Vista de Arévalo al atardecer con torres de Santa María, San Miguel y San Juan.
La tarde
cae por las cuestas,
las altas
torres encienden
lentas
sus ladrillos rojos
diciéndole a la llanura
que
aunque ya llega la noche
ellas
esperan al día,
y nos
guardan en los sueños
de la
noche negra y densa
para
servirnos de guía.
Las
torres, siempre las torres
encendidas
en la tarde
y en la
aurora tenue y fría,
del
caserío se alzan
majestuosas,
soberbias,
señalando
al cielo altivas.
Las
torres, siempre las torres
de crepúsculo encendidas.
Arévalo a 23 de agosto de 2015
Luis José Martín García-Sancho
Arriba: torres de San Juan, el Salvador y de ValdeláguilaArriba: torres de Santa María y San Miguel. Abajo: vista general del casco antiguo de Arévalo.
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