viernes, 21 de noviembre de 2025

Braulio y los bulos.



 

Braulio y los bulos.

Llegado el día, Braulio descendió de las alturas y les llamó para que se acercaran al olmo, para prevenirles sobre las noticias falsas que se estaban imponiendo.

Uno de los que acudieron pregunto:

―¿Por qué debemos creerte a ti, cómo puedes estar seguro de lo que dices?

Entonces Braulio les dijo:

―Estoy seguro de que, a día de hoy, estar seguro de algo no sirve de nada. En los tiempos que corren, la mentira vence a la verdad y el mentiroso es elevado al más alto rango. Los embusteros gobiernan nuestras vidas y los sinceros son castigados.

―Y, acostumbrados a los cuentos de las religiones ―continuó Braulio―, los bulos son palabra de dios, nadie los comprueba ni duda de ellos.

Un rumor se apoderó de los allí presentes, pero Braulio había hablado y, trepando por el olmo, ascendió de nuevo a las alturas.

Enterados los vigilantes de la verdad, que habían sido elegidos por aquellos que utilizaban la mentira para conquistar el poder, quisieron quemar el olmo. Pero empezó a llover copiosamente.

Entonces Braulio les gritó desde las alturas:

―Vuestro fuego lo enciende la mentira. Aquí y ahora, la única verdad indiscutible es la lluvia.

 

En Arévalo, a veintidós de junio de 2025.

Luis J. Martín.


Imagen de Aleksandr Ródchenko.

Relato publicado en La Llanura 198, de noviembre de 2025.