jueves, 15 de junio de 2017

EL PROCURADOR DEL COMÚN EN CONTRA DE LA TALA DE PINOS DE LAS MALVINAS



El Procurador del Común de Castilla y León es una Institución que tiene encomendada por las Cortes de Castilla y León la misión de defender y proteger los derechos de los ciudadanos. Entre sus funciones está la de supervisar la actividad de la Administración de la Comunidad Autónoma, de los Ayuntamientos y Diputaciones, entidades locales menores y de los diferentes organismos que dependan de ellas. 
Es una institución independiente, no recibe instrucciones de ninguna autoridad y desempeña sus funciones con absoluta autonomía y objetividad.
Si el Procurador del Común deduce que han existido irregularidades podrá formular advertencias a la Administración, así como recomendaciones, sugerencias o recordatorios, para que se corrijan las anomalías, debiendo informar a los interesados del resultado de sus actuaciones.
Puede recibir las quejas de cualquier ciudadano cuando considere que la Administración ha actuado de forma incorrecta o injusta. En este sentido en el mes de febrero, La Alhóndiga de Arévalo y Galérida Ornitólogos presentaron una queja ante esta defensoría por la tala de 27 pinos negrales centenarios y singulares que se encontraban tanto en la Avenida Severo Ochoa como en el interior del barrio de las Malvinas, sin necesidad y sin los necesarios informes técnicos que avalaran dicha tala.


El Procurador del Común aceptó la queja y comunicó a las dos asociaciones denunciantes que remitía un escrito al Ayuntamiento de Arévalo pidiéndole los informes por los que habían talado 27 pinos centenarios y sanos pertenecientes al arbolado urbano público.
En su escrito del 31/05/2017 el Procurador del Común adjunta las contestaciones e informes remitidos por el Ayuntamiento de Arévalo sobre la tala de estos pinos.
Entre otras cosas el Ayuntamiento de Arévalo contestaba al Procurador del Común que la denuncia presentada era parcial y sesgada” y que no se puede confundir a la sociedad, alterando la realidad de las cosas”.
Añadían que “en la remodelación de las aceras se consideró necesaria la corta de unos pinos que se encontraban en las mismas y que estaban provocando el levantamiento del pavimento”.
 Tocones de los pinos talados en la avenida Severo Ochoa frente a las Malvinas.

Como se puede apreciar en esta imagen muchos pinos fueron talados innecesariamente pues se situaban en zonas ajardinadas. Lo que demuestra una falta de planificación por parte del Ayuntamiento, ¿Por qué se talaron?
Uno de los tocones en una zona ajardinada alejada de los edificios.

Como puede apreciarse en esta imagen y en la anterior muchos de los pinos talados ni levantavan las aceras ni influían en la remodelación de la avenida Severo Ochoa.
También dice el Ayuntamiento de Arévalo en su contestación al Procurador del Común de Castilla y León que El número total de árboles cortados asciende a 12 en la zona de la avenida y 7 en la actuación que se efectuó por Resolución de Alcaldía”. Es decir 19, lo que es falso ya que los pinos centenarios y sanos talados entre la avenida Severo Ochoa y Las Malvinas fueron 27, como así lo demuestran las siguientes imágenes tomadas antes y después de la tala:
- LOCALIZACIÓN DE LOS PINOS TALADOS POR EL AYUNTAMIENTO DE ARÉVALO:
Entre marzo de 2016 y febrero de 2017 el Ayuntamiento de Arévalo taló 27 pinos entre la avenida de Severo Ochoa y el barrio de las Malvinas.
Este es el recuento de los pinos cortados y su numeración comparando para ello imágenes tomadas por GMaps en el año 2008 y fotografías tomadas en febrero de 2017, una vez realizadas las talas.
Imagen 4: Avenida Severo Ochoa, tramo de la Avenida Emilio Romero a La escuela de Adultos: Antes de la tala. Pinos 1 y 2.

Imagen 5: Avenida Severo Ochoa, tramo de la Avenida Emilio Romero a La escuela de Adultos: después de la tala. Las flechas rojas se sitúan donde estuvieron los pinos 1 y 2.


Imagen 6: Avda Severo Ochoa, escuela de Adultos: antes de la tala. Pino n°3.

Imagen 7: Avda Severo Ochoa, escuela de Adultos: Después de la tala. La flecha roja indica el lugar donde estuvo el pino 3.

Imagen 8: Avda Severo Ochoa, escuela de Adultos - las Malvinas: Antes de la tala. Siete pinos talados entre el centro de Adultos y las Malvinas, números del 4 al 10.

Imagen 9: Avda Severo Ochoa: escuela de Adultos - las Malvinas: Después de la tala. Las flechas rojas marcan los siete pinos talados.

Imagen 10: Avda Severo Ochoa, frente a Las Malvinas: Antes de la tala.Once pinos talados, del número 11 al 21 (El 20 y 21 estaban en la entrada de la calle Las Malvinas)

Imagen 11: Avda Severo Ochoa: Frente a las Malvinas: después de la tala.
Las flechas rojas marcan los 11 pinos talados en este tramo, números 11 al 21.

Imagen 12: Interior del barrio Las Malvinas: Antes de la tala.
Seis pinos talados, del 22 al 27.

Imagen 13: Interior del barrio Las Malvinas: después de la tala.
Las flechas rojas indican los seis pinos talados, números 22 al 27.

Como puede apreciarse en el documento aportado como anexo junto con la queja, los pinos talados son 27 y no 19 como asegura el informe remitido desde la alcaldía de Arévalo. Por lo tanto parece que quien hace una declaración parcial y sesgada” intentando "confundir a la sociedad, alterando la realidad de las cosas” no es la parte denunciante sino el propio Ayuntamiento al presentar un informe que no se atiene a la realidad .

Es por ello que el Procurador del Común de Castilla y León ha recriminado al Ayuntamiento de Arévalo el trato agresivo que ha dado al arbolado público al talar árboles singulares, sin tener en cuenta su función ecológico-paisajística, ni la histórica o la sociológica.

A continuación se resumen algunos párrafos del escrito de Sugerencia remitido por el Procurador del Común al Ayuntamiento de Arévalo:
“En la actualidad, los municipios, como administración más próxima a los ciudadanos se ven empujados a reaccionar, ante todo lo que signifique protección del medio ambiente y el entorno, en cumplimiento del compromiso constitucional plasmado en el artículo 45CE78, “Todos tienen derecho a disfrutar de un medio ambiente adecuado”, pero esta reacción de demanda de los ciudadanos no solo respecto a los grandes retos ambientales, como la depuración de las aguas residuales o la recogida y reciclaje de los residuos, sino también en supuestos como el analizado, en el que se solicita la preservación del arbolado municipal, y sobre todo una mayor sensibilidad municipal hacia el mantenimiento de los espacios verdes, sean estos públicos o privados”.

Respecto al arbolado urbano dice:
“Su plantación se realiza para embellecer el espacio público o privado, brindando reconocidos beneficios: sombra, refresca el aire, mejora la calidad ambiental del entorno, producen oxígeno, regulan la humedad ambiental, reducen los ruidos, atenúan los vientos, retiene algunas partículas sólidas, sujetan el agua de lluvia, y finalmente, los espacios arbolados constituyen un punto de encuentro para los vecinos, que se reúnen en su entorno fomentando la relación ciudadana”.
“Hoy, de manera muy evidente, es muy claro el insustituible papel ecológico de las zonas verdes urbanas frente a la proliferación de los espacios pavimentados”.
En cuanto a las competencias municipales, esta defensoría dice:
“Creemos que son los técnicos los que deben estudiar, aconsejar e informar lo más conveniente en cada caso e incluso, indicar la procedencia o no de realizar una nueva plantación, el responsable político debe analizar estos informes, decidir y facilitar a su vez información a los ciudadanos, justificando las plantaciones, los arranques o la eliminación de los árboles (…)”.
“Ahora bien, sí corresponde a esta institución recordar a los ayuntamientos que el valor de un árbol o de un conjunto de árboles, como los que fueron talados en este caso, sobrepasa el simple costo de su reposición, al tener en cuenta no solo su función ecológico-paisajística, sino también la histórica o la sociológica, y este valor debe tenerse en cuenta y servir de ayuda a la toma de decisiones sobre la supresión de arbolado, y también sobre su reposición”.

Respecto a los pinos talados dice:
“El porte y valor ecológico de los ejemplares que fueron talados en este caso no puede ser recuperado con la plantación de otros nuevos, por ello creemos que, en adelante, en futuros proyectos que se lleven a cabo en su localidad, dado que en el caso que nos ocupa ya no hay solución, el Ayuntamiento debe dar mayor transcendencia a la conservación de los árboles, especialmente aquellos que tienen un gran valor ornamental como los referidos en esta queja, evitando su tala (…). Los árboles no deben considerarse como algo irrelevante, como un inconveniente a la hora de ejecutar determinadas actuaciones municipales como puede ser la realizada en este caso, sino que su presencia puede y debe tener un peso específico a la hora de proyectar los espacios públicos, procurando su conservación, teniendo en cuenta su situación al redactar los proyectos y protegiéndolos adecuadamente durante la realización de las obras”.
“Puesto que estos árboles estaban sanos (…) creemos que el Ayuntamiento debía buscar otras vías para resolver los problemas que referían los vecinos, podas parciales que redujeran su tamaño, o podas parciales para los situados más cercanos a las viviendas (Se suele desconocer por los ciudadanos que las zonas de arbolado urbano incrementan el valor de los inmuebles que se sitúan en sus inmediaciones hasta en un 20%), remodelación de aceras en las zonas de pavimento levantado, o cualquier otra que permitiera compatibilizar la existencia de estos árboles con la actividad y el desarrollo normal. La búsqueda de estas alternativas resulta más coherente con la voluntad que manifestó en su momento el Ayuntamiento de Arévalo al elaborar la Ordenanza de parques y jardines que vino a recoger las inquietudes municipales para conseguir una ciudad más amable, más sostenible y respetuosa con el medio ambiente”.

Por todo lo anterior expuesto esta Defensoría formula la siguiente Sugerencia:

Que por parte de la corporación municipal que V.I. preside y en las sucesivas intervenciones urbanísticas que promueva o autorice, se vele siempre por el respeto y la conservación de los árboles que pudieran resultar afectados, procurando en cualquier caso su preservación o trasplante y considerándolos como un elemento básico tanto para la ordenación urbana como para establecer las prioridades en la actuación municipal”.
Firmado: “Javier Amoedo Conde, Procurador del Común”.

Poco más hay que añadir a lo dicho por el Procurador de Común de Castilla y León. Esperemos que tanto la concejalía de medio ambiente como desde la alcaldía de Arévalo tomen buena nota de este duro escrito de una institución regional que, recordemos, de forma totalmente libre e independiente vela por el bienestar de los ciudadanos y para que la Administración no atente contra sus derechos actuando de forma abusiva o injusta.
Esperemos que en lo sucesivo el Ayuntamiento tenga en cuenta el valor del arbolado público para el bienestar de la ciudad.

martes, 13 de junio de 2017

EL GUERRERO CON PÁJAROS EN LA CABEZA




        Una vez que el castillo hubo quedado desierto, el capitán Búho, como cada noche, ordenó hacer la ronda a sus seis guerreros metálicos. Debían proteger la fortaleza a toda costa. Nadie podía robar los girasoles de hierro instalados estratégicamente a la entrada de la torre del homenaje.
        El guerrero de la Foz se negó a moverse. Temía que se malograra la puesta de colirrojo tizón que tenía en la cabeza. La noche anterior uno de los pollos se había caído mientras caminaba a paso férreo por el patio de armas del castillo.

- Mi capitán –gritó el guerrero de la Foz-, no podré hacer la ronda hasta que los pájaros abandonen mi cabeza.
- El alcaide  de este castillo nos ha encargado la defensa de la fortaleza. Somos soldados rudos y experimentados –repuso el capitán levantando sus enormes tijeras-. No podemos incumplir nuestro deber por tener cuatro pájaros en la cabeza. Tira al resto de los pollos al suelo para que no vuelvan a molestarte. Yo mismo les remataré.
- No mi capitán, no me ha entendido, no me moveré ni esta noche ni ninguna otra hasta que los pollos puedan volar y abandonen el nido por sí mismos. Se lo prometí a sus padres cuando les dejé que se instalaran dentro de mi cabeza. Soy tan rudo como el que más, nunca he flaqueado en la lucha, todos me conocéis. Pero mi honor me impide incumplir la palabra que he dado a los colirrojos. Sólo le pido dos semanas. Puedo vigilar perfectamente los girasoles de hierro sin moverme de mi puesto.
- Entonces no me dejas otra alternativa –contestó el capitán Búho furioso alzando la voz-. ¡No puedo consentir este desacato! ¡Guerreros del castillo! Reducid a vuestro compañero, sacadle los pájaros de la cabeza y metedle en las mazmorras.

        Los guerreros, con el capitán Búho a la cabeza, comenzaron a moverse hacia el guerrero de la Foz. Pronto le rodearon. Parecía que nada podía hacer excepto rendirse. Sin embargo decidió hacer frente a sus compañeros. Levantó la hoz que portaba en su mano derecha y se cubrió con su escudo esperando el ataque.
        Cuando las chispas de los golpes metálicos de la lucha iluminaban el patio del castillo, comenzó a oírse el armonioso sonido de una flauta. Todos los guerreros se giraron hacia el fondo del patio desde donde provenía la música. Jamás habían escuchado una melodía tan hermosa como la que Paula, la flautista de hojalata, había empezado a ejecutar.

        Aquella música despertó a dos cisnes construidos con viejos arados que hasta ahora no habían intervenido.  Levantaron de pronto su pesado vuelo haciendo chirriar sus alas en cada aleteo. Pronto se unieron a los cisnes metálicos, búhos, lechuzas, cárabos, mochuelos, autillos, chotacabras, murciélagos y otras criaturas de la noche. Pero aquella música también despertó a un buen número de aves diurnas que se sumaron a la bandada. Aquella enorme turba evolucionaba en el aire al compás marcado por la flauta.
        Los guerreros se quedaron paralizados, no sabían qué hacer. Si avanzaban, aves y murciélagos se les echaban encima, si retrocedían el capitán ordenaba de nuevo el ataque haciendo sonar sus enormes tijeras.

****
        A la mañana siguiente, cuando las dos guías del castillo llegaron a la puerta del patio de armas, Juanje las estaba esperando. Hoy era día de visita y quería poner un cordel delante del guerrero de la Foz para que nadie se acercara. Una pareja de colirrojo tizón había construido su nido dentro del foco que hacía las veces de cabeza de la escultura, realizada uniendo, con gran imaginación, viejos hierros. Como todas y cada una de las treinta esculturas que componían la exposición del castillo de Arévalo. El día anterior había sorprendido a una niña dando palazos en la cabeza de la estatua. Al recriminar su actitud a la niña, le contestó que había visto meterse un pájaro en la cabeza del guerrero y sólo quería que saliera. Así que, había decidido acordonar la estatua para que nadie más se acercase.
Juan Jesús Villaverde autor de las obras.

        Cuando entraron al patio de armas su sorpresa fue mayúscula. Algunas de sus esculturas estaban cambiadas de sitio, aunque no parecía que faltase ninguna. Todos los guerreros y el capitán Búho, estaban en la esquina donde debería estar el guerrero de la Foz. Pero éste, en cambio, se encontraba en centro del patio de armas custodiado por los dos cisnes construidos con viejos arados.
        No podía entenderlo, se asomó a la cabeza del guerrero, se oía piar a los pollos de colirrojo reclamando insistentemente las cebas de sus padres. No comprendía nada, todas las esculturas parecían estar en perfecto estado ¿Quién se habría colado en el castillo para descolocarlas y por qué?

        Mientras se agachaba a mover uno de aquellos cisnes creyó oír el sonido de una flauta. Miró hacia el fondo del patio y, por un instante, le pareció que una leve brisa ondulaba la melena metálica de la flautista.
  
En Arévalo a 28 de mayo de 2011.
Luis José Martín García-Sancho.

Publicado en el número 25 de La Llanura de Arévalo de junio de 2011.

TODAS LAS ESCULTURAS SON OBRA DE JUAN JESÚS VILLAVERDE.
Macho de colirrojo tizón (Phoenicurus ochruros). Foto de David Pascual Carpizo.



miércoles, 7 de junio de 2017

GUERRA DE GUERRILLAS

Antonio Ojea Gallegos, Potri.


Por Antonio Ojea Gallegos.

Lamento que mis crónicas se espacien en el tiempo, pero es que la vida de un enfermo de cáncer llega a ser muy absorbente. Ya tenemos los resultados de la resonancia y otras pruebas. Al parecer, el foco inicial lo tenemos sitiado pero, se han abierto nuevos frentes a los que ya hemos mandado nueva artillería. Esto empieza a ser una guerra de guerrillas. Quedan por delante tres meses más de quimioterapia. Con la nueva medicación, los dolores, vómitos e insomnio han remitido bastante, aunque a veces puedan hacerse insoportables. De hecho, ahora mismo estoy escribiendo bajo los efectos de la morfina. El camino está siendo duro, muy duro; pero por fortuna, las personas y el ambiente que me rodea hace que incluso esté disfrutando de la vida como nunca lo había sentido. Cada día que pasa me conozco un poco mejor.
Sobra decir que el ánimo sigue alto, y en parte, debido a una reciente visita de mi nieta acompañada por sus padres. He podido volver a estrechar entre mis brazos a esta cachorrita de inocente mirada cómplice y sonrisa permanente. He abrazado a un ángel… los sueños se cumplen. Sus padres lo están haciendo muy bien.
Por otro lado, desde que empezaron a madurar las cerezas la orgía de pájaros y demás comensales no ha dejado de crecer, sumándose nuevos volanderos de distintas especies… y eso el gavilán que cría ladera arriba lo sabe bien. La vida brota de cada brizna de hierba, las mariposas y otros insectos vuelan de aquí para allá sin rumbo aparente. Los eslizones culebrean entre el pasto ya segado. El cuco empieza a dejar de dar la hora y no lo volveremos a oír hasta el calendario que viene. Los halcones abejeros pasan volando en las horas más calurosas del día piando sus lamentos. Tenemos tres nuevos vecinos en la comunidad a los que puede que anteriormente pasara por alto: la curaca carrasqueña, el zarcero pálido y el mosquitero papialbo que ya merodeaba por el barrio. Recordaréis el carbonero negro que comentaba meses atrás. Pues bien, es una hembra que se ha emparejado con un flamante y dispuesto macho, criando en un nidal encajado entre las vigas de la casa. Pusieron ocho huevos de los que han conseguido sacar seis pollos.
Macho de papamoscas cerrojillo. Foto: Antonio Ojea Gallegos

En la foto, uno de los machos de papamoscas cerrojillo, que se posó tan cerca que casi podía tocarlo. Se mantuvo el tiempo suficiente para mirarnos, saludarlos y sacar alguna foto. Es de obligada cortesía saludarse en el campo… siempre.
Sigue amaneciendo, y hay que disfrutar de cada día como único e irrepetible.
Besos y abrazos a tod@s
Potri.


Nota del autor: los pinceles se han resignado a esperar y ya no me miran con mala cara… y eso que tengo algunas pequeñas acuarelas por terminar.


Tres de junio de 2017.
Boceto de Antonio Ojea Gallegos.

Antonio Ojea Gallegos, conocido como Potri, es un experto pintor de la naturaleza, agropecuario y paseante, perteneciente a la Asociación Española de Artistas de la Naturaleza. 
Sus obras, publicaciones y colaboraciones se pueden contar por miles. Aquí tenéis algunos ejemplos en su blog: NATURALEZA A LÁPIZ Y PINCEL
En el Año 1999 hizo cinco dibujos para la Guía de Aves de La Moraña y Tierra de Arévalo, en la que tuve la suerte de participar tanto en el trabajo de campo, como en la elaboración de los textos. Aunque no nos conocemos personalmente es para mí un orgullo haber coincidido en un proyecto con Potri.
Ahora que atraviesa por una larga y complicada enfermedad, nos da a todos una lección de vida, con las entradas que hace en su muro de facebook comentando su estado, sus fuerzas, sus dibujos, sus vecinos, la vida que le rodea y a la que no quiere dar la espalda.
Espero y deseo que te recuperes pronto, amigo.
Dibujo de Antonio Ojea Gallegos para la Guía de Aves de La Moraña y Tierra de Arévalo,