Por Ignacio Martín García-Sancho
La hucha de mi hijo era una
pequeña caja fuerte. Recuerdo la sonrisa de Tomás cuando atesoraba
pacientemente todo el dinero que le proporcionaban amigos y familiares mientras
estaba enfermo. Nunca me confesó que quería comprar. Sus esperanzas inmediatas se
centraban en lo que iba a comer cuando saliera del hospital y en las películas
con las que pretendía amenizar los largos días de monótona convalecencia. Tenía
una pequeña libreta en la que apuntaba todo ello, derrochando una imaginativa
generosidad a la hora de escribir con faltas de ortografía. En cuanto a sus
anhelos más trascendentales, a Sonia, la chica de la Fundación Pequeño Deseo,
la confesó, tras varias semanas de terco silencio, que quería tirarse en
paracaídas.
No disfrutó del tiempo suficiente como para cumplir su sueño.
Cuando murió y conseguí abrir su hucha, tras un puñado de meses de doloroso
aplazamiento, me encontré con 752 euros. Deseaba que la memoria de mi hijo
perdurara más allá de mí propia vida y concebí un proyecto para fomentar la investigación
en Oncología Pediátrica. Lo nombré "La Hucha de Tomás". Nunca sabré
si mi hijo aprobaría este propósito, pero en la hucha también había una cartera
en la que se escondía su carnet de identidad. Hallé el rostro inmortalizado de
Tomás justo antes de enfermar por segunda vez. En sus ojos descubrí la madurez
de un niño que ha derrotado al cáncer en una ocasión y la sonrisa grave de un
adulto que confía en sí mismo.
El Microrrelato titulado
"La Hucha de Tomás" de Ignacio Martín García-Sancho ha ganado el
concurso "Escribe Vida" patrocinado por el Centro Comercial Sexta
Avenida a beneficio de la Fundación Cris. Espero que os guste.
ENLACE A LA HUCHA DE TOMÁS:
Investigacion - ASION - Asociación Infantil Oncológica de Madrid
ENLACE A LA HUCHA DE TOMÁS:
Investigacion - ASION - Asociación Infantil Oncológica de Madrid
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