1: Ríos principales de la
cuenca, con largos recorridos, importantes caudales y extensas formaciones de
ribera. La banda de protección para
estos ríos se fija en 15 m en cada margen.
En el apéndice 10.1 de este Real Decreto quedan
reflejados todos los ríos de clase 1, es decir, ríos principales de cuenca con
importantes bosques de ribera. En la provincia de Ávila solo hay dos ríos que
merezcan esta protección, uno es el Tormes
y el otro el Adaja:
Por lo tanto, las talas que se han realizado
recientemente en el Adaja tanto en Arévalo
a su paso por el casco urbano, como en Orbita
a la altura de los Merenderos, como en El Fresno, cerca de Ávila, entre otras, al haberse talado la ribera a
matarrasa hasta el mismo borde del río, no respetan la banda de protección, por
lo que incumplen el reglamento y tanto
CHD como JCyL no deberían haberlo autorizado.
TALA A MATARRASA HASTA EL MISMO BORDE DEL RÍO ADAJA EN VERANO DE 2017 EN EL TÉRMINO MUNICIPAL DE ORBITA
Según el Real Decreto, esta banda de protección
se reduce a cinco metros en el caso del Arevalillo, pero también debe
respetarse.
Esperemos que en el futuro desde la CHD y la
JCyL se cumplan las normas jurídicas establecidas a la hora de conceder
autorizaciones para aprovechamientos forestales de ribera y se respeten los 15
metros obligatorios como banda de protección en el Adaja y los cinco en el
Arevalillo.
La diversidad aumenta. La vida gana. Ganamos
todos.
En Arévalo, a cuatro de agosto de 2017.
Luis José Martín García-Sancho.
MIENTRAS TANTO EL CORREDOR DEL ADAJA SIGUE AMENAZADO Y DESPROTEGIDO.
Artículo publicado en el número 99 de La Llanura de Arévalo en el mes de agosto de 2017.
Lamentable. Han hecho talas a matarrasa desde el ambles hasta la salidA del adaja de la provincia. Miles de arboles cortados...
ResponderEliminarSí existe la Ley es para que se cumpla, pero la administración nos tiene acostumbrados a hacer leyes para que sean ellos mismos quien las incumpla o permita su incumplimiento, que para el caso es lo mismo.Lo que es una ilegalidad lo convierten en algo norma, lo cual es una política aberrante.
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